Suspenden traslado de Félix Gallardo a prisión domiciliaria; FGR desconfía de brazalete electrónico

El juez séptimo de distrito decidió suspender, por segunda ocasión, el proceso de Miguel Ángel Félix Gallardo, que le permitiría estar en prisión domiciliaria para que cumpla el tiempo que resta de su condena en su hogar.

El juzgador remitió al narcotraficante al CEFEREPSI, un centro de salud penitenciario, debido a que la Fiscalía General de la República (FGR) argumentó que no confía en el brazalete que vigilará a Félix Gallardo.

A la par, la Dirección General de Prevención y Reinserción Social de Jalisco explicó que no existirá una fecha determinada para trasladar al narcotraficante hasta que se subsanen las fallas de la empresa supervisora del brazalete electrónico.

¿Qué delitos se le imputan a Félix Gallardo?

Durante la década de los ochenta, fue identificado por la DEA como el mayor distribuidor de mariguana en México, pero también en territorio norteamericano. Junto con Rafael Caro Quintero, el ‘Narco de Narcos’, y Ernesto Fonseca Carrillo, ‘Don Neto’, fundó el Cártel de Guadalajara, la primera mayor organización criminal que controlaba las rutas de trasiego de droga en México.

Félix Gallardo fue policía judicial a los 17 años y quedó asignado como escolta del entonces gobernador de Sinaloa, Leopoldo Sánchez Celis, para después involucrarse en el narcotráfico.

Félix Gallardo cumple dos condenas: una por 40 años por exportar cocaína, acopio de armas y cohecho, y la otra de 37 años por el asesinato del agente de la DEA, Enrique Camarena, y del piloto mexicano Alfredo Zavala.

Gallardo tiene un complicado cuadro de salud, ha perdido la vista en un ojo, audición en el oído y otros padecimientos, indicó en julio pasado el director general de Prevención y Reinserción Social de Jalisco, Juan Antonio Pérez.

Actualmente, el “Jefe de Jefes” no puede caminar y, por mucho tiempo debió movilizarse recargado sobre las paredes. Félix Gallardo también es afectado por neumonía y permanece conectado a un tanque de oxígeno.

Con información de El Financiero