la empresa Bafar inició operaciones en 1983 y ha sido señalada varias veces por su impacto en la contaminación del río Chuvíscar. En 2015, Bafar recibió un reconocimiento de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por su compromiso con el medio ambiente, a pesar de las acusaciones de descargas de aguas residuales en el río. El río Chuvíscar, que atraviesa la ciudad de Chihuahua, ha sufrido un impacto ecológico significativo, incluyendo la disminución de las poblaciones de peces, atribuido en 2021 en parte a la descarga de grasas y aceites por la industria cárnica de Bafar​.

Ubicado en la capital del estado de Chihuahua, el río Chuvíscar es una vena acuática que ha sido la vida de la ciudad durante siglos. Sin embargo, la reciente muerte de cientos de peces en sus aguas ha subrayado una historia de contaminación y lucha ambiental que ha llevado a la región a una crisis.

El descubrimiento de más de 300 peces muertos cerca de la presa del río, un lugar que ha sido usado durante décadas para descargar aguas residuales de empresas, viviendas y ranchos, ha llevado a los activistas locales a elevar la alarma. Creen que los elevados índices de contaminación que prevalecen en el lugar son la causa de este evento devastador.

Una de las principales fuentes de esta contaminación, según los activistas, es la empresa procesadora de carnes Bafar. “Salvemos los Cerros”, una organización ambientalista local, ha realizado un estudio con recursos propios en el pasado, demostrando que las descargas de Bafar, principalmente grasas de origen animal y aceites, generaban un fuerte impacto ambiental en la fauna y flora del río.

La problemática de la contaminación fue parcialmente abordada por Bafar en 2021, pero el reciente descubrimiento de peces muertos ha reavivado las preocupaciones. Sin embargo, Bafar no está solo en la lista de fuentes de contaminación. Otras empresas de procesamiento de alimentos, ranchos ganaderos y viviendas a lo largo del río también generan descargas contaminantes que afectan la calidad del agua.

Para combatir esta crisis, “Salvemos los Cerros” ha presentado una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa) y ha solicitado la asistencia de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) para identificar las especies afectadas. También han llevado muestras de los peces muertos a universidades locales para que en sus laboratorios establezcan el tipo de contaminante que causó su muerte.

Además, los activistas están buscando que el río Chuvíscar sea declarado como Área Natural Protegida para prevenir un mayor impacto ecológico. Este esfuerzo no solo apunta a limitar las actividades productivas en la zona, sino también a fomentar la restauración ecológica del área.

La crisis ambiental en el río Chuvíscar no es solo una tragedia local, sino que tiene repercusiones a nivel nacional e incluso internacional. La zona es hogar de diversas especies de flora y fauna protegidas, y es un sitio de visita para aves migratorias durante todo el año, lo que aumenta su valor ecológico y su importancia en términos de conservación.

Las pruebas realizadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH) han confirmado que la muerte de los peces fue causada por la contaminación. Ahora, la Profepa ha iniciado una investigación

para determinar las causas exactas y las posibles sanciones para las empresas responsables.

En septiembre de 2021, los ciudadanos de Chihuahua se movilizaron en una manifestación en respuesta a los altos niveles de contaminación. La protesta, que atrajo a una multitud de activistas, estudiantes y ciudadanos preocupados, puso de manifiesto la creciente preocupación por la salud del río Chuvíscar y la necesidad de acciones urgentes para protegerlo.

Las autoridades locales y federales ahora enfrentan la presión de tomar medidas enérgicas contra los contaminadores y de implementar políticas efectivas de protección del medio ambiente. La historia del río Chuvíscar es un recordatorio de los retos que enfrentamos en la lucha por la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente, y de la importancia de la acción comunitaria en esta lucha.

La esperanza es que, con la presión pública y la intervención gubernamental, el río Chuvíscar pueda ser salvado y que su historia sirva como un llamado a la acción para otros lugares que enfrentan retos similares.

Con informacion de el financiero.