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Gobierno de Corral fabricaba delitos a base de amenazas contra testigos

La antigua Casa de Gobierno habría sido convertida en un centro de operaciones policíacas y ministeriales, en donde se conformaban los denominados “Expedientes X”, los cuales se impusieron en contra de opositores y futuros rivales políticos durante el gobierno de Javier Corral.

Allí, funcionarios, empresarios y ciudadanos fueron obligados a convertirse en “testigos colaboradores” para que sus testimonios sirvieran como elementos para enjuiciar a aquellos que decidiera el gobierno de Corral Jurado.

Para ello, fiscales estatales aplicaban “tortura psicológica y presionaban hasta que ya no se podía más. Te quebraban y, rendido, clamabas a los ministerios públicos: ¡dígame qué quiere que declare! ¡Ponga en el papel lo que desee, pero termine ya!”, narra uno de los afectados.

Algunos trabajaron en gobierno incluso antes de la administración del priísta César Duarte Jáquez (2010-2016) y otros se convirtieron en proveedores de esa administración, pero a todos, aseguran, se les amenazó con acusarlos de haber participado en el desvío de recursos públicos que se imputa al ex mandatario priísta.

Como “testigos” debían señalar a personas, aunque en algunos casos no las conocieran. Si no “cooperaban”, la amenaza era la cárcel, destruir a sus familias o catear los domicilios de padres o hermanos “porque algo se encontraría para inculparnos, como si hubiéramos participado en algún delito”.

Uno de ellos refiere: “Desde el primer interrogatorio se era culpable, un ratero, aunque los fiscales reconocían que no había nada extraño en nuestras finanzas. Aun así terminaban con el prestigio y la calma, que era lo más valioso que teníamos.

“Había momentos en que el propio gobernador Javier Corral y el fiscal César Peniche supervisaban los interrogatorios a través de un sistema de circuito cerrado. Los fiscales nos decían que los testimonios, una vez escritos, eran checados y aprobados por el fiscal Peniche y por el mismísimo Corral, y si consideraban que no les servían para acusar a quienes ellos decidían, los teníamos que repetir hasta que estuvieran conformes.”

Durante el mandato del panista Corral Jurado, entre los principales objetivos de los “expedientes x” estuvieron, además del ex gobernador Duarte Jáquez, quien enfrenta una solicitud de extradición emitida por el gobierno mexicano al de Estados Unidos, sus colaboradores Antonio Tarín García, Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, Gerardo Villegas Madriles y Alejandro Ornelas.

En total, se estima que fueron 50 “testigos colaboradores” los creados por la fiscalía de Corral para “dar soporte a decenas de investigaciones contra ex funcionarios y proveedores de la administración de Duarte Jáquez”. Y con sus “declaraciones” se decomisaron bienes a los altos funcionarios acusados de actos de corrupción, si bien en septiembre pasado, a días de concluir su gestión, el gobierno de Corral Jurado devolvió a varios de ellos bienes que la fiscalía local había confiscado desde 2017.

A consecuencia de lo vivido durante cinco años, todos aseguran haber recibido atención psicológica y psiquiátrica. Tres de ellos incluso intentaron suicidarse.

Esto sucedía, dicen, cuando en la primera cita con los agentes del Ministerios Público se negaban a reconocer cargos en su contra y de quienes buscaban que fueran encarcelados, cuando pedían tiempo para aportar pruebas y demostrar su inocencia.

Con información de La Jornada

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