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El Gacetillero

Un multimillonario se inyectó sangre de su hijo buscando la eterna juventud

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Más allá de ropa de diseñador o expediciones al Titanic, la eterna juventud es la nueva moda de las élites. Aunque parezca, no es un chiste. Un millonario está llegando a límites extremos, con tal de cumplir su propósito de vivir cientos de años.

Un misterioso empresario dedicado a la tecnología se inyectó sangre de su hijo de 17 años con las intenciones de mantenerse joven. Lo peor de todo es que, según sus propios cálculos, está funcionando.

Además de la costumbre vampírica de sacarle sangre a su hijo, el millonario que busca la eterna juventud gasta cerca de 2 millones de dólares al año en seguir una estricta dieta vegana, con rutinas de pastillas, vitaminas, estudios clínicos y por supuesto, horas de ejercicio y sueño medido.

Bryan Johnson se presenta como “el hombre más medido en el mundo”. Consiguió su fortuna invirtiendo en tecnología, pero desde hace unos años fundó el Proyecto Blueprint, una empresa que busca la eterna juventud con mediciones específicas, estrictas, invasivas y profundas del cuerpo humano.

Para todas sus locuras, al menos, el es su propio conejillo de indias. Un equipo de más de 30 doctores monitorean todos sus movimientos. Se ha hecho más de 33 mil estudios y toma 80 pastillas todos los días.

Con su métodos, el millonario de 45 años asegura que ha detenido su envejecimiento por 31 años, por lo que, en teoría, viviría más de 110 años.

Este excéntrico millonario dice que tiene el corazón de un hombre de 37 años, la piel de 28 años y la fuerza pulmonar de alguien de 18. También, dice que ha desaparecido las canas y que tiene la testosterona de un hombre de 25 años.

Todos esos números son frutos de estudios clínicos, pero, ¿saben qué sí da miedo? Que el millonario tiene la sangre de 17 años. Literalmente.

Como parte de sus terapias por conseguir la eterna juventud, Bryan Johnson se inyectó la sangre de su hijo menor de edad. También se ha inyectado la sangre de otros jóvenes que, asegura, cumplían con estrictos estándares físicos. En un reciente video, que rápidamente sacudió al planeta, el hombre compartió plasma con su hijo y con su padre, para medir los resultados en su propio envejecimiento.

Con información de Sopitas

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