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El hogar, el lugar más peligroso: el 60% de los feminicidios son cometidos por parejas o familiares
Al menos 50,000 mujeres y niñas fueron asesinadas en 2024 por sus parejas o familiares cercanos en todo el mundo, según revela un informe conjunto de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) y ONU Mujeres publicado con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El estudio, que analiza los feminicidios a nivel global, determina que aproximadamente el 60% de los 80,000 asesinatos de mujeres registrados el año pasado fueron cometidos por personas de su círculo más íntimo, confirmando que el hogar representa el espacio de mayor riesgo para las mujeres. En contraste, solo el 11% de los hombres asesinados murieron a manos de parejas o parientes.
Violencia digital: la nueva frontera del maltrato
Sarah Hendriks, directora de Políticas de ONU Mujeres, advirtió que “los femicidios no ocurren de forma aislada. A menudo se sitúan en un ciclo de violencia que puede comenzar con comportamientos de control, amenazas y acoso, incluso en línea”.
El documento alerta sobre cómo las nuevas tecnologías han exacerbado la violencia contra las mujeres, citando como ejemplos la difusión no consentida de imágenes, los videos ultrafalsos y el ciberacoso. Un análisis de 41 feminicidios en Reino Unido reveló que en casi el 60% de los casos el agresor había utilizado tecnología para ejercer control coercitivo sobre la víctima antes del asesinato.
Desigualdad estructural y patrones regionales
El informe atribuye estos crímenes a “normas sociales y estereotipos que consideran a las mujeres subordinadas a los hombres”, así como a la discriminación sistémica y las relaciones de poder desiguales. África se identifica como la región con la tasa más alta de feminicidios por parte de parejas o familiares, seguida por América, Oceanía, Asia y Europa.
Si bien América mantiene tasas similares a las de 2010, Europa experimenta una disminución constante, particularmente en los países del sur y norte del continente. España se encuentra entre las naciones con menores índices, mientras Europa del Este registra tasas que duplican las del sur europeo.
Prevención y esperanza
El estudio subraya que estos crímenes representan “el trágico final de un patrón de violencia continua” y, por tanto, son evitables con intervenciones oportunas. Entre las estrategias recomendadas destacan la educación para modificar actitudes, la criminalización específica del feminicidio, la creación de unidades especializadas en fuerzas de seguridad y sistemas judiciales, y campañas de concienciación.
Movimientos como ‘Ni Una Menos’ y ‘Me Too’ son reconocidos como fundamentales para aumentar la conciencia pública y condenar los comportamientos machistas que perpetúan la violencia de género, demostrando que el cambio social es posible cuando se aborda colectivamente esta problemática.








