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Politica

El Analista Luis Froylán Castañeda presenta su nueva columna

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LA MALOGRADA RELACIÓN CHELA-OMAR
¿QUIÉN ESTÁ MAS CERCA DE “ALITO”?
A OMAR TENDRÍAN QUE ARREBATÁRSELA
HUGO AGUIRRE PREFERIBLE A TETO

No encuentro el punto exacto donde Graciela Ortiz y Omar Bazán rompieron, difícil registrar la gota que derramó el vaso, supongo que fue una lenta y constante filtración que terminó reventándolo, consecuencia necesaria de la coyuntura. Algo así como los matrimonios que convivieron felices durante años y, sin darse cuenta, llegan a un momento en que van viéndose los defectos uno al otro, hasta que finalmente resuelven divorciarse, sin saber por qué. Graciela reclamaba lealtad a su liderazgo mientras Omar quería independencia. No eres tu, lo juro, soy yo.

Es una apreciación subjetiva, ellos conocerán las razones, pero el divorcio resultó contencioso. Estoy convencido de que no debieron separarse, es más, hay quienes sugieren -un amigo de Omar que hoy está pecho tierra por los maxijuicios de la corrupción duartista- que su choque es acordado. No creo y si fuese el caso ambos disimulan muy bien. Intuyo que Omar estiró deliberada y progresivamente la liga, sin temor a romperla, cuando sospechó que no era el candidato de Graciela para la gubernatura y jaló más fuerte, al saber que sus sospechas eran ciertas.

En política la lealtad es temporal y poderosa la idea de independencia. Recuerdo que hubo momentos en que Oscar Villalobos, siendo presidente del CDE, quiso romper con Artemio Iglesias y presentar su aspiración a la candidatura. Hubiese sido un atrevimiento, Artemio tenía un ferreo control en aquel PRI de los primeros noventas, aparte de un macizo acuerdo con Saúl González, el otro tiburón de aquellos tiempos. Omar conoce muy bien el episodio, es un político formado en el artemismo, seguramente lo recordó y se atrevió a dar el paso que contuvo Oscar Villalobos. Si no es ahora, cuándo, habrá pensado.

Sea que Omar forzó la ruptura o Graciela le dio cuerda pensando que se enredaría, hoy carece de importancia, es el mismo resultado; los dos priistas más importantes de Chihuahua en este momento –aclaro, en éste momento- están confrontados en vísperas de anunciar la candidatura. Pintada la raya, dónde quedan. Graciela tiene la gran ventaja de no estar interesada en postularse y de su cargo en el CEN, de los tres o cuatro más importantes; Omar la de tener en un puño al Partido. Así haya forzado la salida de la militancia más competitiva, el hecho es que carga en su bolsillo las llaves y cartera de partido. Una pregunta entra en ésta parte ¿A quién de los dos escucha más Alejandro Moreno? La dejo abierta, sabiendo que de su respuesta dependen muchas cosas.

Omar no la busca, muere por ella y no tiene empacho en admitirlo. Alguien así jamás la entregaría, para que se la quiten tendrán que arrebatársela, es consciente de su posición como dirigente, conoce su fortaleza en la eventualidad de una negociación, si el CEN resuelve que sea otro el candidato. Aquí pongo a Hugo Aguirre, alcalde de Guachochi, y Teto Murguía, ex alcalde de Juárez, sin cancelar opciones, pero más no veo. ¿Entregaría Omar el partido sin recibir nada a cambio? ¿Qué negociaría a cambio de entregar llaves y cartera? ¿Su reelección en la diputación local? ¿La pluri federal de Chihuahua? Algo deben darle, es el presidente del partido.

También Graciela está en una posición de privilegio, mira desde arriba confiada en su capacidad, experiencia operativa y cercanía con Alejandro Moreno. Fue su coordinadora nacional de campaña, podría estar entre las primeras en la lista de candidatos pluris propuesta por el CEN. Ayer decía que no tiene rivales si decide buscarla, pero insisto en que su prioridad es otra, instalarse en la Cámara de Diputados. Fuera de competencia es una de las voces a tomar en cuenta, pudiese que la más importante, pero sólo una entre varias.

Al dar el paso de costado, Graciela abrió las posibilidades de Omar. Tengo razones para decir que no existió el acuerdo de que “si tu no vas, voy yo”, que Omar ha insinuado, no obstante las circunstancias así están dadas. Ahora, si en México van por otro, supongo que Teto sería visto una mejor opción y que a Graciela no le incomodaría, aunque dice que jamás lo ha promovido. En esa parte es dónde el ex edil juarito tiene su chance, siempre sujeto a lo que suceda con Omar. Entre paréntesis un apunte: las impugnaciones a la convocatoria son de niños, me extraña de Memo Márquez, el fue presidente del CDE. Van por una causa muerta antes de nacer.

En lo personal pienso que Teto sería un error, tiene fama de no meter ni un centavo de su bolsa y –no me consta, han dicho quienes aseguran conocerlo- de quedarse con la mitad o más de las aportaciones recibidas. Es la famita que le han hecho, yo solamente la refiero. Pero lo más importante, en Juárez están convencidos de que no dudaría ni un segundo en vender la candidatura a Morena o al PAN, si las condiciones son propicias.

Por ilógico que parezca, veo más potencial en Hugo Aguirre, cito dos razones; su juventud y hambre de llegar. Desesperadamente quiere ser, él si haría una campaña entusiasmada y comprometida, como el boxeador que recibe su primera oportunidad de campeonato. El asunto es el desconocimiento popular, que hasta eso podría ser ventaja; hasta hoy no pueden señalarlo de corrupto. Entiendo sus limitantes y convengo que quizás estaría mejor jugando la institucionalidad, situado en sus alcances; una diputación federal, una diputación local.

Conclusión: Lilia Merodio, Tony Meléndez y Alejandro Cano tienen menos posibilidades que el burrito Chon. Omar nunca la entregaría, tendrán que arrebatársela. Y entre Aguirre y Teto, apuesto por Aguirre, ya dije mis razones.

Criticas, mentadas o sugerencias por las vías ordinarias. Podré equivocarme, pero es lo que objetivamente veo.

Rompeolas

De los diputados de Morena hablará el lunes. Aparte de cínicos y sin verguenzas, no tienen madre.

Fuente: La Visión de Chihuahua