Crisis en el fútbol turco: suspenden a 149 árbitros por apuestas ilegales

El fútbol turco enfrenta una de las mayores crisis de credibilidad en su historia tras la suspensión de 149 árbitros y asistentes por su participación en apuestas ilegales, un escándalo que ha sacudido los cimientos de la integridad deportiva en el país y que resuena a nivel internacional.

Entre los sancionados, cuya suspensión oscila entre 8 y 12 meses, se encuentran 7 árbitros centrales y 15 asistentes que officiaban en la primera división, según confirmó la Federación Turca de Fútbol (TFF).

Investigación reveladora y cifras alarmantes

La investigación, iniciada el pasado 27 de octubre, reveló que 371 de los 570 árbitros bajo supervisión de la federación mantenían cuentas en casas de apuestas, y al menos 152 realizaban apuestas de manera activa, violando los códigos éticos del organismo.

Uno de los casos más graves detectados por la prensa local —según el diario ‘Habertürk’— es el de un árbitro que realizó 18,227 apuestas, mientras que otros 42 habrían apostado en alrededor de mil partidos cada uno.

“La reputación del fútbol turco se construye sobre la santidad del esfuerzo en el campo y la integridad inquebrantable de la justicia. Cualquier acto que traicione estos valores no es meramente una violación de las reglas, sino una ruptura de la confianza”, declaró İbrahim Hacıosmanoğlu, presidente de la TFF.

Amplitud de la investigación y posibles consecuencias

La pesquisa no se limita a los árbitros. Según los mismos medios, la investigación se ha extendido a unos 3,700 jugadores y varios directivos de clubes, lo que augura una reestructuración profunda del fútbol profesional en Turquía.

Aunque la magnitud de las apuestas abre la puerta a sospechas de amaño de cientos de partidos, la federación ha descartado, por el momento, revisar la validez de los encuentros o repetir alguno de ellos.

Repercusión internacional y contexto global

Este caso se produce en un contexto de alerta global sobre la relación entre el deporte y las apuestas, días después de que la NBA suspendiera a figuras reconocidas por infracciones similares.

Como consecuencia inmediata, se espera que árbitros extranjeros sean contratados para dirigir partidos en la liga turca, una medida que recuerda las declaraciones del entrenador portugués José Mourinho, quien el año pasado, tras un partido del Fenerbahçe, agradeció que el árbitro fuera esloveno, insinuando desconfianza hacia la imparcialidad de los colegiados locales.