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Morena y la continuidad de la narcocorrupción

El día de hoy se dio a conocer la noticia de la detención del general Salvador Cienfuegos, quien fuera el secretario de la Defensa Nacional durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, siendo este uno de los golpes más fuertes al Ejército mexicano, ya que la detención se dio por parte de la “Operación Padrino”, comandada por la Administración de Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), una agencia estadounidense, poniendo entredicho la relación entre México y su vecino del norte.

Los motivos de la detención fueron lavado de dinero y delitos relacionados con el narcotráfico, pero este no ha sido el único militar detenido por este motivo, pues en el año 1996 durante el sexenio de Ernesto Zedillo, el general Enrique Cervantes Aguirre (entonces Secretario de Defensa), ofreció una conferencia de prensa donde además de reporteros, se encontraban presentes 300 militares de alto rango, donde se acusó al general Jesús Gutiérrez Rebollo de traicionar a las fuerzas armadas y ofrecer protección a capos de la droga.

En dicha conferencia y en primera fila se encontraba Juan Arévalo Gardoqui, secretario de la Defensa Nacional durante la década de los 80 y sospechoso de tener vínculos con el Cártel de Guadalajara, la primer organización de narcotráfico que creció en México mientras Arévalo comandaba las fuerzas castrenses.

La detención de Cienfuegos se dio en el aeropuerto de Los Ángeles, California, cuando el general y su familia se disponían a pasar unos días de descanso en la zona, lo que representó un duro golpe al discurso de la llamada “Cuarta Transformación” del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, debido a que no se puede relacionar a los viejos regímenes pues se trató de la detención de un militar, cuya relación con los actuales mandos de esta administración son bastante profundos.

De hecho, los cinco integrantes de la plana más alta de la Defensa Nacional trabajaron muy de cerca a Cienfuegos, ya que aunque Luis Crecencio Sandoval no se encontraba entre las recomendaciones hechas a Andrés Manuel López Obrador por Salvador Cienfuegos para sustituirlo como la cabeza de la SEDENA, pero si le tuvo la confianza como para hacerlo el mando de la IV Zona Militar, misma que abarca Nuevo León y Tamaulipas, en tanto que lo recomendó para portar la tercera estrella de General de División.

Lo mismo ocurre con el subsecretario de la Defensa, el Oficial Mayor, el jefe del Estado Mayor, el Inspector y Contralor General del Ejército, quienes fueron designados como mandos por Cienfuegos, lo que representa un golpe duro para el discurso de López Obrador, que le ha justificado la creciente intervención del Ejército en tareas fuera de su competencia, alegando que “el Ejército es bueno para el pueblo”.

Durante su conferencia de prensa matutina, López Obrador estuvo irreconocible y mencionando apenas que en México “no había sospechas del general”.

Esta detención podría interpretarse como un golpe directo a Enrique Peña Nieto, debido a que durante la administración de este y Cienfuegos al frente de la sEDENA estuvo llena de contrastes, como las ejecuciones en Tlataya y la participación del Ejército en la desaparición forzada de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, pero también logrando por otra parte la recuperación de la seguridad en la zona norte del país, elogiado incluso por la administración actual.

Cienfuegos habría sido objeto de investigación a través de la “Operación Padrino”, la cual investiga al Cártel de los Beltrán Leyva, retrocediendo hasta hace diez años y durante la administración de Felipe Calderón, cuando Salvador Cienfuegos era comandante de la Novena Región Militar en el estado de Guerrero y la Primer Región Militar, que abarca el Estado de México, Ciudad de México y Morelos, territorios que tienen una fuerte presencia de esta organización militar.

Una vez más el gobierno de Estados Unidos pone en evidencia el frágil sistema de justicia que vive México, quienes dieron a conocer los casos de corruptelas de funcionarios mexicanos en distintas administraciones.

Aún no queda claro si López Obrador cambiará el discurso hacia el Ejército y su constante militarización de actividades gubernamentales, siendo este el golpe más fuerte a la institución en últimas fechas, misma a la que Andrés Manuel defiende como la “única exenta de corrupción”.

Una realidad más que le estalló en la cara al mandatario mexicano.

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