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Politica

El Mercado Informal: un análisis al tema de las drogas

Publicado

Por Nicolás Kosturakis. Egresado en Análisis y Economía por la universidad de Georgetown y la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.

Durante la administración de Enrique Peña Nieto el United Nations World Drug Report, Reporte Anual de la Droga de las Naciones Unidas, informó sobre el número de consumidores y el número de decesos relacionados con las drogas, en informes anteriores había estimado el valor del mercado en más de 13 mil millones de dólares a nivel de producción, 94 mil millones al nivel precio de mayoreo, y al billón de dólares basado en los precios del menudeo tomando tamaños y otras pérdidas en la cuenta.

Durante dicha etapa se estima que alrededor de 243 millones de personas, es decir, el 5.2 % de la población mundial entre 15 y 64 años consumieron algún tipo de droga al menos una vez al año y la tendencia ha ido en aumento, pasando de 211 en 2007 a 243 millones en 2012, incrementándose un 7%.

Estados Unidos, el principal socio comercial de México, tuvo un incremento de 14 a 16% en los consumidores de los distintos tipos de estupefacientes. Fue el mayor incremento en la última década, aumentando de 14.9 % cada año a 16 % durante el sexenio

En cuanto a la oferta y demanda, existen varias hipótesis en donde se afirma que entre mayores son los decomisos, mayor es el precio. En la relación decomiso y precio, existe una reducción de la oferta por las políticas del Gobierno Federal y un aumento en el precio.

El Gobierno de los Estados Unidos ha señalado constantemente, a través de diversas declaraciones sobre el aumento en el precio de algunas drogas. El precio regular del gramo del clorhidrato de cocaína aumentó un 21% de 97.01 a 117.72 dls del primer cuarto al segundo cuarto del año de la administración de Donald Trump, esto de acuerdo con la Agencia Antidrogas de los EE.UU, de la misma forma la pureza, analizada por la Agencia decreció en un 12 %, de 66.99 %a 58.79 % en ese gobierno.

Sin embargo, la Oficina para Latinoamérica en Washington, un grupo de defensa en la ciudad de Washington realizó un reporte en donde señala que si bien en el corto plazo ha habido un ligero aumento, en el largo plazo hubo una reducción generalizada en los precios, esto a pesar de los ocasionales incrementos, indicando que los decomisos y la lucha en específico contra el consumo no ha dado resultados. Según datos de la ONU, si bien hubo un ligero decremento en su consumo la pureza de la cocaína en los Estados Unidos se incrementó de un 2 a un 3%.

En cuanto al combate a la producción México ha realizado en las últimas décadas un papel importante, los números ubican a nuestro país en el primer lugar en erradicación de cannabis y entre los primeros en decomisos de clorhidrato junto con los Estados Unidos. Los datos incluyen aseguramientos no solo de estupefacientes sino de vehículos de transporte, aeronaves, pistas clandestinas, armas y personas detenidas.

Según el Reporte Anual de las Naciones Unidas durante la última década en el porcentaje total en kg por país con mayor nivel de confiscación en el mundo son México con 25 %, EE.UU. 22%, Bolivia 17%, Nigeria 5% y Colombia 4%. En la confiscación de cannabis por ejemplo México se mantuvo por encima de los Estados Unidos durante el Gobierno de Vicente Fox.

Si bien el precio de la droga ha disminuido a lo largo de los años lo que sí ha aumentado es el índice de homicidios y la inseguridad lo cual coloca a Norteamérica con índices de violencia en algunas entidades entre las 50 más inseguras en el mundo, en la lista se incluyen principalmente ciudades latinoamericanas y de los Estados Unidos como Baltimore, Sant Louis, Nuevo Orleans, entre otras.

En el mundo se estima que alrededor de 183,000 personas mueren relacionados con el tema de las drogas, esto corresponde a una mortalidad de 40.0 por cada millón de personas entre la población de 15 a 64 años.

En promedio la cantidad de demanda por año de estupefacientes ya sea en datos porcentuales o en número de habitantes ha aumentado en términos generales en las últimas décadas tanto con los datos de la NDCS como del Gobierno Federal Mexicano, mientras que el número de kilogramos asegurados en los Estados Unidos si bien ha aumentado, este sigue siendo menor al aumento del consumo que es de casi un 20%.

La diferencia en la variación del consumo de unos datos a otros sigue siendo similar con una diferencia de alrededor de 30% pero que sin embargo ambos no dejan de ser altos.

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Según el reporte de la ONU la política del combate a la oferta para disminuir el consumo no ha dado resultados en las últimas décadas. La cantidad de oferta aumenta en proporción al crecimiento de población del principal mercado de consumidores que es los Estados Unidos y en proporción al aumento en el combate a la oferta.

Si los Gobiernos comenzaran a aplicar una política de legalización y no de prohibición, automáticamente tomaría control de los consumidores, situación que no tiene, ya que así podría decidir qué tipo de drogas permitir, hacia qué estratos sociales se puede dirigir, grupos, edad de cada consumidor además de imponer un impuesto para controlar y disminuir su consumo y bajo qué restricciones ya sea en determinadas zonas, poblados etc.

La legalización no terminaría de tajo con la criminalidad ya que si bien es parte importante de la solución no es la única, en el tema de la seguridad se requiere incluir el asunto del mejoramiento del Sistema de Justicia, las cárceles, el combate a la corrupción, la implementación y mejora de sistemas de inteligencia, etc.

La política contra las drogas debe ser una política internacional ya que es un problema principalmente de salud mundial al que se enfrentan los Gobiernos cuyo efecto más grave es la inseguridad y la inestabilidad política y social.


En lo que respecta a los mercados de drogas, se desconoce cuál ha sido el impacto de la pandemia y es difícil predecirlo, pero podría ser de gran alcance. A la larga, la recesión económica y las medidas de confinamiento podrían perturbar los mercados de drogas. Con el aumento del desempleo y la falta de oportunidades será más probable que las personas pobres y desfavorecidas caigan en hábitos nocivos de consumo de drogas, sufran trastornos por consumo de drogas y recurran a actividades ilegales –bien de producción, bien de transporte– vinculadas a las drogas.

Por: Nicolás Kosturakis M.

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