Internacional
Cárteles ofrecen recompensas por agentes de ICE, dice Kristi Noem

la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, denunció públicamente que estas organizaciones criminales han puesto precio a las cabezas de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ofreciendo recompensas por su captura o asesinato.
Las declaraciones de Noem, realizadas en entrevista con Fox News y posteriormente reforzadas en sus redes sociales, detallan que los cárteles ofrecen $2,000 dólares por el secuestro de agentes y hasta $10,000 por su ejecución. “Pandillas, miembros de cárteles y organizaciones terroristas conocidas han puesto recompensas por las cabezas de varios de nuestros agentes del orden”, afirmó la funcionaria, aunque sin identificar específicamente qué grupos criminales estarían detrás de estas amenazas.
Fotografías de agentes circulan en redes criminales
La advertencia se produce mientras agencias de inteligencia estadounidenses han detectado que, a pesar de que muchos agentes de ICE cubren sus rostros durante las controvertidas operaciones de deportación masiva, sus fotografías ya circulan activamente entre redes criminales, identificando así a sus blancos potenciales.
Este anuncio coincide con la continuada retórica del gobierno que describe la lucha contra los cárteles como un “conflicto armado”, terminología utilizada recientemente por el propio expresidente Trump, y se enmarca dentro de una estrategia más amplia que incluye el despliegue de la Guardia Nacional en ciudades como Washington D.C. y Chicago, zonas que algunas voces dentro de la administración han llegado a calificar como “zonas de guerra” debido a la oposición a las políticas antinmigrantes.
Contexto de tensiones crecientes
En medio de estas revelaciones, Noem introdujo un elemento adicional al debate al mencionar “la libertad de expresión” en relación con las protestas contra las deportaciones, afirmando que la situación actual representa “el estado de derecho contra la anarquía”.
Las autoridades han implementado ya medidas adicionales de protección para los agentes de ICE, mientras la guerra declarada contra los cárteles mexicanos parece entrar en una fase más peligrosa y personal, transformando lo que era una lucha institucional contra el narcotráfico en un conflicto directo contra los funcionarios que la ejecutan.
