Politica

El tsunami electoral en Estados Unidos

En dos semanas se llevarán a cabo las elecciones en Estados Unidos y todo apunta a que los demócratas se llevarán la presidencia, la Cámara de Representantes y el Senado, el trío perfecto.

En casi cien años ningún candidato opositor tenía la ventaja que tiene Biden actualmente sobre el actual presidente, Donald Trump, quien busca permanecer en la Casa Blanca otros cuatro años más.

Para este 3 de noviembre están en juego 35 senadurías, 23 de ellas ocupadas aún por republicanos. De conseguir al menos cuatro de ellas los demócratas obtendrán el control de la Cámara Alta.

Por otro lado, para ninguna democracia es sano que un solo partido acapare todo, pero los demócratas se posicionan como favoritos en Estados Unidos por el rechazo de la mayoría de los ciudadanos a la confrontación, pues el país va por mal camino y los votantes están consientes de eso.

Por una parte, el racismo no es un reclamo propio de la comunidad negra, sino por la mayoría de la población de diferentes etnias, incluso entre militantes del partido republicano.

Hace apenas dos semanas, el senador por el estado de Georgia, David Perdue, en campaña en apoyo a Trump comenzó a burlarse del nombre de la candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris, asegurando no saber “que significa eso” (su nombre), comentario dicho entre risas micrófono en mano.

En respuesta, su contrincante demócrata, Jon Ossoff, recibió donativos para su campaña proveniente de 60 mil personas, llegando a sumar 800 mil dólares, una avalancha de donaciones similar para los aspirantes demócratas al Senado.

Los candidatos demócratas están recibiendo casi cuatro veces más que los republicanos, según datos recopilados por The Washington Post.

No solo en las aportaciones en dinero se ha visto un cambio, pues el fervor volcado a los buzones de votaciones anticipadas han ocasionado filas kilométricas de personas en espera de emitir su voto, algo nunca visto en la historia del país, generando el voto 15 millones de personas y convirtiéndose en estandarte contra la irresponsabilidad populista de la actual administración.

Esto se ha convertido en la respuesta a la estrategia del gobierno ante la pandemia de COVID-19, en la que el país más poderoso del mundo concentra el 20% de las muertes a causa del virus y cuya población total a nivel mundial apenas es el 4%.

Este mal manejo de la pandemia fue un ataque directo a la economía estadounidense, cuyas cifras alcanzaron los 12 millones de desempleados, convirtiéndose esta en la recesión más fuerte en los últimos cien años.

Durante el mes de mayo, ocho millones de personas pasaron al límite de la pobreza al terminarse la ayuda federal, mientras que durante las primeras semanas de octubre, 886 mill personas han solicitado ayuda por desempleo.

En tanto que el discurso de odio generado por el presidente dejará su huella, aún cuando Trump abandone la Casa Blanca, por lo que en dos semanas se sabrá el futuro de la reconstrucción del alma estadounidense.

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