Internacional
Putin emite ultimátum: amenaza con avance militar si fracasan las negociaciones con Ucrania
En un mensaje que aleja cualquier expectativa de distensión navideña y endurece aún más el tono del conflicto, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió este jueves que Rusia tomará por la fuerza más territorio ucraniano si no se alcanza un acuerdo de paz bajo sus términos. La advertencia se produce en un contexto de estancamiento en los frentes y de fracaso de las diversas iniciativas diplomáticas internacionales para mediar en la guerra.
“Si la parte contraria y sus patrocinadores extranjeros se niegan a entablar conversaciones de fondo, Rusia logrará la liberación de sus tierras históricas por medios militares”, declaró Putin en un tono firme, estableciendo lo que parece un ultimátum para Ucrania y sus aliados occidentales.
Según datos citados por las autoridades rusas, Moscú controla actualmente alrededor del 19% del territorio de Ucrania, incluyendo la península de Crimea (anexionada en 2014) y amplias porciones de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, entre otras. La amenaza sugiere una intención de expandir estas zonas de ocupación si no se capitula a sus exigencias en la mesa de diálogo.
Un discurso cargado de desprecio hacia Europa
La escalada retórica no se limitó a la amenaza militar. En un inusitado tono despectivo, Putin se refirió a los políticos europeos que apoyan a Kiev como “cerditos europeos”, un insulto que refleja la profunda animadversión hacia el bloque. Además, acusó a estos líderes de fomentar una “histeria” sobre un posible conflicto directo entre Rusia y la OTAN, desestimando las preocupaciones sobre una escalada continental.
La combinación de la amenaza bélica explícita y la retórica beligerante hacia Occidente marca un nuevo punto de tensión en el conflicto, que se aproxima a su tercer año. Analistas internacionales interpretan el discurso como un intento de presionar a Ucrania en un momento de incertidumbre sobre la continuidad del apoyo militar occidental y de reafirmar la narrativa rusa de una lucha por “tierras históricas”.









