Tras no lograr cumplir sus compromisos como gobernador ni convertir en candidato al empresario y senador Gustavo Madero, la campaña para desprestigiar a la candidata a la gubernatura de Chihuahua por el Partido Acción Nacional (PAN) ha sido puesta en marcha por el mandatario Javier Corral.

Este proceso orquestado en contra de Maru Campos determinará la responsabilidad de la alcaldesa, sin embargo a los ojos de sus seguidores, ella no es culpable.

Desde el año 2016, Javier Corral llegó al poder del “Estado Grande”, abanderándose con distintos compromisos, siendo el principal de ellos el llevar a Gustavo Madero a la gubernatura como su sucesor, por lo que al llegar al Palacio de Gobierno, Corral se abocó a su única tarea en el horizonte: la detención del exgobernador priísta César Duarte, situación que lo llevó a enfrentar la popularidad de Maru Campos y siendo este un gran obstáculo para cumplir su palabra a Madero.

Este ascenso en la popularidad de Maru no lo tenía contemplado Corral, por lo que, junto a la exsecretaria de la Función Pública, Stefany Olmos y con Gregorio Morales, armaron el proceso de investigación en contra de la alcaldesa, creando así los expedientes con información incriminatoria entre Maru Campos y la “Nómina Secreta”, orquestada por César Duarte. Por esta ayuda, Gregorio Morales se convirtió en magistrado en el Tribunal de Justicia Administrativa en el Poder Judicial.

El principal argumento para señalar a Maru Campos fue la aprobación de la deuda estatal, algo que la panista había negado desde un principio sirviéndose de los registros del Congreso en donde se archivaba su voto en contra a ese proyecto.

Ante esto, la estrategia que tenía como finalidad golpear la candidatura de Maru Campos, acrecentó la popularidad de la candidata y tornó violenta la relación entre ella y Corral.

Esto derivó a que el gobernador utilizara sus recursos públicos y aliarse a los principales secretarios de su gabinete para llevar ante todas las consecuencias a Madero a la gubernatura de Chihuahua como abanderado del PAN.

Estas acciones fracturaron aún más la estructura interna del partido, hablándose incluso de traiciones por parte del gobernador a sus copartidarios.

Ya llegando casi al cierre de su gobierno, Corral se ha quedado prácticamente solo, estallando su odio irracional el día de la derrota interna de Madero, desatando así una persecución política de la mano de Lucha Castro, señalada como la “operadora” del candidato a la gubernatura de Moren, Juan Carlos Leora, así como de César Augusto Peniche al interior de la Fiscalía General del Estado.

A pesar de la falta de pruebas y de que el caso orquestado, Maru Campos fue vinculada a proceso, esto con la finalidad de confundir al electorado y manchar la imagen de la candidata.

Hoy en día circula un secreto a voces entre propios y votantes: entregar la gubernatura del estado Morena a cambio de inmunidad y un puesto en gobierno federal para acercarse a su ambición de convertirse en presidente del país.

Estas negociaciones llegaron también al Partido Movimiento Ciudadano, el cual se ha convertido en el contrapeso político en esta contienda electoral.