Los plazos se han cumplido y la Superliga se enfrentan esta semana ante la UEFA y ante la FIFA después de que un juzgado en Madrid remitiera el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea en mayo del 2021, donde se definirá el rumbo de la Superliga, la cual nació el 18 de abril del 2021.

Sin embargo, días después nueve de sus 12 equipos fundadores abandonaron el proyecto ante el descontento de sus aficionados y sus respectivas ligas. UEFA impuso sanciones y amenazó con dejar a estos equipos fuera de sus competencias oficiales y fue esta presión la que orilló a la Superliga a escudarse ante instituciones legales.

La Superliga, creada por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, argumenta que tanto UEFA como FIFA abusaron de una posición dominante bajo la ley de competencia en Europa al bloquear la formación de la Superliga y después al sancionar a los clubes fundadores.

Lo que pretenden en la Superliga es obtener luz verde para que se permita la organización y desarrollo de la liga, sin que los equipos involucrados en el proyecto sean sancionados, con el fin de “salvar al futbol”, al considerar que el modelo de competencia actual es insostenible económicamente.

Cabe recordar que los nueve clubes fundadores y que abandonaron en menos de 72 horas fueron Manchester United, Manchester City, Arsenal, Tottenham, Chelsea, Liverpool, Atlético de Madrid, Milán e Inter de Milán.

Estos equipos anunciaron su retiro de la Superliga el 21 de abril y en el caso de los clubes de la Premier League, se determinó una multa superior a los 20 millones de euros. Real Madrid, Barcelona y Juventus, se mantienen en el barco de dicha liga.

El caso es complejo, pues si bien la Superliga argumenta el bloqueo y la presión tanto de UEFA como de FIFA para orillar a nueve de esos 12 equipos fundadores a abandonar el proyecto, UEFA y FIFA podrán argumentar una especie de monopolio, cobijado por protestas que señalan a la liga de Florentino Pérez como una competencia cerrada o exclusiva para equipos poderosos.

El proyecto original fue señalado como un atentado a las estructuras y economías de las ligas locales, que de hecho ya había sido sacudidas económicamente por los efectos de la crisis de la pandemia. Los torneos de Copa, como la FA Cup, perdería su esencia, pues uno de los principales atractivos es ver a quipos de primer nivel enfrentando a clubes de divisiones inferiores en estadios modestos.

Por lo general, los casos que son analizados ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, reúnen de tres a cinco jueces, sin embargo, para el caso que involucra a la Superliga se ha destinado hasta 15 jueces, lo cual habla de la importancia del mismo y sus posibles consecuencias.

A partir del lunes 11 de julio comenzará la descarga de presentaciones orales por parte de los abogados de la Superliga y UEFA-FIFA. Cada una de las presentaciones no deben superar los 15 minutos y básicamente se trata de exponer los argumentos de cada parte. En esta etapa no veremos a personajes mdiáticos, como a Florentino Pérez, presidente de la Superliga, o a Joan Laporta, presidente del Barcelona y vicepresidente de la Superliga.

El martes 12 de julio será turno de los jueces, que una vez escuchadas las presentaciones orales realizarán preguntas a los involucrados y el siguiente paso será la publicación de un dictamen por parte del Tribunal, aunque éste no lo conoceremos sino hasta el mes de septiembre, si bien nos va, ya que la corte realizará un receso durante el verano.

De esta manera, nos esperan aún varios capítulos de esta novela que pinta para arrojar cambios importantes en cuanto a estructuras, formatos, calendario y premios económicos, sin importar si la Superliga recibe luz verde o no, y esto repercutirá de alguna manera en los aficionados en el sentido de las competencias a las que se dirijan sus equipos y con ello la parte de los derechos de transmisión y/o viajes para seguir al equipo directamente a los estadios. Esta historia continuará.

Con información de Sopitas