Con el trofeo del Australian Open y 21 títulos de Grand Slam en las vitrinas, Rafael Nadal se coronó en el Abierto Mexicano de Tenis para alcanzar los 91 títulos en toda su carrera. Esta es la cuarta ocasión que el español se queda con el ‘Guaje’ en Acapulco y la afición se fue más que contenta.

Una cancha central llena y con ambiente desde el arranque del torneo nos regaló experiencias inolvidables; ahora, la promesa de los organizadores es llevar a cabo una edición todavía más espectacular en el 30 aniversario del AMT en 2023.

Con el triunfo en sets corridos, Rafael Nadal consumó su cuarto título en el Abierto Mexicano de Tenis y con ello igualó a los máximos ganadores del torneo mexicano. Tanto el austriaco Thomas Muster como el español David Ferrer, consiguieron cuatro coronas en Acapulco.

Muster se llevó las primeras cuatro ediciones del torneo de manera consecutiva, entre 1993 y 1996, mientras que Ferrer se coronó en tres ediciones seguidas, de 2010 a 2012 y después en 2015. En tanto, Nadal comenzó su legado en 2005, repitió en 2013 y luego en 2020, antes de sumar la corona en 2022.

La cancha central del nuevo complejo se puso de gala desde muy temprano para recibir a todos los finalistas. Conforme cayó el atardecer, incrementó la emoción y en punto de las 19:00 horas llegó el momento de recibir a los tenistas para más tarde conocer a los campeones de dobles.

Después de dos intensos sets y de recibir todo el apoyo de la afición mexicana, Stefanos Tsitsipas y Feliciano López consumaron su primer título juntos. Del otro lado, Marcelo Arévalo y Jean-Julien Rojer se quedaron con el trofeo de segundo lugar y agradecieron a todos los presentes por el cálido recibimiento durante la semana del AMT 2022.

Por si fuera poco, los momentos históricos se mantuvieron durante todo el último día de actividad. Por ejemplo, las dos finales contaron con juezas de silla, algo que nunca había sucedido en un ATP 500. Raluca Alexander y Aurelie Tourte destacaron en los últimos juegos y claro, en los anteriores que oficiaron.

El español dejó en el camino a Denis Kudla, Stefan Kozlov, Tommy Paul y Daniil Medvedev para instalarse en la final. Ahí se encontró con un inspirado Cameron Norrie, que eliminó a Stefanos Tsitsipas en semifinales y dio una de las grandes sorpresas del toda la semana en Acapulco.

Con el primer set en la bolsa, Nadal arrancó con el pie derecho el segundo episodio y quebró de inmediato. Esto desató la molestia de Norrie, quien se ‘desquitó’ rompiendo la raqueta contra el piso. Algo similar a lo que ocurrió con Zverev, solo que esta vez no hubo agresión contra la jueza y el jugador se llevó su respectivo warning.

Sin embargo, no todo estaba perdido y el más consciente de ello era el británico. Es por eso que respondió la misma medicina: un quiebre que lo metió de lleno en la pelea. Desafortunadamente esto no le sirvió de mucho, porque Rafa Nadal aplicó la dosis una vez más e inclinó la balanza a su favor, esta vez de manera definitiva.

Con información de Sopitas