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Crisis ganadera en México: el “gusano barrenador” que estrangula las exportaciones
La irrupción del gusano barrenador del ganado en México ha desencadenado una crisis económica de amplio alcance para el sector pecuario nacional, con pérdidas acumuladas que ascienden a unos 15,000 millones de pesos. La detección de este parásito no solo activó un reforzamiento drástico de las medidas sanitarias, sino que provocó el cierre inmediato de la frontera estadounidense a la exportación de ganado vivo, un golpe severo para una industria altamente dependiente del mercado norteamericano.
Homero García de la Llata, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), cuantificó el impacto: “Dejamos de exportar cerca de un millón de becerros”. Aunque estos animales se redirigieron al mercado interno, la caída en el precio de venta es abismal. La diferencia entre lo que se obtendría en Estados Unidos y lo que se recibe en México se traduce en alrededor de 700 millones de dólares (unos 12,000 millones de pesos) en ganancias no realizadas.
Un doble impacto económico
La crisis presenta dos frentes de gasto para los productores. El primero es la pérdida directa por la venta a precios nacionales. El segundo es el sobrecosto generado por las rigurosas medidas de control sanitario, implementadas tanto para contener la plaga como para intentar recuperar el estatus de exportación. Estas exigencias, negociadas con las autoridades estadounidenses, incluyen tratamientos, revisiones y certificados obligatorios para 2.2 millones de cabezas.
Este blindaje sanitario representa un incremento de entre 1,200 y 2,000 pesos por animal, sumando una carga adicional estimada en 3,000 millones de pesos al sector. “Este costo lo han padecido sobre todo los ganaderos del sur y sureste del país”, explicó García de la Llata, “porque en esas zonas se ubican los brotes activos y hay más restricciones”.
Chihuahua: el gran perjudicado
Mientras el sur carga con el peso sanitario, el norte, particularmente Chihuahua, sufre las consecuencias comerciales. Aunque el estado no ha registrado casos de la plaga, es el más afectado por el cierre fronterizo, ya que es el principal exportador de ganado del país. En 2022, Chihuahua vendió más de 200,000 becerros a Estados Unidos, con ganancias superiores a los 4,000 millones de pesos.
Hoy, esa ventana está cerrada. Las pérdidas reportadas a nivel nacional por la CNOG (unos 12,000 millones de pesos por falta de exportación) ponen en perspectiva el golpe para Chihuahua: solo lo que este estado dejó de ingresar equivale a más de una cuarta parte del total que el país ha dejado de ganar.








