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Internacional

Donald Trump planea deportaciones masivas con nuevos megacentros de detención

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El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ya avanza en los planes para implementar su promesa de deportaciones masivas, informó la cadena CNN, citando a fuentes anónimas con conocimiento del tema. Entre las medidas consideradas, destaca la construcción o ampliación de grandes centros de detención para albergar a los inmigrantes antes de su expulsión.

Una de las opciones evaluadas sería utilizar y ampliar las prisiones de condado existentes. Aunque no se han precisado las ubicaciones exactas de los nuevos centros, se presume que estarían cerca de la frontera con México, según funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) que ya habrían identificado varias ciudades para este propósito.

Además, se contempla la compra de grandes cantidades de camas o jergones para alojar temporalmente a los inmigrantes durante el proceso de deportación. Este plan refuerza la retórica del próximo mandatario sobre el endurecimiento de las políticas migratorias, generando preocupaciones entre organizaciones defensoras de los derechos humanos y comunidades migrantes en Estados Unidos.

La propuesta ha comenzado a generar debate nacional, mientras se espera que la administración entrante proporcione mayores detalles sobre la implementación y alcance de estas medidas.

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, planea implementar medidas más estrictas para llevar a cabo su política de deportaciones masivas. Según reporta CNN, una de las estrategias clave sería emitir una orden ejecutiva que obligue a la detención de inmigrantes indocumentados, evitando su liberación, una práctica común debido a la falta de recursos federales para mantenerlos bajo custodia.

Esta medida buscaría garantizar que todos los indocumentados sean retenidos mientras esperan su proceso de deportación. Para ello, se necesitaría un incremento significativo en la capacidad de los centros de detención, lo que incluye la construcción de nuevos espacios o la ampliación de instalaciones ya existentes, como las prisiones de condado.

De acuerdo con fuentes cercanas al equipo de transición, Homeland Security ya trabaja en la identificación de ciudades estratégicas para estos centros, principalmente cerca de la frontera con México. Paralelamente, se analizan compras masivas de camas y suministros necesarios para manejar un aumento en el número de detenidos.

La propuesta de una orden ejecutiva ha generado inquietud entre defensores de los derechos humanos, quienes señalan que la detención masiva de inmigrantes podría derivar en violaciones a los derechos fundamentales. Mientras tanto, Trump sigue perfilando su política migratoria como uno de los pilares de su próxima administración.

Financiación, el mayor desafío para los planes de deportaciones masivas de Trump

La financiación para llevar a cabo las deportaciones masivas planeadas por el presidente electo Donald Trump se perfila como el principal obstáculo, según reportó CNN. Fuentes cercanas a su equipo aseguran que se están explorando dos posibles vías: redistribuir fondos de otras agencias federales o declarar una “emergencia nacional” para acceder a recursos del Pentágono, una estrategia que Trump ya utilizó durante su primer mandato.

A pesar de los reportes, ningún miembro del equipo de transición ha confirmado públicamente estos planes. Karoline Leavitt, portavoz del equipo de transición y futura secretaria de prensa de la Casa Blanca, declaró a CNN que Trump fue elegido con “el mandato de cumplir sus promesas de campaña. Y las cumplirá”.

El plan incluye la construcción o ampliación de centros de detención y la compra de suministros, como camas y jergones, para alojar a los inmigrantes mientras se procesan sus expulsiones. Sin embargo, el costo elevado de estas operaciones podría generar resistencias en el Congreso y entre diversos sectores políticos.

Los posibles mecanismos de financiamiento, como declarar una emergencia nacional, ya han suscitado críticas en el pasado, cuando Trump empleó esta medida para redirigir fondos hacia la construcción del muro fronterizo. Este enfoque podría desatar nuevamente controversias legales y políticas mientras se desarrollan los detalles de su estrategia migratoria.

Durante su primera presidencia (2016-2020), Donald Trump deportó a 1,5 millones de inmigrantes, una cifra significativamente inferior a los 2,9 millones registrados en el primer mandato de Barack Obama, según un reporte de CNN. Incluso en su segundo periodo, Obama deportó a 1,9 millones de personas, superando también los números de Trump.

Estos datos contrastan con la dura retórica migratoria que caracterizó la administración Trump, la cual incluyó medidas como la política de “tolerancia cero” y la construcción de secciones del muro fronterizo con México. A pesar de estas políticas, las cifras de deportaciones no alcanzaron los niveles del periodo de Obama, quien enfrentó críticas de sectores progresistas que lo calificaron como el “Deportador en Jefe”.

El enfoque de Trump para su próximo mandato parece centrarse en reforzar las deportaciones masivas mediante la construcción de nuevos centros de detención, posibles órdenes ejecutivas y la redistribución de recursos federales. Estas medidas buscan intensificar los esfuerzos migratorios, aunque aún enfrentan desafíos logísticos, legales y financieros.

La comparación entre ambas administraciones resalta que, aunque las estrategias pueden variar, los números finales no siempre reflejan las expectativas generadas por las políticas propuestas.