El Gacetillero
Confunde el pie de su esposa con una serpiente y se lo destroza
Una mujer resultó con lesiones muy graves luego de que su esposo le pegara con un fierro en su pie creyendo que era una serpiente.
El insólito hecho ocurrió cuando el hombre fue al baño y regresó a la cama para seguir durmiendo y notó que de la sábana de la cama salía una víbora, sin embargo se trataba del pie de su esposa, quien se había ido a dormir con una pijama enteriza con estampado de serpiente.
Su esposo creyó que se trataba de una serpiente real, tomó un palo y golpeó su pie fuertemente hasta destrozárselo. La mujer gritaba del dolor mientras que su esposo asombrado se puso nervioso y habló al número de emergencias.
Minutos después elementos de socorro la trasladaron a un hospital para que fuera atendida. Los doctores encontraron diversas fracturas en sus huesos. La herida se encuentra en proceso de recuperación.
Aunque no se ha dado a conocer con exactitud en qué parte fue, sin duda ha causado asombro en los usuarios, pues el caso ya se está viralizando.
Este y más casos insólitos se están viralizando, como otro que tuvo mucho impacto en los usuarios, y es el de unas personas desconocidas que se metieron a una casa ajena a limpiar. Sí, sonará extraño pero pasó en una casa de Massachussets, en donde solo se metieron a limpiar y no a robar, como generalmente pasa.
El singular hecho sucedió el pasado 15 de mayo en la ciudad de Marlborough, en Massachussets (EU). Nate Roman, de 44 años, regresaba a su casa en compañía de su hijo de 5 años tras haberse ausentado durante el día por el trabajo.
Al regresar, el niñó notó que la puerta trasera de la vivienda estaba abierta. El padre, alarmado, revisó cada habitación de la casa y, para su sorpresa, se dio cuenta de que todo había sido limpiado y ordenado escrupulosamente.
Toda la casa había sido ordenada a excepción de la cocina: la cama del niño había sido tendida y sus juguetes, que habían quedado desaordenados en la mañana, estaban en su sitio; las alfombras habían sido aspiradas y en el baño, escrupulosamente limpio, un origami de papel higiénico en forma de rosa reposaba sobre el rollo.
El hombre, que creyó haber dejado la puerta abierta y olvidado encender la alarma, se preocupó al pensar que alguien más estuviera en su vivienda, pero a pesar de que revisó todo no encontró a nadie y se dio cuenta de que ningún objeto había sido robado.