Internacional
¿Cuál fue el primer país en elegir popularmente a sus jueces?

A 13 años de que Bolivia se convirtiera en el primer país del mundo en elegir jueces mediante voto popular, México se prepara para implementar una reforma en el mismo sentido, generando un intenso debate sobre los riesgos y beneficios del sistema.
Ambos países buscan democratizar la elección de magistrados y jueces. Sin embargo, mientras Bolivia ya ha probado este modelo con resultados polémicos, en México crecen las preocupaciones sobre la independencia judicial y el posible riesgo de politización.
Contexto de Bolivia y México
Bolivia adoptó este sistema en 2011, bajo el gobierno de Evo Morales, como parte de una estrategia para reducir la influencia de las élites sobre el poder judicial. Los ciudadanos eligen a los magistrados de los principales tribunales del país, incluyendo el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional, entre otros.
En México, la reforma tiene como objetivo cambiar el proceso de selección de jueces y magistrados federales, incluyendo a los integrantes del Tribunal Electoral y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Actualmente, los jueces son designados por el Consejo de la Judicatura, y los integrantes de los tribunales superiores son propuestos por el presidente y ratificados por el Senado. La nueva propuesta sugiere que los ciudadanos elijan directamente a estos funcionarios en comicios programados para 2025 y 2027.
Proceso electoral y selección de candidatos
En Bolivia, los candidatos a jueces son preseleccionados por la Asamblea Legislativa Plurinacional con base en méritos y experiencia, y posteriormente, sus nombres son sometidos al voto ciudadano. Las campañas políticas están estrictamente limitadas, y los ciudadanos votan sin necesidad de formación legal.
En México, la reforma elimina la tradicional carrera judicial y plantea que los candidatos sean propuestos por los tres poderes del Estado para ser elegidos directamente por el electorado. Las primeras elecciones incluirían a ministros de la Suprema Corte y a la mitad de los jueces y magistrados de distrito.
Preocupaciones sobre la independencia judicial
El sistema boliviano ha enfrentado críticas por su falta de independencia, ya que la preselección de candidatos recae en la Asamblea Legislativa, controlada por el partido mayoritario. Además, la baja participación y el alto número de votos nulos y en blanco han generado dudas sobre la legitimidad del proceso.
En México, surgen preocupaciones similares. Algunos críticos temen que la selección de candidatos por instancias políticas pueda comprometer la imparcialidad de los jueces y que estos se vean más expuestos a presiones populistas o electorales.
Argumentos a favor y en contra
En Bolivia, el principal objetivo de la votación popular era democratizar el sistema judicial y dar a los ciudadanos la oportunidad de elegir a sus magistrados, con la esperanza de combatir la corrupción. No obstante, los resultados han sido cuestionados, y muchos consideran que la independencia judicial sigue comprometida.
En México, los defensores de la reforma argumentan que la elección directa de jueces reduciría la influencia del Ejecutivo y el Legislativo, promoviendo una justicia más independiente. Sin embargo, los opositores advierten que podría politizar aún más el sistema y hacer que los jueces tomen decisiones influenciadas por la opinión pública o los intereses partidistas, lo que pondría en riesgo la imparcialidad y la certidumbre jurídica.
Impacto en el sistema judicial
En Bolivia, la implementación del voto popular no ha logrado resolver los problemas de corrupción ni mejorar la eficiencia del sistema judicial, que sigue siendo fuertemente criticado. México enfrenta un futuro incierto en este sentido, pero los expertos temen que la reforma pueda llevar a una mayor politización y afectar la estabilidad jurídica necesaria para el desarrollo económico y la inversión extranjera.
El cambio también podría influir en cómo los jueces interpretan la Constitución y las leyes, dependiendo de las dinámicas electorales. Además, el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial podría actuar en contra de los jueces cuyos fallos no satisfagan al Ejecutivo.
Participación ciudadana
La baja participación ciudadana ha sido un problema persistente en Bolivia, donde, a pesar de que el voto es obligatorio, muchos optan por anularlo o emitirlo en blanco, reflejando una falta de confianza en el sistema.
En México, se teme que el gran número de vacantes y candidatos en las elecciones judiciales dificulte la toma de decisiones informadas por parte de los votantes, complicando aún más la legitimidad de este nuevo modelo.
El futuro de la justicia en México está por definirse, pero lo que es claro es que la elección popular de jueces podría transformar radicalmente el panorama judicial del país.
