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Internacional

Estados Unidos y China reanudan conversaciones para extender la tregua arancelaria

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Altos funcionarios de Estados Unidos y China iniciaron este lunes en Estocolmo una nueva ronda de negociaciones de alto nivel, con el objetivo de prorrogar la actual tregua arancelaria antes de su vencimiento a mediados de agosto y abordar tensiones en temas comerciales y de seguridad económica.

Las delegaciones, encabezadas por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, permanecerán en la capital sueca hasta el martes. Esta es la tercera reunión entre ambos equipos en menos de tres meses, reflejo de los esfuerzos por estabilizar una relación bilateral marcada por los aranceles, las sanciones y la competencia tecnológica.

Entre los temas centrales de la agenda se encuentran la posible extensión de la tregua comercial, los gravámenes estadounidenses vinculados al tráfico de fentanilo y las controvertidas compras chinas de petróleo procedente de Rusia e Irán, países sujetos a sanciones internacionales.

Trump asegura avances con Pekín

El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró recientemente que las conversaciones con China están progresando. “Estamos muy cerca de un acuerdo. De hecho, prácticamente ya lo tenemos”, declaró desde Escocia, donde anunció un nuevo pacto comercial con la Unión Europea, previo a la fecha límite del 1 de agosto para cerrar acuerdos con varios países.

Según el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, los avances con la UE y Japón fortalecen la posición de Washington ante Pekín. “Llegamos a estas reuniones con mucha fuerza”, afirmó Greer en una entrevista con MSNBC.

Fentanilo y controles a exportaciones, puntos críticos

Uno de los principales focos de tensión es el arancel del 20 % impuesto por Washington a productos vinculados al fentanilo, en respuesta a acusaciones de que empresas chinas suministran insumos químicos clave para su fabricación. Aunque Pekín ha negado responsabilidad directa, recientemente endureció los controles sobre dos precursores químicos, una medida que Trump elogió públicamente.

No obstante, fuentes cercanas a las negociaciones reconocen que EE.UU. considera insuficientes estas acciones, dado que responden a estándares establecidos por la ONU. La eliminación del arancel durante esta ronda es poco probable, aunque se reconoce que la postura del presidente Trump puede cambiar rápidamente.

China, por su parte, estaría dispuesta a ampliar la cooperación en este ámbito, siempre y cuando Washington deje de culpar a Pekín por lo que consideran un problema doméstico estadounidense, y aporte pruebas claras sobre las acusaciones.

La disputa por tierras raras y chips

Otro eje crucial de las conversaciones gira en torno al control chino sobre los imanes de tierras raras —materiales esenciales en industrias de alta tecnología y defensa— y las restricciones estadounidenses a la exportación de chips avanzados utilizados en inteligencia artificial.

Ambos países han empezado a mostrar señales de distensión. Pekín ha incrementado sus exportaciones de tierras raras, mientras que EE.UU. ha relajado las restricciones a la venta de semiconductores menos sofisticados.

Además, en un gesto considerado como señal de buena voluntad, el gobierno chino suspendió recientemente una investigación antimonopolio sobre la filial local de la empresa química estadounidense DuPont de Nemours.

Petróleo sancionado y disputas energéticas

Las compras chinas de crudo a Rusia e Irán, ambas bajo sanciones internacionales, también están sobre la mesa. Aunque medios estatales chinos han rechazado cualquier intento de EE.UU. de presionar en este frente, funcionarios estadounidenses consideran el tema una prioridad.

En contraste, las importaciones chinas de petróleo, gas natural licuado y carbón procedentes de EE.UU. cayeron a cero en junio, el nivel más bajo en tres años, debido a los aranceles chinos de entre 10 % y 15 % que aún siguen vigentes.

Suecia como sede neutral

La ministra de Finanzas sueca, Elisabeth Svantesson, reveló que representantes de ambas potencias propusieron realizar las conversaciones en Estocolmo durante una reunión del G20 en Sudáfrica. Suecia ha sido un terreno neutral para facilitar el diálogo entre las dos economías más grandes del mundo.

Expectativas empresariales

El sector empresarial estadounidense sigue observando las negociaciones con optimismo. Sean Stein, presidente del Consejo Empresarial EE.UU.-China, destacó que la cooperación en materia de fentanilo podría destrabar avances más amplios. “Eso puede reducir aranceles, facilitar las exportaciones agrícolas y energéticas y abrir nuevos mercados”, indicó en entrevista con Bloomberg TV.

El exceso de capacidad manufacturera en China también figura como preocupación de EE.UU. Bessent expresó que su país espera ver a China moderar su producción industrial y avanzar hacia una economía más centrada en el consumo interno.

Las conversaciones de Estocolmo podrían ser clave para una eventual reunión entre Trump y el presidente chino Xi Jinping hacia finales de año, posiblemente en el marco de una cumbre internacional en Corea del Sur. Aunque Xi ha invitado formalmente a Trump a visitar China, aún no se ha concretado una fecha.

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