Connect with us

Internacional

De un juicio de destitución a otro: así ha sido el último año de Trump

Donald Trump se enfrentará un segundo juicio político, después de que la Cámara de Representantes Esta es la cereza que corona un último año en la Casa Blanca que inició también con un impeachment.

Después de ser absuelto por el Senado, el presidente republicano podía presumir haber escapado de dos investigaciones. Antes, no había sido juzgado por su relación con la intromisión rusa en las elecciones de 2016, de acuerdo con las pesquisas del fiscal especial, Robert Mueller, quien no lo exoneró de responsabilidad.

Poco a poco, 2020 se convirtió en una pesadilla para Donald Trump. La pandemia de COVID-19 afectó a Estados Unidos como a ningún otro país en el mundo. Además de dejar cientos de miles de decesos, esta crisis sanitaria destrozó los avances económicos que había presumido la administración del republicano.

Estos son los momentos que marcaron el último año de la presidencia de Donald Trump.

El primer juicio político

Como hemos dicho, el presidente Trump ya había enfrentado un juicio político. La investigación comenzó desde septiembre de 2019, pero llegó al Senado hasta finales de enero del año pasado.

En ese proceso, los demócratas buscaban destituir a Trump por presionar a Ucrania a “ensuciar” a Joe Biden —quién después sería su rival en las elecciones— mediante la congelación de 391 millones de dólares de ayuda militar crucial para este país en guerra, y por hacer todo lo posible por bloquear la investigación del Congreso una vez destapado el escándalo por un denunciante no identificado públicamente.

Cuando la acusación llegó al Senado, el liderazgo republicano impidió la comparecencia de nuevos testigos, algo que los demócratas consideraron como una obstrucción al proceso.

La absolución parecía un impulso clave para la carrera por la reelección de Trump. Pero, el 2020 le tenía preparadas varias sorpresas.

La pandemia en Estados Unidos

Donald Trump reaccionó tarde y mal a la pandemia de COVID-19. En febrero, anunció que su país negaría el acceso a tas las personas provenientes de China, el país donde surgió el coronavirus SARS CoV-2. La medida, sin embargo, fue leída como parte de su política de confrontación con China, y no como una política de control sanitario eficaz.

A lo largo de los meses, Trump ha hecho declaraciones polémicas sobre la pandemia: que el virus desaparecería en la primavera boreal de 2020 gracias al calor, que la hidroxiclororquina era la cura para la enfermedad o que las personas podrían inyectarse desinfectante para combatir la infección.

Más allá de las declaraciones extravagantes, el gobernante estadounidense jamás estableció medidas federales claras para combatir la pandemia. Se negó a ordenar un confinamiento general y criticó a los gobernadores, demócratas en su mayoría, que adoptaron cuarentenas. Decía que la intención de las autoridades locales era arruinar las economías para hacerlo quedar mal ante los electores. También rechazó el uso de cubrebocas. Además, en los actos de su campaña de reelección, la sana distancia y las mascarillas estuvieron ausentes.

El saldo ha sido catastrófico: hasta este miércoles, 23 millones de estadounidenses habían sido contagiados y 384,343 personas han fallecido por el COVID-19.

El presidente mismo dio positivo a COVID-19 el 1 de octubre y tuvo que ser hospitalizado tres días por presentar bajas en el nivel de oxigenación. Aunque se esperaba que esto podría significar un giro en el discurso sobre la pandemia, no fue así, Después de ser dado de alta, Trump aseguró que la enfermedad no era mucho más grave que una gripa y que no había que temerle.

La gran aportación del gobierno de Trump ha sido la financiación del desarrollo de vacunas contra el COVID-19. A través de la operación Warp Speed, Estados Unidos destinó más de 10,000 millones de dólares a las investigaciones de farmacéuticas como Moderna, que ahora tiene una vacuna aprobada en Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea y otros países.

La campaña de vacunación en Estados Unidos, que se dejó en manos de los gobiernos estatales, ha sido caótica y lenta. Trump prometió que, hacia finales de diciembre de 2020, 20 millones de personas habrían recibido su dosis. Hasta el 13 de enero, solo 11 millones han sido vacunada.

Las manifestaciones antirracistas

El asesinato de George Floyd, un hombre afrodescendiente desarmado, a manos de la policía de Minneapolis fue la mecha que encendió las mayores manifestaciones antirracistas en Estados Unidos desde la muerte de Martín Luther King en 1968. Las protestas del movimiento Black Lives Matter, que a principios de junio se habían extendido a ciudades los 50 estados del país, fueron en su mayoría pacíficas, pero algunas derivaron en disturbios.

Washington D.C., que incluso renombró una de sus avenidas principales como Black Lives Matter, fue testigo de varias noches de protestas. El presidentelas calificó como una “deshonra”.

“Los alcaldes y los gobernadores deben establecer una presencia abrumadora de fuerzas de seguridad hasta que la violencia haya sido sofocada”, dijo Trump en la Casa Blanca mientras agentes dispersaban a los manifestantes con gases lacrimógenos a pocas cuadras de distancia. Así, el presidente pudo caminar a una iglesia dañada durante las protestas. Pero jamás habló con la familia de Floyd.

En agosto, las protestas tomaron un nuevo impulso después de que un policía blanco disparó varias veces por la espalda a Jacob Blake, un afroestadounidense de 29 años. Blake quedó paralizado de la cintura hacia abajo. Kenosha, una ciudad de Wisconsin, se volvió el nuevo centro de las manifestaciones antirraciales.

Los grupos BLM chocaron varias veces con grupos de blancos armados. En el apogeo de las tensiones, Kyle Rittenhouse, un simpatizante de milicias de 17 años, presuntamente mató a tiros a dos personas en una protesta e hirió a otra.

Trump se negó a condenar las acciones de Rittenhouse, quien circulaba por la calle con un rifle. Lo consideró “una situación interesante” y dijo que el adolescente blanco reaccionó porque fue atacado.

Debates desastrosos

El primer debate entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump y Joe Biden, fue un intercambio de insultos e interrupciones. Los analistas en Estados Unidos consideraron que el encuentro en Cleveland, Ohio fue uno de los peores debates en la historia de Estados Unidos.

“Fue una broma, un desorden, un desastre. Un ‘espectáculo de mierda’, un ‘incendio de basurero’, una humillación nacional. No importa que tan malo piense que un debate puede ser, este fue peor. Mucho peor. Trump gritó, intimidó, acosó, mintió e interrumpió, una y otra vez”, escribió Susan B. Galsser, fundadora de la revista Politico, en su columna en The New Yorker.

“Trump trasladó su estilo poco presidencial al escenario esta noche. Este fue uno de los debates más caóticos y lleno de ataques de la historia” de Estados Unidos, dijo el experto electoral Mitchell S. McKinney, académico de la Universidad de Missouri, en entrevista con la agencia AFP.

Después del debate, los organizadores anunciaron cambios en el formato para el segundo debate, programado para realizarse en Miami, Florida el 15 de octubre. Por la enfermedad de Trump, que aún podría ser contagioso en ese momento, los organizadores sugirieron hacer un debate virtual. El presidente se negó y el evento fue cancelado.

El último debate entre ambos candidatos se realizó con los micrófonos apagados para evitar interrupciones.

Acusaciones de “fraude electoral”

Incluso desde meses antes de las elecciones, Trump minó la confianza en los resultados. En varios mensajes en su ahora suspendida cuenta de Twitter, el presidente estadounidense aseguró que el voto por correo, una opción muy utilizada gracias a la pandemia, sería el vehículo perfecto para que los demócratas comertieran un “fraude masiva”. Trump, que vota por correspondencia, no ofreció pruebas nunca de eso.

En las semanas previas a las elecciones, Trump nominó a una juez conservadora Amy Coney Barrett para ocupar el puesto en la Corte Suprema de la liberal Ruth Bader Ginsburg, quien falleció el 18 de septiembre. Los analistas interpretaron este movimiento como una forma de amarrar una mayoría favorable en el tribunal en caso de que las elecciones tuvieran que ser decididas ahí.

Los mensajes sobre el supuesto fraude electoral aumentaron la noche del 3 noviembre. Debido al récord de participación, sobre todo a través de mecanismos de elección anticipada, los resultados no se dieron a conocer esa noche. Trump se declaró ganador esa misma noche y acusó un intento de robo de los “millones y millones de votos”. Prometió que iría a la Corte Suprema para que los votos que llegaron después de esa fecha no fueran contados.

El 7 de noviembre, la mayoría de los medios de comunicación estadounidenses proyectaron la victoria de Joe Biden. Trump no reconoció su derrota entonces, ni dos meses después.

El equipo legal de Trump emprendió múltiples batallas legales para desconocer los resultados de las elecciones en Georgia, Michigan, Pensilvania, Arizona, Nevada y Wisconsin. Todas fueron rechazadas por los tribunales, pues jamás se presentaron pruebas de las acusaciones.

Revertir las elecciones

Trump intentó por otras vías desconocer el resultado que no le favorecía. El 3 de enero, el Washington Post publicó el audio de una llamada en la que se escucha al presidente de Estados Unidos presionar al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que “encontrara” suficientes votos para revertir la victoria de Joe Biden.

“Sólo quiero encontrar 11,780 votos (…) porque hemos ganado en ese estado”, dijo, a pesar de que la victoria del demócrata Biden en Georgia, con unos 12,000 sufragios de ventaja, fue confirmada por un recuento y auditorías.

Repitiendo sus acusaciones de fraude, rechazadas por los tribunales, el multimillonario republicano le dijo a Raffensperger que le habían robado las elecciones. ”Sabes lo que han hecho y no dices nada: es un delito, no puedes dejar que eso ocurra, es un gran riesgo para ustedes”, añadió.

Raffensberger, que estaba acompañado por un abogado del estado, no cedió. “Pensamos que nuestras cifras son buenas”, contestó.

El 6 de enero, el día que el Congreso de reunió para certificar la victoria electoral de Joe Biden, un trámite previo a la toma de posesión, quedará marcado con fuego en la memoria de Estados Unidos.

Se había dado a conocer que Trump había presionado a su vicepresidente, Mike Pence, para que desconociera los resultados. Pence se negó a incumplir con su deber constitucional, como presidente del Senado.

El mandatario saliente celebró un mitin en Washington, en el que acudieron miles de sus simpatizantes. En su discurso, dijo que jamás reconocería su derrota y llamó a sus partidarios a “pelear” en contra de los resultados que favorecían a Biden.

Unas horas después, cientos de personas irrumpieron de manera violenta en el Capitolio, la sede del poder legislativo de Estados Unidos. El saldo fue de cinco personas muertos, entre ellos un policía del Capitolio, y cientos de personas detenidas.

Trump no condenó el ataque en un principio. En un video, llamó a los alborotadores “patriotas” y les pidió que se fueran casa. “Los amamos, son muy especiales, vayan a casa”, remató.

Este hecho fue el colmo para muchos políticos, demócratas y republicanos. Desde entonces, Trump ha perdido sus cuentas en Twitter, Facebook, Instagram, YouTube y otras plataformas. Varias empresas han cancelado sus contratos con la organización Trump y la PGA dijo que sus torneos no se celebrarán en los campos de golf del magnate.

Este miércoles, la Cámara Baja votó a favor de someterlo a un juicio político por “incitar a la insurrección” a los seguidores.

Con información de Expansión

Internacional

Precario sistema de pensiones latinoamericano obliga a trabajar después de los 65 años

La precariedad del sistema de pensiones en los países de América Latina y el Caribe obliga a millones de trabajadores a buscar una vía laboral informal para completar sus bajos ingresos, después de décadas de trabajo y de haber superado la edad de jubilación.

Desde México hasta Paraguay, los sistemas de pensiones en la región están marcados por dificultades estructurales y sociales que impactan profundamente en la calidad de vida de los adultos mayores.

México: la mitad del trabajo es informal

La situación de las pensiones en México refleja la complejidad de un país donde la informalidad laboral afecta a casi la mitad de la población activa.

Con una pensión mínima que apenas supera los 6 mil pesos mensuales, muchos mexicanos se enfrentan a la difícil decisión de prolongar su vida laboral para asegurar un retiro medianamente estable, considerando que el salario mínimo es de 7 mil 468 pesos.

El Congreso mexicano evalúa actualmente una serie de iniciativas que buscan otorgar una tasa de reemplazo del 100 por ciento para los trabajadores que comenzaron su vida laboral formal a partir de 1997, con un tope de 17 mil pesos mensuales.

La Cámara de Diputados aprobó el pasado lunes, con los votos oficialistas, una reforma de las pensiones que beneficiará a 28 millones de trabajadores del sector público y privado, así como la creación del Fondo de Pensiones del Bienestar, una bolsa de 40 mil millones de pesos que busca que el Estado garantice jubilaciones con 100 por ciento del último sueldo.

Argentina o la necesidad de seguir trabajando para los jubilados

En un escenario de severa crisis económica y con la tasa de inflación más alta del mundo (287.9 por ciento), el 65 por ciento de los jubilados en Argentina cobra la jubilación mínima, que en abril ha sido de 171 mil 217 pesos (192 dólares), un ingreso que llegó a los 241 mil pesos por el bono de refuerzo que la seguridad social otorgado por la situación de emergencia.

Este ingreso, que representa un 82 por ciento del salario mínimo legal en Argentina, actualmente situado en los 202.800 pesos (232 dólares), coloca a muchos jubilados en una situación de gran vulnerabilidad económica.

A pesar de los intentos legislativos para garantizar un nivel mínimo de ingresos para los jubilados, la realidad es que muchos trabajadores se ven obligados a seguir trabajando después de alcanzar la edad de retiro.

De acuerdo a datos oficiales correspondientes al cuarto trimestre de 2023, sobre un total de 19 millones de personas ocupadas (formal e informalmente) dentro de la población urbana de Argentina, un 4.4 por ciento eran mayores de 65 años.

En Brasil se duplicaron los pensionistas que trabajan

Con una pensión mínima que apenas supera el salario mínimo, y un aumento en la población de adultos mayores que aún están en la fuerza laboral, el desafío de garantizar una jubilación digna es evidente.

En Brasil el salario mínimo es de mil 412 reales (unos 274 dólares), valor que marca la pensión mínima y que percibe un 64 por ciento de los pensionistas.

Aunque no hay estadísticas exactas del número de pensionistas que trabajan en el país, según datos oficiales, en 2023 había 7.4 millones de brasileños de 60 años o más que continuaban trabajando, lo que supone el doble que hace una década, y un 12 por ciento más que el año anterior.

Chile, el inventor de la capitalización individual

En Chile, el sistema de pensiones establecido en 1980, durante el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), enfrenta críticas por no garantizar retiros dignos. Este sistema se basa en la capitalización individual, en la que los trabajadores aportan mensualmente un 10 por ciento de su sueldo a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).

Sin embargo, las pensiones resultantes son insuficientes, con cifras que frecuentemente se sitúan por debajo del sueldo mínimo del país, que es de 470 mil pesos (unos 531 dólares).

Este problema se agrava debido a las características del mercado laboral chileno, marcado por la inestabilidad y los bajos salarios.

La falta de estabilidad laboral genera lo que se conoce como “lagunas previsionales”, períodos en los cuales los trabajadores no cotizan y, por ende, no ahorran lo suficiente para su jubilación.

Además, los bajos sueldos limitan su capacidad de ahorro, especialmente de las mujeres, quienes enfrentan discriminación salarial y dificultades adicionales para acceder a empleos estables y bien remunerados.

Esta situación lleva a una alta proporción de personas a continuar trabajando incluso después de alcanzar la edad de jubilación.

Perú, Bolivia o Paraguay: la mayoría carece de sistema de pensiones

En Perú, la situación no es menos preocupante. La pensión media es de 500 soles (133 dólares), mientras que el salario mínimo es mil 25 soles. Con la mayoría de los adultos mayores sin acceso a un sistema de pensiones formal, y una gran proporción trabajando en la informalidad, la jubilación se convierte en un lujo para muchos.

Aunque se han implementado programas de asistencia social, como Pensión 65, la realidad es que los ingresos de los adultos mayores son insuficientes para cubrir sus necesidades básicas.

Bolivia, a pesar de contar con un sistema de pensiones que permite una renta de vejez de hasta el 70 por ciento del salario referencial, enfrenta desafíos significativos en términos de cobertura y suficiencia de ingresos.

En un país de 12.2 millones de personas, el número de jubilados que reciben pensión es de apenas 220 mil, un 68 por ciento de los cuales perciben una prestación menor a 6 mil bolivianos, (unos 862 dólares).

Aunque el sueldo mínimo es de 2 mil 362 bolivianos (unos 342 dólares), lo cierto es que el 80 por ciento de la población económicamente activa trabaja en la informalidad, según Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En Paraguay, la cobertura de la seguridad social es de apenas el 24.5 por ciento, muy por debajo del promedio latinoamericano, que es del 61 por ciento de la población total, dejando a una gran proporción de la población sin acceso a un sistema de pensiones formal.

En un país donde el salario mínimo es de 2 millones de guaraníes (unos 269 dólares), existen dos pilares para el régimen de protección social, uno contributivo, que se financia con aportes de los trabajadores, y otro no contributivo, que recibe fondos del erario público.

La realidad de las pensiones en América Latina es un reflejo de las profundas desigualdades y dificultades económicas que enfrentan millones de ciudadanos en la región.

Con información de EFE

Continue Reading

Internacional

Hamás recibe la nueva propuesta de tregua de Israel

El grupo palestino Hamás confirmó este sábado en un breve comunicado que ya ha recibido la propuesta de tregua para el intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos por parte de Israel y que la estudiará.

“El movimiento Hamás recibió hoy la respuesta oficial de la ocupación sionista (Israel) a la postura del movimiento, que fue entregada a los mediadores egipcios y cataríes el 13 de abril” escribió el jefe adjunto de Hamás en la Franja de Gaza Jalil al Hiya.

Según Al Hiya “el movimiento estudiará esta propuesta y una vez finalizado su estudio presentará su respuesta”, sin especificar cuánto tiempo se tomará el grupo para elaborar su contestación

Israel ha advertido que no permitirá que el grupo palestino se demore. El viernes, una delegación mediadora egipcia viajó a Israel para tratar el asunto.

¿Cuáles son los avances en la mediación del conflicto de Hamás e Israel?

Según la televisión estatal egipcia Al Qahera News, en las reuniones “se han logrado avances notables en el acercamiento de los puntos de vista de las delegaciones egipcia e israelí sobre una tregua en la Franja de Gaza”, aunque no aportó más detalles. 

Asimismo, fuentes de seguridad egipcias próximas a las reuniones confirmaron a EFE que las conversaciones fueron “fructíferas” y que se lograron superar “muchos obstáculos que impedían alcanzar un acuerdo de tregua”, aunque El Cairo advirtió contra una invasión israelí en Rafah.

Según las fuentes, la parte israelí estaría dispuesta a detener las operaciones militares durante unas seis semanas y a permitir el regreso de los desplazados al norte de Gaza, mientras que dio el visto bueno inicial para un intercambio de rehenes en manos de Hamás por presos palestinos en cárceles israelíes.

De acuerdo con el diario israelí Walla, el Gobierno de Israel expresó a la delegación egipcia su disposición a un último intento de negociación con Hamás para alcanzar una tregua “temporal” antes de lanzar una invasión terrestre en Rafah.

Según el rotativo, Israel está interesado en la liberación de 33 secuestrados por razones humanitarias y agregó que el alto el fuego dependerá del número de israelíes liberados.

Asimismo, Israel ha dicho a la delegación egipcia que los preparativos para la operación en Rafah van en serio y que no permitirá a Hamás que se demore.

Hamás mantiene secuestrados desde el ataque del 7 de octubre a 133 personas, de las que se cree que cerca de la mitad podrían estar muertos.

Esto se produce en un momento en el que las conversaciones sobre un alto el fuego -mediado por Egipto, Catar y Estados Unidos- están atravesando un importante estancamiento y ante la ofensiva diplomática de El Cairo para evitar la invasión terrestre de Rafah.

Con información de EFE

Continue Reading

Internacional

Palacio de Buckingham estaría preparando el funeral del rey Carlos III

El pasado 5 de febrero el Rey Carlos III anunciaba al mundo, a través de un comunicado, que había sido diagnosticado de “una forma de cáncer”, descubierto tras someterse a una operación por agrandamiento de próstata varios días antes. Dicho texto, en el que no se daban detalles del tipo de tumor -aunque sí se aclaró que no sería de la próstata- se informaba que el monarca había decidido hacer pública su enfermedad para “evitar especulaciones” y con la “esperanza” de poder “ayudar a todos aquellos afectados por el cáncer”.

Desde entonces han pasado casi 3 meses, en los que el hijo de la Reina Isabel II, de 75 años, ha cancelado casi por completo su agenda oficial para someterse a un tratamiento contra la enfermedad del que apenas ha trascendido ninguna información, aunque se especula con que no sería ni quimioterapia, ni radioterapia, sino un método pionero y menos agresivo.

A pesar de que sus apariciones han sido contadas en este tiempo, y es evidente que ha perdido peso, lo cierto es que se le ha visto con muy buen estado. La última fue el 21 de abril -día en el que la Reina Isabel hubiese cumplido 98 años- cuando se dejó ver al volante de su propio coche con la Reina Camilla asistiendo a un servicio religioso en una iglesia cercana al Palacio de Balmoral, en Escocia.

Una imagen tranquilizadora que contrasta con las informaciones que se han dado en las últimas horas sobre el estado del Rey Carlos en medios de comunicación como el ‘New York Post’, donde se han atrevido a aventurar que la salud del soberano británico se estaría “deteriorando progresivamente”.

Según dicho periódico, la situación sería tan preocupante que Buckingham habría puesto en marcha la maquinaria para el “inminente funeral” del padre de los Príncipes Guillermo y Harry. Y es que a pesar de que continúa su batalla contra el cáncer, fuentes cercanas habrían revelado que se encuentra “mucho peor de lo que dejan entrever, realmente mal”.

De ahí que los preparativos para su funeral -que se pusieron en marcha por protocolo al día siguiente del entierro de Isabel II-, denominado “Operación Puente Menai” y planeado desde hace mucho tiempo, se estarían “actualizando activamente”, para que todo estuviese perfectamente detallado si el desenlace fuese próximo como especula la prensa norteamericana, ya que la británica mantiene un silencio absoluto sobre este tema.

Mientras los rumores sobre el empeoramiento de Carlos III no dejan de aumentar, nada se sabe del estado de Kate Middleton y de cómo está sobrellevando el tratamiento contra el cáncer que hizo público, acabando con las especulaciones, el pasado 22 de marzo en un vídeo que conmovió al mundo. Alejada del foco mediático y centrada en sus hijos y en su recuperación, la Princesa de Gales cuenta con el apoyo incondicional del Príncipe Guillermo, que ha reducido considerablemente su agenda para estar al lado de su mujer en estos durísimos momentos.

Cáncer en la familia real de Reino Unido

La noticia del cáncer de Kate Middleton es otro acontecimiento sorprendente para la familia real desde el anuncio de febrero de que el rey Carlos III estaba siendo tratado por un tipo de cáncer no especificado que fue detectado mientras se sometía a un procedimiento por un agrandamiento benigno de la próstata.

El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo en un comunicado que Kate “ha demostrado una valentía tremenda” al revelar esta noticia al pueblo británico.

“En las últimas semanas, Kate ha sido sometida a un intenso escrutinio y ha sido tratada injustamente por ciertos sectores de los medios de comunicación de todo el mundo y en las redes sociales”, comentó.

El rey Carlos III, de 75 años, se ha retirado de sus funciones públicas mientras recibe tratamiento contra el cáncer, aunque ha aparecido con frecuencia en fotografías durante reuniones con funcionarios y dignatarios del gobierno e incluso se le ha visto yendo a la iglesia.

Con información de Europa Press

Continue Reading