Trump presiona a Zelenski para terminar la guerra: “Puede acabar esto hoy mismo”

En un mensaje que anticipa tensiones, el presidente Donald Trump declaró este lunes que Volodímir Zelenski tiene en sus manos terminar “casi de inmediato” la guerra con Rusia, en lo que parece ser un ultimátum antes de su reunión en la Casa Blanca este martes. La advertencia, publicada en Truth Social, deja claro el precio que Washington espera que pague Kiev: renunciar a Crimea y a la membresía en la OTAN.

Las cartas sobre la mesa

Trump fue categórico: “No se recuperará Crimea (¡Obama la regaló hace 12 años sin disparar!) y Ucrania no entrará en la OTAN. ¡Algunas cosas no cambian!”. El mensaje refleja su alineamiento con las demandas de Vladimir Putin tras su reunión en Alaska la semana pasada, donde ambos habrían esbozado los términos de un posible alto al fuego.

Fuentes cercanas a la administración revelan que Trump ya habló por teléfono con Zelenski, asegurándole “apoyo en seguridad postconflicto”, pero evitando comprometer más ayuda militar. Un guiño que Kiev interpreta como presión para aceptar negociaciones en términos desfavorables.

Europa contraataca

Antes de enfrentarse a Trump, Zelenski se reunirá con la canciller alemana Friedrich Merz y el presidente francés Emmanuel Macron en la embajada de Ucrania. El objetivo: coordinar una posición común que impida una paz impuesta.

“Las fronteras no se modifican por la fuerza. Solo Ucrania decidirá su futuro”, insistió la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en claro rechazo a las exigencias rusas. The New York Times reveló que Bruselas teme que Trump sacrifique no solo a Ucrania, sino también la credibilidad de la OTAN, tras sus elogios públicos al “pragmatismo” de Putin.

Lo que está en juego

• Para Ucrania: Aceptar perder Crimea y partes del Donbás a cambio de una paz frágil.
• Para Europa: Evitar que Rusia legitime conquistas territoriales y que la OTAN quede debilitada.
• Para Trump: Mostrar un “éxito diplomático” antes de las elecciones de noviembre, aunque fracture la unidad occidental.

Analistas advierten: “Esto no es paz, es capitulación. Putin gana sin ceder nada”.