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Rusia, China y México presionan para avalar dosis

En el primer día de la cumbre de los líderes del G20, Rusia y China abogaron por el reconocimiento mutuo de las diferentes vacunas disponibles contra el coronavirus, en particular entre los países miembros del grupo de los 20 principales países industrializados, entre los que se encuentran ellos.

Vladimir Putin, presidente de Rusia, y Xi Jinping, mandatario de China, no asistieron de forma física; sus discursos se transmitieron por videoconferencia. “A pesar de las decisiones del G20, no todos los países que lo necesitan tienen acceso a las vacunas” anti-Covid, señaló Putin, cuya declaración fue transmitida por la televisión pública rusa. “Algunos Estados, en particular los del G20, no están dispuestos a reconocer mutuamente las vacunas y los certificados de vacunación”, lamentó. En su opinión, Rusia “fue el primer país del mundo en registrar una vacuna contra el Covid-19, la Sputnik V”, que ya fue aprobada en 70 países, y “demostró un alto nivel de seguridad y eficacia”.

El presidente de China también pidió “el reconocimiento mutuo de las vacunas”, según sus declaraciones recogidas por la televisión estatal CCTV.

Liberar patentes

Xi también pidió liberar las patentes de las sustancias anti-Covid de manera excepcional para fomentar la vacunación masiva en los países menos desarrollados.

Xi ha abogado por “un enfoque centrado en la gente”, y “no en bloques o líneas ideológicas”, que provocan “división y generan más obstáculos, lo que sólo daña la innovación científica y tecnológica”. Las vacunas chinas Sinopharm y Sinovac se utilizan en decenas de países y territorios, entre ellos varios países de América Latina, África y Asia. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aprobó con carácter urgente a principios de junio la Sinopharm, pero ni EU ni la Agencia Europea de Medicamentos homologaron las vacunas chinas ni la rusa. Rusia y China no reconocen ninguna vacuna extranjera.

Se comprometen a inmunizar

Los líderes del G20 respaldaron extender el alivio de la deuda a los países empobrecidos y se comprometieron a vacunar contra el Covid-19 a 70% de la población mundial para mediados de 2022.

El primer ministro italiano, Mario Draghi, cuyo país ejerce la presidencia pro tempore del G20, consideró “moralmente inaceptable” el diferente nivel de vacunación entre los países más y menos desarrollados. Canadá prometió 200 millones de dosis de dosis anti-Covid para fines de 2022 a los países pobres.

“Creemos que le corresponde al G20 hacer esfuerzos adicionales para producir vacunas, medicamentos y tratamientos en los países en desarrollo”, dijo el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, según el discurso publicado por su servicio de prensa.

Pacto histórico

Los líderes confirmaron una histórica reforma fiscal global, aunque las miradas están puestas en si conseguirán enviar una fuerte señal sobre la lucha contra el cambio climático. El G20 aprobó “un acuerdo histórico sobre las nuevas reglas fiscales internacionales, incluyendo un impuesto mínimo mundial que pondrá fin a la perjudicial carrera a la baja en el impuesto de sociedades”, celebró en un comunicado la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.

Meses atrás los ministros de Hacienda del Grupo de los 20 habían acordado un impuesto mínimo de 15% para desalentar a las empresas de utilizar recursos contables para evadir impuestos en paraísos fiscales, y se daba por sentada su aprobación en la cumbre de Roma de las principales economías del mundo. Luego de la aprobación formal, que se reflejará en la declaración final el domingo, cada país aplicaría el impuesto mínimo por su cuenta. La idea es que el país sede de una empresa elevaría sus impuestos al 15% si sus ganancias se beneficiaran con tasas inferiores en otro país.

Preocupación por Irán

Los presidentes de EU, Joe Biden, y de Francia, Emmanuel Macron, así como los jefes de gobierno de Alemania, Angela Merkel, y del Reino Unido, Boris Johnson, se reunieron al margen de la cumbre del G20, en Roma. Expresaron su “viva y creciente preocupación” por el incumplimiento del acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní por parte de Teherán, al que instaron a “cambiar de rumbo”.

Además, aunque la lucha contra el cambio climático está formalmente en la agenda hoy, esta cuestión protagoniza la cumbre, máxime cuando la presión aumenta para que los dirigentes de las 20 naciones responsables de 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero envíen una señal fuerte.

Con información de El Universal

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