Internacional

Moscú lanza un asalto aéreo sobre Járkiv, estrecha el cerco sobre Kiev y reivindica el control de Jersón

Más de 2.000 civiles han muerto desde el comienzo de la invasión de Rusia en Ucrania, según informaron autoridades ucranianas este miércoles.

La cifra fue dada por la embajada ucraniana en Turquía, citando al Servicio de Estado de Emergencia de Ucrania.

Moscú, por su parte, ofreció por primera vez sus cifras de bajas: 498 soldados rusos muertos y más de 1.597 heridos desde el inicio de su operación contra Ucrania, según el Ministerio de Defensa.

Las nuevas cifras de víctimas llegan en el día en que Rusia intensificó sus esfuerzos para tomar Járkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, con el lanzamiento de un asalto aéreo sobre esa localidad.

Fuentes militares ucranianas confirmaron este miércoles que paracaidistas rusos descendieron sobre la asediada ciudad.

Misiles rusos han impactado edificios de la policía, así también como del Servicio de Seguridad de Ucrania y la Universidad Nacional Karazin esta mañana. Imágenes desde Járkiv muestran a bomberos luchando contra los fuegos en el edificio universitario y la estación policial tras el impacto.

Antes, militares ucranianos aseguraron que tropas rusas también habían atacado un hospital militar y que los combates seguían en marcha.

El alcalde de Járkiv dice que la ciudad está “parcialmente rodeada” por el ejército ruso, al que militares ucranianos están repeliendo “heroicamente”. Según el alcalde, los ataques a la ciudad han dejado al menos una veintena de muertos y más de 100 heridos.

En tanto, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó por 141 votos de 193 naciones una resolución que condena a Rusia por su agresión a Ucrania y demanda la retirada incondicional de tropas.

La lucha por Jersón

Más temprano este miércoles, el ministerio de Defensa ruso anunció que sus tropas tomaron el control de la ciudad de Jersón, de 300.000 habitantes y ubicada en el sur del país.

Sin embargo, las autoridades ucranianas niegan que Rusia tomara el control de la ciudad.

La ciudad ocupa una posición estratégica en el río Dniéper que atraviesa de norte a sur a Ucrania.

Si Rusia se hace con el control de esta localidad, “comenzaría a estrangular las logísticas de los ucranianos”, dice Jack Watling, experto del Instituto Real de Servicios Unidos para Estudios de Defensa y Seguridad en Londres.

Imágenes parecen mostrar tropas rusas rondando por las calles de la ciudad.

Epicentro de la violencia

En el noreste, Járkiv ha estado en el epicentro de gran parte de la violencia que ha vivido Ucrania en los últimos días, desde el inicio de la invasión lanzada por Vladimir Putin el pasado 24 de febrero.

El martes, los misiles de las tropas rusas alcanzaron un centro cultural y otros edificios destacados.

Un teatro de ópera, una sala de conciertos y oficinas gubernamentales fueron alcanzados en la Plaza de la Libertad de Járkiv.

El ataque se produjo mientras el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, dijo que Rusia estaba cometiendo crímenes de guerra.

“Este es el precio de la libertad”, dijo el mandatario. “Esto es terrorismo contra Ucrania. No había objetivos militares en la plaza, ni tampoco en los distritos residenciales de Járkiv que son atacados con cohetes de artillería”, agregó.

Videos mostraban el impacto de un misil en el edificio del gobierno local, seguido por una explosión que causó una enorme bola de fuego, así como ventanas de los edificios rompiéndose.

“Hubo bombardeos muy intensos en áreas residenciales”, dijo Maria Avdeeva, una experta en seguridad internacional que se encuentra actualmente en Járkiv.

“Fue la primera vez que Rusia apuntó deliberadamente a viviendas con personas viviendo allí”, le dijo a la BBC.

El cerco sobre Kiev

Mientras tanto, las tropas rusas mantuvieroon su avance hacia Kiev, la capital de Ucrania. El alcalde de la ciudad urgió el martes a sus residentes a quedarse en casa y prepararse para defender la ciudad.

Cinco personas murieron en el ataque a la torre de televisión más importante de la ciudad, afectando también a otras instalaciones de comunicación cercanas.

La explosión se produjo poco después de que Rusia avisara de que se prepara para atacar objetivos en Kiev e instara a los residentes a abandonar la ciudad.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania calificó el ataque como “bárbaro”, que además se produjo cerca del memorial de Babi Yar dedicado a las víctimas del Holocausto.

Ahí se recuerda una de las mayores masacres de los escuadrones de la muerte nazis que mataron a más de 33.000 judíos en solo dos días de 1941. Los cuerpos fueron enterrados en una fosa común donde hoy está el memorial.

El gobierno ucraniano acusa a Rusia de intentar sitiar Kiev, hacia donde se acercaba un enorme convoy blindado ruso en las primeras horas del miércoles.

Imágenes satelitales mostraron el martes que la columna militar tiene unos 64 km de largo.

El convoy, que parece haber disminuido su velocidad en las últimas 24 horas, incluye vehículos blindados, tanques, artillería y vehículos logísticos, y se ubicaba a unos 25 kilómetros de Kiev.

Un hospital de maternidad en la capital ha convertido su sótano en una sala de urgencias que permite cuidar a las mujeres embarazadas y los recién nacidos.

Fotografías mostraron a las mujeres embarazadas y sus parejas, y algunos de los recién nacidos refugiándose en el sótano del hospital de Kiev.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) dice que 874.026 personas han abandonado Ucrania desde que Rusia lanzó su invasión el jueves pasado.

Polonia ha recibido más de la mitad de ese número.

Otros frentes de guerra

Además de los asedios en Járkiv y Jersón y el cerco a Kiev, el martes hubo ataques en más frentes.

Según varios reportes, el avance ruso se ha visto frenado por la resistencia ucraniana, que cuenta con una amplia participación de civiles que están echando mano de todos los recursos a su disposición para detener la invasión.

Mariupol, la ciudad portuaria estratégicamente ubicada en el sur, estuvo bajo constantes bombardeos, según su alcalde.

“Buscan el genocidio de la nación ucraniana”, le dijo Vadym Boychenko a una emisora local. “Lucharemos hasta la última bala… Si se agotan, usaremos nuestros dientes contra el enemigo que se está moviendo hacia Mariupol”.

En un video, el alcalde dijo que 128 civiles estaban recluidos en los hospitales de la ciudad.

Explicó que este martes fueron bombardeadas dos zonas residenciales, pero que pese a los ataques había sido posible restaurar la electricidad y las comunicaciones móviles en la ciudad.

Investigarán crímenes de guerra

Las acusaciones de que Rusia está cometiendo crímenes de guerra están aumentando.

El presidente de Ucrania, funcionarios del gobierno local y Amnistía Internacional dicen que los ataques deben investigarse.

Rusia ha negado que esté apuntado a áreas residenciales, pero la Corte Penal Internacional (CPI), que examina los crímenes de guerra, podría abrir una investigación.

El fiscal en jefe Karim Khan aún necesita la aprobación de los jueces de la CPI para comenzar su trabajo, pero ya ha pedido a su equipo que comience a recopilar evidencia de abusos, como ataques contra civiles.

Cualquier ciudadano ruso acusado de cometer crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o genocidio en Ucrania tendría que ser extraditado por el Kremlin antes de ser juzgado en La Haya.

En un proceso judicial aparte, la Corte Internacional de Justicia, también con sede en La Haya, fijó para los días 7 y 8 de marzo las audiencias de un juicio por una denuncia interpuesta por el gobierno de Ucrania en contra de Rusia.

Con esta demanda, introducida el pasado domingo, Kiev quiere que Moscú rinda cuentas por justificar su acción militar sobre la base de acusaciones no fundamentadas de un supuesto genocidio en Ucrania.

Con información de BBC

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