Economía
China responde con firmeza a las amenazas arancelarias de Estados Unidos
En medio de un creciente conflicto comercial, China ha dejado en claro que no se doblegará ante las recientes amenazas arancelarias impuestas por el gobierno de Donald Trump. A pesar de la posibilidad de nuevos gravámenes del 50%, Pekín se mantiene firme en su postura de no retirar las respuestas a los aranceles recíprocos que entraron en vigor la semana pasada.
El gobierno chino, liderado por Xi Jinping, ha calificado la política comercial de Estados Unidos como “chantajista”. A través de un comunicado del Ministerio de Comercio, se enfatizó que “China nunca aceptará esta presión” y advirtió que, si Estados Unidos continúa por este camino, “luchará hasta el final”.
Desde 2017, año en que se inició la primera guerra comercial durante el mandato de Trump, China ha estado preparando su estrategia. Especialistas indican que, a diferencia de la aparente imprevisibilidad de Estados Unidos, la respuesta de China ha sido meticulosamente planificada. En un editorial del Diario del Pueblo, portavoz oficial del Partido Comunista, se expresó que el país ha demostrado resiliencia, afirmando que “cuanta más presión recibimos, más fuertes nos volvemos”.
La situación se complica aún más con la intervención de figuras influyentes como Elon Musk, quien, según informes, solicitó a Trump que reconsiderara los aranceles. Sin embargo, la administración estadounidense no mostró signos de cambio, lo que ha llevado a analistas a cuestionar la lógica detrás de estas decisiones que, a su juicio, podrían perjudicar a su propia nación.
Ryan Hass, investigador en la Brookings Institution, sostiene que la estrategia arancelaria de Trump podría, irónicamente, debilitar la posición global de Estados Unidos, permitiendo a China posicionarse como un actor clave en una nueva era de la globalización.
El portavoz de la embajada china en Estados Unidos, Liu Pengyu, también hizo eco de estas preocupaciones, subrayando que “presionar o amenazar a China no es la forma correcta de interactuar”. La tensión entre ambas potencias sigue aumentando, dejando en suspenso el futuro de sus relaciones comerciales y la economía global.











