Salud

¿Qué se sabe de la vacuna rusa contra el cáncer?

Recientemente el presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció en el Foro de Tecnologías del Futuro que su país está cerca de crear y lanzar vacunas contra el cáncer, así como una nueva generación de fármacos inmunomoduladores. 

Pero ¿qué se sabe de esto? ¿cómo funciona? ¿hay una fecha para cuando la vacuna vea la luz?

Las preguntas que aparecen a partir del anuncio de Putin son más que lógicas: ¿cuál vacuna? ¿cómo funciona? ¿qué sabemos de ella y en qué parte del proceso se encuentra?

Bueno pues en realidad no se tiene mucha información porque lo que se ha publicado en la prensa tampoco es demasiado.

Recientemente el presidente ruso Vladimir Putin anunció un aumento de sueldo para todos los médicos a la voz de ya y dio un panorama del sistema de salud en Rusia. 

Afirmó que el número de quimioterapias aumentó en un 60%, la radioterapia en más de un 25% y que además está cerca de crear las “llamadas onvocacunas, vacunas contra el cáncer y una nueva generación de fármacos inmunomodulares”. 

Y espero que pronto se utilicen eficazmente como métodos de terapia individual“, afirmó el mandatario. Pero no dijo si esas vacunas ya están listas, en qué parte del proceso están o cómo funcionan.

Desde el año 2018 la ministra de salud, Veronika Skortsova, habló de una vacuna contra el cáncer durante una reunión de trabajo con Putin.

En ese momento afirmó que se trata de medicamentos únicos y tecnologías que ya estaban en etapa de lanzamiento. Luego apareció el COVID-19 y los esfuerzos de todo el mundo se centraron en un tratamiento y en una vacuna.

Si bien no dio muchos detalles, la funcionaria afirmó que no se basa en simplemente una biopsia de tumor, sino que con la ayuda de tecnologías de bioinformación y matemáticas, exista la posibilidad de determinar proteínas de referencia que son importantes para el desarrollo de un tumor en una persona específica, para luego preparar un “coctel” de diversa proteínas que “simplemente puedan causar la regresión del tumor. Simplemente se va”.

Según esta declaración, en 2017 se probó el tratamiento con distintos pacientes: un hombre con glioblastoma y edema cerebral que estaba en coma. Con la vacuna la hinchazón desapareció, luego el tumor desapareció y la persona volvió a su vida común.

Eso sí, se trata de una vacuna contra el cáncer pero personalizada, es decir, que tiene que tener características dependiendo de cada paciente. No una vacuna generalizada.

Luego de eso no se supo mucho hasta más o menos el 2022. De nuevo la ministra de salud rusa afirmó que la Agencia Federal Médico-Biológica ya había probado la vacuna con animales, obteniendo una tasa de supervivencia hasta de 80%. 

Una oncovacuna es un fármaco terapéutico. Se basa en el estudio de antígenos, es decir, proteínas específicas de un tumor específico, de un paciente específico. Siempre es individual y única”, dijo la funcionaria a la prensa.

También afirmó que por ejemplo, cuando se extirpa un tumor con cirugía, las células individuales que queden pueden comenzar a propagarse. Pero la vacuna reducirá de manera eficaz el tumor e incluso “lo eliminará por completo”. En ese momento trabajaban para obtener el permiso de los ensayos clínicos.

Incluso la ministra de salud acudió al Congreso ruso para pedir apoyo para el desarrollo e impulso de la vacuna. Esto porque los desarrolladores no son una empresa privada, sino del estado y necesitan dinero.

Y luego ya no encontramos información sobre si los estudios clínicos en humanos ya se llevaron a cabo o en qué fase del proceso está la vacuna. Eso sí, afirmaron que hay ya empresas extranjeras interesadas en el producto.

Ahora el presidente Putin afirma que ya están próximos en lanzar la vacuna pero no se sabe cuándo ni cómo ni cuánto.

En abril de 2023 el Ministerio de Sanidad registró el medicamento “Kymriah” (tisaglenlecleucel) de la empresa Novartis.

Se trata de una medicina para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda en pacientes de 3 a 25 años de edad, así como el tratamiento del linfoma difuso de células B grandes refractario en adultos.

Y este medicamento es personalizado porque se elabora a partir de células T de una paciente: se identifican y se modifican para que destruyan las células tumorales sin ser reconocidas por el sistema inmunológico, lo que mantiene también una remisión del cáncer a largo plazo.

Y al ser personalizado para cada paciente, el costo de la terapia es de unos 475 mil dólares por tratamiento.

Si bien las vacunas suelen ser un preventivo para una enfermedad, el cáncer es poco más complicado porque es distinto para cada paciente y las vacunas, por lo tanto, pasan a ser un tratamiento que tiene que ser personalizado. No preventivo, sí un tratamiento.

Y es que como se sabe, las células del cáncer vienen de nuestros propios cuerpos y se escapan del sistema inmunológico. Entonces el camino para encontrar un tratamiento efectivo para el cáncer en una vacuna ha estado más que fangoso.

La idea, así a grandes rasgos, es lograr que el sistema inmune reconozca las células cancerígenas y las destruya. En este caso, vacunas terapéuticas para pacientes ya con cáncer.

Con información de Sopitas

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