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Economía

México impone aranceles de hasta 210% a importaciones de azúcar para proteger al sector nacional

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El gobierno federal estableció aranceles que oscilan entre el 156% y el 210% a las importaciones de azúcar, según un decreto publicado este lunes en el Diario Oficial de la Federación (DOF), con vigencia a partir de este martes. La medida responde a la necesidad de generar estabilidad en la industria nacional, ante una situación de sobreoferta que amenaza la rentabilidad del sector cañero.

De acuerdo con el decreto, “la agroindustria de la caña de azúcar en México enfrenta una situación de sobre oferta de azúcar en el mercado nacional que está poniendo en riesgo la rentabilidad y viabilidad de toda la cadena productiva”. El documento señala que los aranceles actuales, bajo el tratamiento de nación más favorecida, no ofrecen la protección suficiente ante la caída de los precios internacionales.

Los aranceles específicos se aplican de la siguiente manera: el azúcar líquida refinada y el azúcar invertido enfrentarán la carga más alta, del 210.44%. Por su parte, los azúcares de remolacha y de caña con adición de aromatizantes o colorantes, así como los jarabes con estos aditivos, quedarán sujetos a un arancel del 156%.

Impuesto a bebidas azucaradas: otra medida en camino

Paralelamente, el Congreso de la Unión aprobó una reforma a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que impactará directamente al sector de bebidas saborizadas y refrescos a partir del 1 de enero de 2026.

La reforma establece un impuesto diferenciado: las bebidas con azúcares añadidos, como las marcas Pascual o Coca-Cola, pagarán 3.0818 pesos por litro, lo que representa un aumento de aproximadamente 87% respecto a la tasa vigente. En cambio, las bebidas endulzadas con edulcorantes no calóricos —conocidas como “light” o “cero”— tendrán una cuota de 1.50 pesos por litro.

De acuerdo con el boletín oficial del Congreso, la diferencia en las tasas busca “la migración a productos más saludables”. En este sentido, la Secretaría de Salud y la Secretaría de Hacienda explicaron que el objetivo principal de la medida es de salud pública, orientado a reducir el consumo de bebidas con alto contenido calórico en el contexto de la crisis de obesidad y diabetes que afecta al país.

Ante la nueva regulación, la industria refresquera ya ha comenzado a reaccionar. Coca-Cola, por ejemplo, se comprometió a reducir en un 30% el contenido de azúcar en su portafolio para 2026 y a promover las versiones sin azúcar como una alternativa más accesible.

No obstante, organizaciones civiles y especialistas han advertido que, si bien el impuesto es un avance, podría ser insuficiente para desincentivar el consumo, además de que el aumento en el costo final afectará en mayor medida a la población con menores ingresos.

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