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Bolivia marca el fin de una era: derecha dominará segunda vuelta presidencial

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El panorama político boliviano experimentó un terremoto electoral este domingo cuando los votantes relegaron al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido que gobernó el país durante 19 años, a un marginal tercer lugar con apenas 3.2% de los votos. Según los conteos preliminares, la segunda vuelta presidencial del 19 de octubre será un inédito duelo entre dos candidatos de derecha: el empresario Rodrigo Paz (32.18%) y el expresidente Jorge “Tuto” Quiroga (26.85%).

La debacle del MAS representa un punto de inflexión en la historia reciente de Bolivia. Analistas coinciden en que el resultado refleja un profundo cansancio ciudadano hacia el partido fundado por Evo Morales, agravado por los visibles enfrentamientos entre el expresidente Morales y el saliente mandatario Luis Arce durante los últimos meses. “El electorado no solo castigó al oficialismo, sino que rechazó todo el modelo político que representaban”, explicó el analista político Carlos Cordero.

El candidato oficialista Eduardo del Castillo, quien en algún momento fue considerado el heredero natural del proyecto masista, terminó relegado al quinto lugar, incluso por detrás de otras alternativas de centroizquierda. Este descalabro contrasta con las elecciones de 2020, cuando el MAS obtuvo el 55% de los votos en primera vuelta.

La sorpresa negativa la protagonizó Samuel Doria Medina, quien pese a aparecer como favorito en varias encuestas previas, solo consiguió un 19.9% de apoyo. Su desempeño decepcionante demostró que los bolivianos, particularmente los menores de 40 años que representan el 62% del padrón, buscan alternativas alejadas tanto del masismo como de los políticos tradicionales.

Rodrigo Paz, líder del Partido Demócrata Cristiano, emergió como el gran triunfador de la jornada. El empresario de telecomunicaciones logró capitalizar el descontento con una plataforma que combina reformas económicas liberales con ciertas garantías sociales. “Bolivia ha hablado claro: quiere un cambio verdadero, no más de lo mismo”, declaró Paz en su primer discurso como finalista.

Por su parte, Jorge “Tuto” Quiroga, quien ya ocupó la presidencia brevemente entre 2001 y 2002, representará la opción más conservadora en la segunda vuelta. Su campaña se ha centrado en restablecer relaciones con Estados Unidos y atraer inversión extranjera, prometiendo “reintegrar a Bolivia al mundo”.

El escenario que se avecina marca un giro histórico para el país andino, que por primera vez en dos décadas tendrá un gobierno no vinculado al socialismo del siglo XXI. Este resultado se suma a una tendencia regional que ha visto caer a varios gobiernos de izquierda en América del Sur durante los últimos años, consolidando lo que algunos analistas llaman el “fin del ciclo progresista”.

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