Ante la creciente preocupación por los efectos devastadores de la sequía en nuestra región, líderes y representantes de diversas agencias estatales se han congregado en el Palacio de Gobierno. El objetivo principal de esta reunión ha sido trazar un plan integral para enfrentar y minimizar los impactos de esta sequía, poniendo especial énfasis en la conservación de recursos y el bienestar de la población.

El acceso universal al agua potable se ha establecido como la prioridad más crítica. Para lograrlo, se han delineado estrategias que abarcan desde la salud pública y el apoyo a la producción hasta iniciativas sociales, medioambientales, y de prevención y control de incendios forestales.

Particular atención merece la situación de las comunidades en la Sierra Tarahumara, quienes son extremadamente vulnerables debido a su dependencia de las precipitaciones para el suministro de agua. El representante de la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS) ha delineado un plan específico para estas áreas, incluyendo la distribución regular de agua mediante pipas, la entrega de tinacos y filtros, y la implementación de sistemas de recolección de lluvia y sistemas colectivos de agua para optimizar el uso de cada gota de precipitación.

En colaboración con la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR), se llevará a cabo un análisis de viabilidad para la perforación y extracción de agua en lugares estratégicos, mejorando así la accesibilidad al recurso vital en comunidades remotas. Este esfuerzo se complementa con una serie de medidas para mejorar la infraestructura agrícola y de riego, que incluyen la limpieza de canales, la mejora de caminos rurales y la provisión de financiamiento e insumos esenciales para el sector agrícola.

Además, se anuncian importantes iniciativas de apoyo alimentario en la zona serrana a partir de abril, coordinadas por el DIF Estatal y diversas secretarías. Estas acciones buscan combatir la desnutrición infantil a través de unidades móviles, brigadas y la colaboración con Centros de Recuperación Nutricional y Albergue Materno (Cerenam), donde se implementarán herramientas avanzadas para la detección y seguimiento de casos de malnutrición.

Finalmente, se trabajará de cerca con alcaldes municipales para identificar áreas prioritarias de intervención, asegurando que las medidas adoptadas por el gobierno estatal sean dirigidas y eficientes.

Este encuentro marca un paso adelante en nuestro compromiso compartido de mitigar los efectos de la sequía y asegurar el bienestar de toda nuestra comunidad. Juntos, mediante la colaboración y la implementación de estas estrategias multifacéticas, podemos enfrentar los desafíos presentes y futuros, fortaleciendo nuestra resiliencia frente a la adversidad climática.