Internacional
Rusia despliega sistema de misiles Oreshnik con capacidad nuclear en Bielorrusia en medio de tensión con Occidente
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó este martes que el sistema de misiles balísticos Oreshnik, con capacidad para portar ojivas nucleares, ha entrado en servicio activo en territorio de Bielorrusia, su aliado estratégico. El anuncio se produce en un momento de máxima tensión en las conversaciones de paz entre Rusia y Ucrania y representa una escalada significativa en la postura disuasoria del Kremlin hacia la OTAN.
A través de un video difundido por la cartera de defensa, se observan vehículos de combate del sistema móvil de misiles de alcance intermedio realizando maniobras en un entorno boscoso como parte de un entrenamiento de combate. El despliegue cumple con lo anunciado a principios de mes por el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, y ratificado a principios de diciembre por el mandatario ruso, Vladimir Putin.
Una advertencia en medio de conversaciones de paz
El despliegue ocurre en un contexto diplomático crítico. El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este domingo, tras reunirse con Volodímir Zelenski en Mar-a-Lago, que Ucrania y Rusia estaban “más cerca que nunca” de un acuerdo. Sin embargo, persisten profundas divergencias sobre aspectos clave como las líneas de retirada militar y el estatus de la central nuclear de Zaporiyia, bajo control ruso.
Putin se ha mostrado abierto a negociar, pero desde una posición de fuerza militar reforzada. El Oreshnik, probado por primera vez en noviembre de 2024 contra un objetivo en Ucrania, representa un pilar de esta estrategia. El presidente ruso ha elogiado públicamente sus capacidades, destacando que sus múltiples ojivas, que viajan a velocidades de hasta Mach 10, son imposibles de interceptar y que un ataque convencional con varias de ellas podría tener un efecto devastador comparable al de un arma nuclear.
Capacidades y alcance estratégico
Según el Ministerio de Defensa de Bielorrusia, el Oreshnik tiene un alcance máximo de 5.000 kilómetros. Medios estatales rusos han especulado que, desde territorio bielorruso, un misil tardaría apenas 11 minutos en alcanzar una base aérea en Polonia y 17 en llegar a la sede de la OTAN en Bruselas. El sistema pertenece a la categoría de misiles de alcance intermedio (entre 500 y 5.500 km), cuyo desarrollo estaba prohibido por el Tratado de Fuerzas Nucleares de Rango Intermedio (INF), del que tanto Washington como Moscú se retiraron en 2019.
Un aspecto que ha generado alarma en las capitales occidentales es la ambigüedad deliberada sobre su carga útil. No existe forma de determinar si un misil lanzado porta una ojiva nuclear o convencional hasta el momento del impacto. Además, en el marco de un pacto de seguridad firmado en diciembre de 2024, Putin señaló que, aunque Rusia mantendría el control operativo de los misiles, permitiría a Bielorrusia participar en la selección de objetivos, aumentando la carga útil si estos se encuentran más cerca de su territorio.
Doctrina nuclear revisada y disuasión extendida
Este despliegue se enmarca en la doctrina nuclear revisada que el Kremlin publicó en 2024, la cual establece que cualquier ataque convencional contra Rusia que cuente con el apoyo de una potencia nuclear será considerado un ataque conjunto, reduciendo significativamente el umbral para una posible respuesta nuclear. La medida busca disuadir a los aliados de la OTAN de facilitar a Ucrania armas de largo alcance para atacar suelo ruso.
Rusia ya había desplegado previamente armas nucleares tácticas en Bielorrusia, país que sirvió como plataforma para la invasión a gran escala de Ucrania en febrero de 2022. Lukashenko ha afirmado que su territorio alberga “varias docenas” de estas armas.








