Chihuahua se blinda contra plaga que amenaza al ganado mexicano

El Gobierno del Estado de Chihuahua, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural y por instrucción de la gobernadora Maru Campos, puso en marcha un programa integral para prevenir la propagación del Gusano Barrenador del Ganado (GBG), tras su reciente detección en seis estados del sur del país.

Como parte de este esfuerzo, la administración estatal ha destinado una inversión total de 21.5 millones de pesos para fortalecer la sanidad pecuaria, de los cuales 20 millones se enfocan directamente en esta estrategia preventiva. A la par, se habilitaron créditos emergentes de hasta 250 mil pesos para apoyar a pequeños y medianos productores.

Entre las principales acciones destacan la capacitación de 3,400 productores en 46 municipios, incluyendo a 1,860 participantes del Programa Estatal de Vigilancia del GBG. Asimismo, se realizan inspecciones sistemáticas del ganado para detectar posibles casos de infestación.

Se conformó también un Grupo Estatal para el Control del GBG, integrado por inspectores, personal del Comité Estatal de Fomento y Protección Pecuaria y representantes de asociaciones ganaderas. A estos se les distribuyeron 60 kits especializados para la detección temprana y el reporte de posibles casos de miasis.

Como parte del fortalecimiento del personal técnico, se acreditaron 195 médicos veterinarios zootecnistas para el manejo del GBG, y se contrataron profesionales certificados específicamente para atender esta problemática, con una inversión adicional de 8.5 millones de pesos para asegurar una atención oportuna y especializada.

En materia de difusión, se han distribuido 9,000 trípticos técnicos, 236 pósters informativos, además de lonas y espectaculares colocados en puntos estratégicos del estado.

Los 11.5 millones de pesos restantes del presupuesto asignado al programa se destinan a la capacitación de productores y personal operativo, así como al fortalecimiento de puntos cuarentenarios. Estas acciones incluyen la implementación de protocolos de inspección, monitoreo permanente y operación de puntos de control sanitario, a fin de garantizar la trazabilidad y sanidad del ganado.

Gracias a estas medidas, Chihuahua se mantiene libre del Gusano Barrenador, fortaleciendo su estatus sanitario y abriendo la puerta a la reactivación de la exportación de ganado hacia Estados Unidos.