¿Un asteroide con nuestro nombre? La verdad detrás del 2024 YR4 y su posible acercamiento a la Tierra en 2032

El físico Brian Cox alguna vez mencionó: “Hay un asteroide allá afuera, con nuestro nombre escrito”. ¿Será el 2024 YR4 ese asteroide? Este cuerpo celeste ha captado la atención de las principales agencias espaciales debido a una remota posibilidad de impacto contra la Tierra en 2032, lo que ha generado especulación y titulares alarmistas en diversos medios. Sin embargo, los expertos aseguran que no hay motivo para preocuparse.

El asteroide 2024 YR4, descubierto el 27 de diciembre de 2024, tiene un tamaño estimado entre 40 y 90 metros de ancho, lo que lo convierte en un objeto potencialmente peligroso si llegara a impactar contra nuestro planeta. Sin embargo, las probabilidades de que esto ocurra son extremadamente bajas. Según la NASA, la posibilidad de impacto es de solo un 1.2%, una cifra que podría disminuir aún más a medida que se recopilen más datos sobre su trayectoria.

Actualmente, el 2024 YR4 se encuentra en el Nivel 3 de la escala de riesgo de impacto, que va de 0 a 10. Este nivel indica un riesgo mínimo, y es probable que, con nuevas observaciones, el asteroide sea reclasificado a un nivel 0, es decir, sin riesgo alguno. “En el pasado, varios objetos aparecieron en la lista de riesgo y luego desaparecieron a medida que se obtenían más datos. Es posible que esto ocurra con el 2024 YR4”, explicó la NASA en un informe publicado el 29 de enero.

¿Por qué está en la mira?

La razón por la que este asteroide ha generado tanto interés es simple: es el único objeto conocido en este momento que supera el 1% de probabilidad de impacto con la Tierra. Aunque esta cifra es mínima, cualquier objeto con una probabilidad superior al 0% es monitoreado constantemente por las agencias espaciales para garantizar que no represente una amenaza real.

El 2024 YR4 pasará “cerca” de la Tierra el 22 de diciembre de 2032, pero no lo suficiente como para ser considerado un peligro inminente. De hecho, en estos momentos se está alejando de nuestro planeta y podría perderse en el cosmos, lo que dificultaría predecir con precisión su trayectoria futura. Sin embargo, se espera que vuelva a ser visible en 2028, lo que daría a los científicos tiempo suficiente para reevaluar su riesgo y, en caso necesario, tomar medidas para evitar un impacto.

Un asteroide “nuevo” y de gran tamaño

Otra razón por la que el 2024 YR4 ha llamado la atención es su tamaño. Con un diámetro estimado de hasta 90 metros, este asteroide podría causar daños significativos en una región extensa si llegara a impactar contra la Tierra. Sin embargo, su descubrimiento reciente significa que los cálculos sobre su trayectoria aún son preliminares. A medida que se recopilen más datos, las estimaciones se volverán más precisas.

Por ahora, los expertos insisten en que no hay motivo para alarmarse. La probabilidad de impacto es extremadamente baja, y las agencias espaciales están trabajando para monitorear y estudiar este asteroide, como lo hacen con todos los objetos cercanos a la Tierra. Como bien señala la NASA, la ciencia está preparada para actuar si fuera necesario, pero en este caso, todo apunta a que el 2024 YR4 no será una amenaza para nuestro planeta.

En resumen, aunque el asteroide 2024 YR4 ha generado cierta curiosidad y especulación, la realidad es que las posibilidades de un impacto son mínimas. La ciencia sigue su curso, y por ahora, podemos estar tranquilos: el cosmos no tiene nuestro nombre escrito en este asteroide.