Deportes
Casa Blanca sugiere que nuevo estadio de Washington Commanders lleve el nombre de Donald Trump
La Casa Blanca ha lanzado una insólita propuesta: que el futuro estadio de los Washington Commanders de la NFL lleve el nombre del presidente Donald Trump, según declaraciones de su secretaria de prensa, Karoline Leavitt, quien argumentó que fue gracias al mandatario que se aprobó la construcción de la nueva sede del equipo.
“Seguramente sería un nombre hermoso, ya que fue el presidente Trump quien hizo posible la reconstrucción del nuevo estadio”, afirmó Leavitt, en lo que representa un temprano acercamiento para nombrar un recinto que comenzaría a construirse en 2026 y que estaría listo hasta 2030.
Antecedentes de presión presidencial
La propuesta no llega en un vacío político. En junio de 2025, Trump había amenazado con cancelar el proyecto si la franquicia no regresaba a su antiguo nombre, “Washington Redskins”, una denominación considerada ofensiva para comunidades nativas americanas y que el equipo abandonó en 2020 tras años de controversia.
Sin embargo, Leavitt omitió esta circunstancia en sus declaraciones recientes, enfocándose únicamente en el papel de Trump como facilitador del proyecto.
Mecanismos de decisión y horizonte temporal
Contrario a lo que podría sugerir la intervención presidencial, la última palabra sobre la denominación del estadio no corresponde al equipo ni a la Casa Blanca, sino al Consejo del Distrito de Columbia, entidad que supervisa el desarrollo en los terrenos federales donde se erigirá el nuevo complejo.
El proceso probablemente incluirá la evaluación de múltiples propuestas comerciales, dado el valor de mercado que representa ponerle nombre a un estadio de la NFL en la capital estadounidense.
El nuevo recinto se construirá en los terrenos que ocupaba el antiguo Estadio RFK, sede histórica del equipo entre 1961 y 1996, marcando así el regreso de la franquicia a su localización original.
La polémica iniciativa de la Casa Blanca añade un capítulo más a la relación entre Trump y la NFL, que ha sido compleja desde su campaña presidencial de 2017, cuando criticó a jugadores que se arrodillaban durante el himno nacional para protestar contra la injusticia racial.











