Internacional
Políticas migratorias de Trump desatan crisis laboral en sectores clave de Estados Unidos

Un clima de temor e incertidumbre se extiende por los sectores productivos más importantes de Estados Unidos como consecuencia de las estrictas medidas migratorias implementadas por la administración Trump. Según múltiples fuentes consultadas, las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y las amenazas de deportación están vaciando de trabajadores industrias fundamentales para la economía nacional.
En el campo, la situación alcanza niveles críticos. Matt Teagarden, director ejecutivo de la Asociación de Ganaderos de Kansas, alerta que muchas granjas y tambos lecheros han perdido más de la mitad de su fuerza laboral en cuestión de horas. “Quienes ordenan estas redadas no entienden cómo funciona una operación agrícola. Sin estos trabajadores, simplemente no hay manera de mantener la producción”, afirma. La crisis es tal que algunos analistas plantean que el país pronto enfrentará una disyuntiva inevitable: importar trabajadores o verse obligado a importar alimentos.
El sector de la construcción no escapa a esta realidad. Jim Tobin, presidente de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas, reporta ausencias masivas en obras en todo el país, lo que está generando retrasos significativos y aumentos de costos. La situación se agrava al considerar que, según datos del American Immigration Council, cerca del 14% de los trabajadores en este rubro son indocumentados.
La manufactura y los servicios también sufren el impacto. Grandes corporaciones como Nestlé, Disney y Amazon han realizado despidos masivos de trabajadores migrantes, tanto documentados como indocumentados, por presión de las autoridades federales. En Illinois, plantas procesadoras que solían operar a plena capacidad ahora funcionan con apenas el 60% de su personal. “Es indignante ver cómo despiden a personas con 20 años de antigüedad, sin ningún tipo de compensación”, denuncia Cristóbal Cavazos, activista del Immigrant Solidarity y Centro de Trabajadores Casa DuPage.
Economistas advierten sobre las consecuencias macroeconómicas de esta crisis. Estudios del Banco de la Reserva Federal de Dallas proyectan que las restricciones migratorias podrían reducir el crecimiento económico en casi un punto porcentual este año. Robert Bruno, profesor de la Universidad de Illinois, explica que “la ausencia de estos trabajadores no solo afecta la producción directa, sino que tiene efectos en cadena en toda la economía”.
Ante este escenario, muchos empresarios y analistas recuerdan el Programa Bracero de los años 40, cuando Estados Unidos y México establecieron acuerdos para trabajadores temporales que aliviaron la escasez laboral de la época. Hoy, voces como la de Teagarden claman por “una reforma migratoria significativa que resuelva los problemas de fuerza laboral de una vez por todas”.
Mientras tanto, la administración Trump mantiene que sus medidas solo buscan aplicar la ley contra la inmigración irregular, que representa aproximadamente el 4% de la fuerza laboral estadounidense. Sin embargo, el alcance real de las políticas parece ser mucho más amplio, afectando también a titulares de visas temporales, refugiados y beneficiarios de programas como DACA y TPS.
