Internacional
La OMS advierte que “no habrá regreso a la normalidad en el futuro previsible”
A medida que mas países comienzan a reabrir sus actividades tras el confinamiento aplicado como medida para mitigar los efectos del virus de COVID-19, la Organización Mundial de la Salud (OMS), reconoció que no habrá regreso a la normalidad en un futuro previsible, luego de que se reportar un nuevo récord de 230 mil nuevos contagios en 24 horas.
Según manifestó el secretario general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se necesita llegar a una situación sostenible, en la cual se tenga un control adecuado del virus sin estar de un confinamiento a otro.
Para llegar a este punto, el secretario destacó que hay tres puntos fundamentales:
- Reducir la mortalidad y suprimir la transmisión.
- Una comunidad comprometida que tome medidas individuales de protección.
- Un fuerte liderazgo y comunicación del gobierno.
Si bien toda la comunidad en el mundo está a la espera de la nueva vacuna contra el COVID-19, el secretario instó a la población utilizar las herramientas que están disponible de momento para evitar la propagación del virus y así salvar la mayor cantidad de vidas posibles.
El jefe de la OMS instó una vez más a los gobiernos a comunicarse claramente con sus ciudadanos y a establecer estrategias integrales para suprimir la transmisión del coronavirus. Al mismo tiempo, pidió a la gente que continúe tomando precauciones, como respetar la distancia social, lavarse las manos, usar mascarillas, y aislarse en caso de estar enfermos.
La pandemia ha provocado la muerte de más de 569.000 personas en todo el mundo desde finales de diciembre. Oficialmente se han detectado más de 12,9 millones de infectados, entre los cuales al menos 6,9 millones se consideran actualmente curados.
Hasta el momento, Estados Unidos se mantiene como el país con el mayor número de contagios y muertes, luego de que registrara su primer contagio el pasado mes de febrero, seguido de Brasil, cuyo presidente confirmó ser positivo en COVID-19 la semana pasada.
Ahora el epicentro de la enfermedad se encuentra en América, donde se concentran 50% de los casos mundiales.