Internacional

Bernardo Arévalo jura como presidente de Guatemala, pese a retraso de investidura

“Nunca más el autoritarismo”, proclamó el nuevo presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, al ser investido jefe del Estado del país centroamericano, tras un tormentoso proceso de transición.

“El pueblo de Guatemala ha demostrado su sabiduría, e instituciones como la Corte de Constitucionalidad y el Tribunal Supremo Electoral han protegido el deseo soberano de los guatemaltecos de vivir en democracia”, dijo en su primer discurso el presidente.

Arévalo de León recibió la banda presidencial de manos del presidente del Congreso, Samuel Pérez Álvarez, quien también fue elegido en el cargo este domingo. Esto ocurrió después de que el mandatario saliente, Alejandro Giammattei, se ausentara de la ceremonia, alegando la necesidad de entregar su puesto antes de la medianoche del domingo. En lugar de asistir, envió al Congreso los símbolos institucionales a través de su secretaria.

Ambos, Arévalo de León y Pérez Álvarez, son fundadores del Movimiento Semilla, un partido surgido de las protestas contra la corrupción que tuvieron lugar en Guatemala en 2015 y que culminaron con la renuncia del entonces presidente Otto Pérez Molina (2012-2015), quien actualmente se encuentra en prisión.

“Es gracias a los jóvenes de Guatemala, que no perdieron la esperanza, que hoy puedo hablarles en este podio”, proclamó el académico y líder político, quien agradeció a los pueblos indígenas por defender la democracia de Guatemala.

Arévalo ingresó al Teatro Nacional Miguel Ángel Asturias, escenario de la ceremonia de investidura, acompañado por el concierto para violín y orquesta “La Primavera” del compositor italiano Antonio Vivaldi.

El recién investido presidente ha prometido una “nueva primavera”, evocando el periodo de desarrollo experimentado durante el Gobierno de su padre, Juan José Arévalo Bermejo, entre 1946 y 1951, una de las administraciones más fructíferas para el país centroamericano.

Acompañado por su esposa, Lucrecia Peinado, el presidente caminó por el recinto teatral entre aplausos y sonrisas, a pesar del considerable retraso de más de diez horas en la ceremonia, que finalmente tuvo lugar en la madrugada del 15 de enero, aunque la ley estipula que debe realizarse el 14 de enero.

Desde que obtuvo el segundo puesto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Arévalo de León y el Movimiento Semilla enfrentaron persecución por parte del Ministerio Público (Fiscalía) y los magistrados del Tribunal Supremo Electoral, con el objetivo de revertir su victoria en las urnas.

El nuevo gobernante asume el poder con un discurso anticorrupción, en línea con su partido, que surgió precisamente de las protestas de 2015 que llevaron a la caída del presidente Otto Pérez Molina.

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