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Internacional

El tráfico de crudo venezolano: cómo un petrolero sancionado revela una red global que alimenta a Cuba y desafía a Estados Unidos

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Una compleja red de intercambio petrolero que conecta a Venezuela, Cuba, China, Irán y Rusia ha sido expuesta tras la reciente incautación de un buque por parte de Estados Unidos, según una investigación del diario The New York Times basada en documentos internos y fuentes cercanas a los gobiernos involucrados.

Durante dos décadas, desde Hugo Chávez hasta Nicolás Maduro, Venezuela ha sostenido un acuerdo clave con Cuba: el suministro de petróleo subsidiado a cambio del envío de miles de profesionales cubanos, principalmente médicos, entrenadores deportivos y asesores de seguridad. Sin embargo, este mecanismo de cooperación habría evolucionado hacia una sofisticada operación financiera para el régimen cubano.

El desvío a China: petróleo por divisas

De acuerdo con las fuentes, solo una fracción del crudo venezolano llega actualmente a la isla. La mayor parte es redirigida y revendida en el mercado global, con China como principal destino final. Las ganancias en divisas resultantes permitirían a La Habana obtener liquidez crítica para sostener su asfixiada economía, sorteando las sanciones financieras internacionales.

La figura central en este entramado sería el empresario panameño Ramón Carretero, ya sancionado por el Departamento del Tesoro de EE.UU., quien actuaría como gestor logístico y comercial de estos cargamentos entre Caracas y La Habana.

El caso del “Skipper”: un buque con un pasado múltiple

La operación salió a la luz con la interceptación por parte de Estados Unidos del petrolero “Skipper”. Documentos de PDVSA y fuentes cercanas a la estatal petrolera venezolana revelaron que el buque fue fletado por la empresa paraestatal cubana Cubametales –especializada en el comercio de combustibles– y una compañía vinculada a Carretero.

Aunque Cubametales declaró que el “Skipper” se dirigía a Cuba con 1.1 millones de barriles, su destino final fue China. Solo una pequeña parte del crudo fue transbordada a otro buque, el “Neptune 6”, para su envío a la isla, según una de las fuentes.

Una tripulación y un historial que involucran a Moscú y Teherán

La incautación del “Skipper” desveló los vínculos profundos de esta red con los principales adversarios geopolíticos de Washington. Un funcionario estadounidense indicó que la tripulación del barco estaba compuesta principalmente por 30 marineros de origen ruso.

Además, según datos de la plataforma de seguimiento marítimo Kpler y la confirmación de un alto funcionario iraní anónimo, el “Skipper” formó parte durante cuatro años de la “flota fantasma” de Irán, utilizada para evadir sanciones y transportar petróleo iraní a Siria y China.

Análisis: Una alianza adaptativa bajo presión

Este caso ilustra cómo las alianzas antioccidentales se han transformado bajo la presión extrema de las sanciones estadounidenses. Lo que comenzó como un intercambio bilateral de petróleo por servicios se ha convertido en una operación multilateral de evasión financiera y logística, donde el crudo venezolano sirve como commodity para generar divisas para Cuba, utilizando redes comerciales que involucran a actores sancionados y buques con historiales opacos.

La interceptación no solo priva a Cuba de un vital ingreso, sino que expone la arquitectura de una red que Estados Unidos busca desmantelar.