Politica

Urgen clases de cortesía e institucionalidad para Javier Corral

Durante los últimos meses, cada vez que Javier Corral habla de Maru Campos pierde los estribos, su rostro se transforma y hasta la investidura de gobernador pisotea él mismo, mostrándose visceral sin importar qué.

La misoginia que se dice que Javier Corral ejerce contra las mujeres a su alrededor, se había mantenido como un secreto a voces, pero cada vez se ha encargado de hacerla más pública, sobre todo desde que se sintió superado en los aspectos políticos por una mujer: Maru Campos.

Mucho se ha hablado de los malos tratos que Corral da a las colaboradoras de su oficina y trabajadoras del gobierno que encabeza sin importar el rango, (excepto a Alejandra de la Vega), diputadas de su propio partido y alcaldesas, pero todo se había mantenido en el ámbito privado.

Sin embargo, Javier Corral se evidencia cada vez más cuando se trata de hablar de su “compañera” de partido; hablar de Maru Campos lo convierte en una persona irracional, visceral, pierde toda sensatez aún en público.

Se muestra desesperado y deja de lado la institucionalidad y la cortesía política, esa que incluso ante el presidente López Obrador ha mantenido, a pesar de los golpes que ha dado el presidente al estado; ahí sí se mantiene institucional.

Y es que basta con ver el mensaje que grabó para el segundo Informe de Gobierno de la alcaldesa de Chihuahua, que duró 6 minutos, en los cuales se dedicó a hablar de él, él y más él, resaltando su acción y reacción en contra de la pandemia, sus decisiones, inversiones, etc. para finalmente dedicar 19 segundos a la protagonista del evento.

Era de esperarse, por su puesto, que no habría ni halagos ni expresiones de empatía con ella, pero no es una “fiesta” donde puede ignorar a quien le cae mal, incluso si es el anfitrión; se trata del Informe de Gobierno de la alcaldesa de uno de los municipios (de echo la capital) del estado que gobierna ¿Dónde quedó entonces la institucionalidad que tanto ha pregonado pero que al mismo tiempo ha omitido ya tantas veces cuando de Maru Campos se trata?

El ejemplo se lo dio la presidenta misma al haberlo invitado a participar, a pesar de todo, porque finalmente y “haiga sido como haiga sido” es el gobernador y lo cortés no quita lo valiente. Eso sí lo entienden muy bien en el equipo del Municipio, tanto que en el discurso, Campos respondió elegantemente a las acusaciones en su contra, sin perder nunca la templanza que le exige su cargo:

“Como diputada me opuse a los excesos y gestiones tan sospechosas del exgobernador, y nunca, nunca aprobé la deuda pública impulsada por él, así está asentado en el diario de los debates. Tengo la conciencia tranquila y estoy en paz, ahí están mis declaraciones patrimoniales y fiscales, ahí está mi trabajo, eso sí es transparencia, ustedes me conocen y lo saben” fue una de sus frases finales, cuya dedicatoria, ya todos la conocemos.

No obstante, el gobernador no tiene ningún interés en detenerse y sabe Dios hasta dónde pueda llegar, pues ya ha dado visos de querer usar la fiscalía a su antojo (como lo han acusado de hacerlo en los Expedientes X) pero ahora contra Maru, a pesar de que ya la misma instancia emitió un oficio a la alcaldesa de no tener nada que proceda en su contra; sin embargo donde manda capitán, se pueden fabricar expedientes, pruebas o lo que sea necesario, faltaba más.

Fuente: adrianaruiz.com.mx

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