Internacional

Comienzan a liberar aguas residuales de la planta nuclear de Fukushima

Hoy, 24 de agosto, justo el día en que Japón comienza a liberar las aguas residuales de Fukushima, en China anunciaron el veto a los productos del mar que vende el país del sol naciente. La medida anunciada por la agencia de aduanas china es por obvias razones: mantener la seguridad alimentaria de la población, al prevenir el riesgo de contaminación radiactiva.

Desde hace tiempo se dio a conocer la forma en que la empresa Tokyo Electric Power Company Holdings Inc. (Tepco) echará sobre el mar las aguas almacenadas en la central nuclear de Fukushima Daiichi, agua contaminada con un millón de toneladas de residuos radioactivos, por cierto, pero con las protestas de colectivos y gobiernos, se pensó que se le daría reversa al plan. No fue así.

Aguas almacenadas desde 2011, cuando, tras un intenso terremoto, se produjo un accidente grave (nivel 7) en la central nuclear de Fukushima. Tal accidente provocó la pérdida de refrigerante, lo cual ocasionó tres fusiones de núcleo, tres explosiones de hidrógeno y la liberación de contaminación radioactiva.

El plan, explicó Tepco, consiste en bombear el agua por una tubería submarina que dará a un kilómetro hacia el océano. Esto evitará que el agua regrese a las costas, y ya. Pero, ¿y esa agua ya no está contaminada? Buena pregunta. Respuesta: según la empresa, desde 2011, cuando se dio el accidente nuclear de Fukushima, el agua ha recibido varios tratamientos, más que nada filtraciones, para liberarla de sustancias radioactivas. Y bueno, no está completamente limpia, pero ya se puede mezclar con las aguas oceánicas.

El no consumo de los productos del mar provenientes de Japón no es el único posicionamiento sore el tema de parte del gobierno de China. Desde que se anunció la liberación de las aguas de Fukushima, el ministro chino de Asunto Internacionales mostró su rechazo, calificando a Japón de egoista, no sólo con su país, sino con la humanidad entera.

El océano es propiedad común de toda la humanidad, e iniciar por la fuerza la descarga de las aguas residuales nucleares de Fukushima es un acto extremadamente egoísta e irresponsable”, reprochó el funcionario de China.

El Ministerio de Exteriores de China advirtió que lo que se hace en Japón quizás no afecte de inmediato, quizás, pero los efectos sin duda podrán verlos las futuras generaciones. Será un “desastre secundario” a lo ocurrido en Fukushima.

Con información de Sopitas

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