Salud
¿Camarón curvo o recto? El detalle que pocos conocen pero que hace toda la diferencia

A la hora de elegir camarones, muchas personas no saben si deben optar por los que tienen el cuerpo curvado o los que están rectos. Aunque parezca un detalle menor, esta diferencia dice mucho sobre su frescura.
¿Cuál es la diferencia?
La clave está en su estado al momento de morir. Cuando el camarón muere y ha sido refrigerado correctamente, sus músculos se contraen naturalmente, lo que hace que su cuerpo tome una forma curvada. En cambio, los camarones que aparecen rectos suelen haber sido congelados por mucho tiempo o manipulados después de su muerte, lo que afecta su textura y sabor, además de generar ese característico olor a pescado fuerte y desagradable.
¿Qué más debes observar al comprar camarones?
Además de su forma, hay otras señales de advertencia que te pueden ayudar a evitar camarones pasados o en mal estado:
- Camarones sin cabeza o sin cola
Si ves camarones que no tienen cabeza o cola, probablemente han estado almacenados por demasiado tiempo. La cabeza suele pudrirse primero, desprendiendo un olor intenso que se traduce en mal sabor al cocinarlos. Mejor evítalos. - Camarones con cáscara rojiza
Una cáscara roja, sobre todo si no ha sido cocida, indica exposición al calor durante el transporte. Esto es un signo claro de pérdida de frescura. Elige camarones con cáscaras limpias, de color natural y sin manchas. - Carne blanda o aguada
Si la carne se siente muy blanda o se deshace al tacto, es probable que el camarón esté echado a perder. También puede oler mal y deshacerse fácilmente. Al cocinarlo, su sabor será desagradable.
Consejo para eliminar el olor a pescado
Si aún así quieres asegurarte de un mejor sabor, al cocerlos puedes hervir los camarones en agua con jengibre, pimienta de Sichuan y un poco de cerveza. Esta mezcla neutraliza los olores sin afectar el sabor del marisco.
Lo más importante: frescura
Para una textura firme y un sabor limpio, consume los camarones el mismo día que los cocines. Recalentarlos tiende a resecarlos y a hacerlos menos agradables.
En resumen:
Elige camarones curvados, con cáscara limpia, carne firme y cabeza intacta. Son señales claras de frescura, y marcarán la diferencia en cualquier platillo.
