Conecta con nosotros

Internacional

Estados Unidos golpea con un arancel del 100% a las medicinas, pero la farmacia del mundo resiste

Publicado

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el 26 de septiembre la imposición de un arancel del 100% sobre las importaciones de medicamentos de marca o patentados, que entrará en vigor el 1 de octubre. La medida, destinada a forzar el retorno de la producción farmacéutica a suelo estadounidense, ha sacudido los mercados globales, pero deja un resquicio de alivio para la India, el mayor proveedor mundial de medicamentos genéricos.

La aplicación del arancel parece ser la culminación de una investigación iniciada en abril bajo la Sección 232, que analiza si las importaciones de medicamentos y componentes suponen un riesgo para la seguridad nacional. La tasa anunciada es menor a la amenazada inicialmente, que llegó a ser del 200%.

La clave para la industria india reside en una exclusión crucial: el arancel se aplica a “medicamentos de marca o patentados”, mientras que los genéricos, los principios activos y los productos intermedios quedarían exentos. Esto protege el núcleo del negocio de exportación de la India a Estados Unidos, un mercado que representa alrededor de 9.000 millones de dólares anuales y del que depende el 35% de sus exportaciones farmacéuticas totales.

Reacción inmediata: pánico en bolsa y un llamado a la calma

El anuncio provocó una caída inmediata en las acciones de las compañías farmacéuticas a nivel global. En la India, gigantes como Sun Pharmaceutical y Divi’s Laboratories vieron cómo sus títulos se desplomaban alrededor de un 2.5% y un 3.5%, respectivamente, arrastrando al índice sectorial Nifty Pharma a una pérdida superior al 2%.

A pesar de la volatilidad del mercado, los representantes de la industria india se apresuraron a enviar un mensaje de tranquilidad. Sudarshan Jain, de la Alianza Farmacéutica India (IPA), afirmó que, dado que las empresas indias exportan predominantemente genéricos, el impacto directo de la medida sería “muy pequeño”. Esta interpretación inicial optimista se basa en que la gran mayoría de las exportaciones indias consisten en genéricos que no caen bajo la definición de “patentados”.

La ambigüedad: el verdadero campo de batalla

El riesgo latente para la India no está en la norma tal como fue redactada, sino en su potencial interpretación y evolución futura. La definición de qué constituye exactamente un “medicamento de marca o patentado” sigue siendo ambigua. Esta incertidumbre deja abierta la puerta a que, en el futuro, la administración estadounidense pueda ampliar el alcance de la medida.

“La industria se enfrenta a múltiples frentes. Primero fue un arancel del 25%, luego del 50% por la compra de petróleo ruso, y ahora esta amenaza sobre los medicamentos”, explicó Ayush Abhijeet, director de inversiones de White Oak Capital Partners. Añadió que, aunque la economía india es mayormente impulsada por el consumo interno y puede absorber estos golpes, la acumulación de medidas crea nerviosismo entre los inversores.

Una jugada geopolítica más amplia

El arancel farmacéutico no es un hecho aislado, sino una pieza más en la política comercial agresiva de la administración Trump. Recientemente, Estados Unidos también elevó los aranceles generales sobre las exportaciones indias al 50%, citando como motivo la continuidad de las compras de petróleo ruso por parte de la India. Asimismo, una drástica subida en las tasas de visados H-1B afecta directamente a la mano de obra cualificada india.

Expertos en comercio, como los del think tank indio RIS, ven estas acciones como una presión para acelerar la negociación de un acuerdo comercial bilateral, que esperan se concrete en el próximo mes o dos. “India no cederá ante Estados Unidos, pero ambas partes necesitan un acuerdo que puedan vender como una victoria”, señaló Rajeev Kher, exalto funcionario del Ministerio de Comercio indio.

La exención por “producción en Estados Unidos”

La norma de Trump incluye una vía de escape: las empresas pueden eludir el arancel si demuestran que están construyendo plantas de producción en Estados Unidos. Esto ya ha desatado una ola de anuncios de inversión por parte de grandes multinacionales como Johnson & Johnson, Lilly y Novartis, que prometen miles de millones de dólares en nuevas fábricas.

Esta carrera por la relocalización, sin embargo, no es una solución inmediata. Establecer una nueva planta farmacéutica, con los estrictos controles de la FDA, puede llevar años, lo que significa que, a corto plazo, la dependencia de las importaciones continuará.

El panorama para la India: resistencia con pies de plomo

A corto plazo, la posición de la India parece sólida. Su dominio en el mercado de genéricos es difícil de reemplazar rápidamente. Como señala el analista Ayush Abhijeet, “los exportadores de genéricos son competitivos y hay pocas alternativas, por lo que una gran parte de cualquier arancel futuro se traspasaría al consumidor final” estadounidense.

No obstante, el gobierno del primer ministro Narendra Modi está impulsando con fuerza la estrategia “Make in India” y la búsqueda de acuerdos comerciales con otros países para diversificar sus mercados y reducir la dependencia de Estados Unidos. La resiliencia de la “farmacia del mundo” se verá determinada por su capacidad para navegar esta compleja tormenta geopolítica manteniendo su competitividad en el sector que mejor domina: los medicamentos asequibles.

Agrega un comentario

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *