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Internacional

China relaja las normas de su estrategia Cero COVID

China relajó este miércoles las normas de aislamiento de personas con COVID-19 y retiró los requisitos de pruebas diagnósticas en algunos espacios públicos, en un drástico cambio de la estrategia que confinó a millones de personas a sus hogares y provocó protestas y peticiones de renuncia del presidente, Xi Jinping.

China ha impuesto algunas de las normas más estrictas del mundo contra el coronavirus, que han interferido con la industria comercial y manufacturera global y con la vida cotidiana de chinas y chinos de a pie, mientras muchos países optaban por tratar de vivir con el virus.

El anuncio de la Comisión Nacional de Salud era el segundo alivio de las normas tras el cambio del 11 de noviembre, que avivó la esperanza de que el Partido Comunista, que gobierna el país, abandonara su estrategia de Cero COVID”. Sin embargo, los expertos señalaron que aún hay que vacunar a millones de adultos mayores y las restricciones no podrían eliminarse por completo hasta mediados de 2023 o incluso más tarde.

Además, la baja tasa de contagios en China también implica que poca gente ha desarrollado inmunidad natural, un factor que podría retrasar los planes de reapertura si se disparan los casos y las autoridades se sienten obligadas a recuperar restricciones.

La retirada encajaba con las promesas de reducir el coste humano del Cero COVID, con los cambios anunciados antes de las protestas, como cuarentenas más cortas para los viajeros llegados del extranjero. Los últimos ajustes recibieron una amplia cobertura, un posible intento de aplacar el descontento, pero no estaba claro si eran una respuesta a las protestas.

Con las nuevas normas, las personas con síntomas leves podrán aislarse en su casa en lugar de en centros de cuarentena en ocasiones abarrotados e insalubres. Eso resolvía una importante fuente de indignación que impulsó las protestas.

Salvo por “lugares especiales” como escuelas, hospitales y residencias de ancianos, los espacio públicos ya no pedirán a los visitantes que presenten un “código de salud” en una app que registra las pruebas médicas de los usuarios y si han estado en zonas consideradas como de alto riesgo de contagio, señaló el gobierno.

Las autoridades locales deben “tomar medidas estrictas y detalladas para proteger la vida, la seguridad y la salud de la gente”, pero al mismo tiempo “minimizar el impacto de la epidemia sobre la economía y el desarrollo social”, afirmó el comunicado.

Las novedades son “pequeños pasos” en un proceso gradual con vistas a eliminar las restricciones, dijo en una conferencia de prensa Liang Wannian, miembro de un comité de expertos que asesora a la Comisión Nacional de Salud.

“Lo seguiremos, estudiaremos y juzgaremos, y analizaremos de nuevo”, dijo Liang, uno de los mayores expertos del país en epidemiología.

El objetivo del gobierno, añadió, es “regresar al estado de antes de la pandemia, pero el cumplimiento de ese objetivo debe tener condiciones”.

Las restricciones en China han ayudado a mantener bajas las cifras de contagios, pero la frustración del público va en aumento conforme millones de personas se veían sujetas a sucesivos confinamientos de duración indeterminada, cierres repentinos de escuelas y un crecimiento económico en declive.

Los cambios se han introducido pese a un nuevo aumento de los contagios iniciado en octubre. El gobierno reportó este miércoles 25 mil 231 casos nuevos, 20 mil 912 de ellos asintomáticos.

El gobierno de Xi Jingping ha defendido su política de erradicar el COVID-19 como superior a la estrategia empleada en Estados Unidos y otros países occidentales. La cifra oficial de muertos por el coronavirus en China es de 5 mil 235 personas desde el inicio de la pandemia, frente a los 1.1 millones de fallecidos en Estados Unidos.

No había indicios de que Beijing hubiera renunciado a su objetivo de tratar de eliminar los contagios del virus, que ha matado al menos a 6.6 millones de personas en todo el mundo.

China es el último país grande que aún trata de conseguirlo, mientras que otros gobiernos han relajado las limitaciones de desplazamiento y otras medidas.

Un viceministro, Sun Chunlan, dijo la semana pasada que las nuevas variantes del virus son menos propensas a causar enfermedad. Eso sugería que el gobierno podría estar preparándose para declarar el COVID-19 como una enfermedad menos grave, lo que implicaría una gestión menos drástica, pero no hay confirmación al respecto.

El gobierno anunció la semana pasada planes para vacunar a millones de ancianos, algo que según especialistas debe hacerse antes de que China pueda abandonar las restricciones a visitantes llegados del extranjero. Los expertos también creen que el gobierno debería reforzar la red de hospitales para lidiar con posibles picos de contagios.

Se han mantenido normas que podrían aislar edificios de oficinas y departamentos si se detectan contagios. Las quejas de que las familias se ven confinadas durante semanas sin acceso garantizado a alimentos y medicina fueron un motor clave de las protestas.

El partido en el gobierno cambió este año las directrices para cortar el acceso a barrios o distritos donde se detectaban casos, en lugar de cerrar ciudades enteras. Este miércoles se anunció un protocolo más específico que limitará los confinamientos a pisos y edificios concretos, en lugar de distritos y vecindarios enteros.

Las escuelas en comunidades sin brotes deben reanudar las clases presenciales.

Eso parecía responder a quejas de que los administradores locales, amenazados con perder su puesto en caso de brotes, imponían cierres destructivos, quizá innecesarios y que se excedían de lo contemplado por el gobierno central.

Las manifestaciones en al menos ocho grandes ciudades y docenas de universidades fueron la mayor muestra de disidencia pública registrada en varias décadas en China. En Shanghái, algunos inconformes gritaron la arriesgada demanda de que Xi, el líder chino más influyente en décadas, renunciara al cargo.

Con información de AP

Internacional

Ven más estadounidense a China como enemigo

La preocupación por la creciente influencia de China entre los estadounidenses está en aumento, según una encuesta reciente del Pew Research Center.

El estudio, publicado esta semana, revela un cambio significativo en la percepción de China por parte de los ciudadanos estadounidenses. Cuatro de cada diez ahora consideran a China como un enemigo, en contraste con un año atrás, cuando la mayoría la veía como un competidor o socio. Este cambio representa un aumento de 13 puntos desde el año anterior, según el centro de investigación no partidista con sede en Washington.

La encuesta destaca que el 83 por ciento de los adultos estadounidenses mantienen opiniones negativas sobre China, con un aumento del 4 por ciento en aquellos que tienen opiniones muy desfavorables desde el año pasado.

Los eventos recientes, como la reunión entre el presidente chino Xi Jinping y el presidente ruso Vladimir Putin en Moscú, han elevado aún más las preocupaciones. El 62 por ciento de los encuestados ve la asociación entre China y Rusia como un problema grave para Estados Unidos, un aumento significativo desde el año pasado y niveles similares a los observados después de la invasión de Ucrania en 2022.

Además, las tensiones entre China continental y Taiwán también son motivo de preocupación, con un aumento del 19 por ciento en aquellos que ven este conflicto como muy grave en comparación con hace dos años.

Las políticas de derechos humanos de China también son una preocupación importante para aproximadamente la mitad de los estadounidenses.

A pesar de los esfuerzos de la administración para gestionar la competencia con China de manera responsable, como las recientes visitas del secretario de Estado, Antony Blinken, y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, a China, el presidente Joe Biden ha mantenido una postura firme en la competencia con China, compitiendo en este aspecto con el expresidente Donald Trump.

Según la encuesta realizada a 3,600 adultos estadounidenses entre el 1 y el 7 de abril, aproximadamente la mitad cree que limitar el poder y la influencia de China debería ser una de las principales prioridades de la política exterior de Estados Unidos, reflejando la persistente preocupación sobre este tema en la sociedad estadounidense.

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Internacional

Policía desmantela campamento de protesta propalestino en la Universidad de California

La policía retiró barricadas este jueves y empezó a desmantelar un campamento de manifestantes propalestinos en el campus de UCLA después de que cientos de inconformes desafiaran las órdenes policiales de que se marcharan, 24 horas después de que contra manifestantes atacaran el campamento en el campus.

La intervención de madrugada ocurrió después de que los agentes amenazaran a través de altoparlantes durante horas con hacer detenciones si la gente no se dispersaba.

Cientos de personas se habían congregado en el campus, tanto dentro del campamento atrincherado como alrededor como muestra de apoyo.

Se oían helicópteros policiales sobrevolando la zona y el estallido de las granadas aturdidoras, que producen un destello luminoso y un ruido fuerte para desorientar y aturdir a la gente, mientras la policía avanzaba y la gente coreaba “dónde estaban ustedes anoche”.

¿Cuáles son las exigencias de los campamentos de protesta en universidades de EU?

La policía desmontó de forma metódica la barricada de contrachapado, palés, cercas de metal y contenedores de basura, y abrieron un hueco hacia las docenas de carpas de manifestantes. La policía también empezó a retirar pérgolas y carpas.

Los manifestantes sostenían paraguas a modo de escudo ante docenas de policías. Algunos advirtieron a sus compañeros de protesta que tuvieran agua preparada por si la policía empleaba gas lacrimógeno u otras sustancias irritantes.

La noche anterior, la policía y los responsables de la Universidad de California en Los Ángeles esperaron horas antes de detener el ataque de los manifestantes contrarios. Esa demora fue condenada por alumnos musulmanes y el gobernador de California, Gavin Newsom.

Los manifestantes habían reconstruido el miércoles por la tarde las barreras en torno a sus carpas ante la mirada de policías estatales y del campus.

Los campamentos de protesta que exigen a las universidades que dejen de hacer negocios con Israel o con compañías que apoyan la guerra en Gaza se han extendido por los campus de todo el país, en un movimiento estudiantil que no se había visto este siglo.

La respuesta policial ha sido similar a la de hace varias décadas en contra de movimientos mucho más grandes que protestaban contra la guerra de Vietnam.

En Medio Oriente, la televisora estatal iraní emitió imágenes en vivo de la intervención policial, al igual que la cadena panárabe qatarí Al Jazeera. Las imágenes en vivo de Los Ángeles también se emitieron en televisoras israelíes.

El tenso pulso en UCLA se produjo la noche siguiente de que manifestantes contrarios instigaran episodios de violencia en el mismo lugar.

La presencia policial y las advertencias continuadas eran un contraste respecto a las escenas de la noche anterior, cuando manifestantes contrarios atacaron el campamento propalestino, arrojaron conos de tráfico, rociaron gas lacrimógeno y arrancaron barreras.

Los choques continuaron durante varias horas antes de que la policía interviniera, aunque no se hicieron detenciones.

Al menos 15 manifestantes sufrieron lesiones, y la tibia respuesta de las autoridades fue criticada por líderes políticos, estudiantes musulmanes y grupos activistas.

En otros lugares, la policía hizo detenciones en Nueva Hampshire y retiró carpas en el Dartmouth College, mientras que en Oregon llegaron agentes al campus de la Universidad Estatal de Portland mientras los responsables del centro intentaban poner fin a la ocupación de la biblioteca iniciada el lunes.

Con información de El Financiero

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Internacional

Abortar después de la semana 6 en Florida es ilegal a partir de ahora

A partir de este 1 de mayo de 2024 abortar después de la semana 6 de embarazo es ilegal en el estado de Florida, Estados Unidos. 

Todo esto sucede luego de la decisión del Tribunal Supremo de Florida que le da cuello a la ley anterior, misma que permitía el aborto hasta las 15 semanas de gestación.

Y sí es bastante preocupante porque de hecho Florida tenía las leyes relacionadas con el aborto menos estrictas de toda esa zona del país. Solo para que nos demos una idea: datos del Instituto Guttmacher, en defensa del aborto, apuntan a que durante el 2023, 1 de cada 3 abortos en el sur de Estados Unidos ocurrieron en Florida. 

Florida reduce el tiempo de aborto a 6 semanas 

A mediados de abril del año pasado, en 2023, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó un proyecto de ley para prohibir los abortos en el estado después de las 6 semanas. 

Esta prohibición no podía entrar en vigor hasta que la Corte Suprema del estado, conservadora, anulara la ley anterior sobre el aborto que lo permitía hasta la semana 15.

Este proyecto fue aprobado primero por el Senado y la Cámara de Representantes estatales antes de que el gobernador la firmara.

En junio del 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló el histórico caso Roe contra Wade, determinando que ya no existe el derecho constitucional federal al aborto. A partir de ello, los estados tuvieron la puerta abierta para regular lo propio.

Con el proyecto de ley firmado por el gobernador, la Corte Suprema de Florida tumbó la legislación anterior y le dio visto bueno a la prohibición del aborto hasta las 6 semanas en abril del 2023. 

Es importante mencionar que en un fallo separado, el tribunal aprobó que una propuesta de enmienda constitucional estatal que proteja el derecho al aborto entre en la boleta electoral en noviembre. Se necesita que al menos el 60% de los votantes la respalde para ser aprobada.

Este 1 de mayo, por lo pronto, entró en vigor la prohibición hasta las 6 semanas. Solo las víctimas de violación, incesto y trata de personas pueden acceder al aborto hasta la semana 15 de embarazo pero siempre y cuando la mujer presente una orden de restricción, un informe policial, historial médico u alguna otra evidencia.

Además, se prohíbe a los médicos que ‘receten’ un aborto a través de la telesalud y los medicamentos para el aborto tienen que ser entregados por un médico, no por correo.

Durante el 2023 al menos 1 de cada 3 abortos que se registraron en el sur de Estados Unidos ocurrieron en Florida, lo que implica más o menos 1 de cada 12 abortos en todo el país.

Por mes en Florida se registraron aproximadamente 7 mil abortos y se estima que mas de 9 mil personas viajaron a ese estado para abortar. 

Con información de Sopitas

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