Nacional
México recuerda sus dos septiembre más trágicos: 40 años del sismo de 1985 y 8 del de 2017

Cada 19 de septiembre, México se detiene para recordar. Una fecha que quedó marcada no por una, sino por dos de las tragedias más profundas en la memoria colectiva del país: los terremotos de 1985 y 2017, que cambiaron para siempre la forma en que la nación enfrenta los desastres naturales.
Hoy se cumplen cuatro décadas del sismo de 8.1 grados Richter que sacudió el centro, occidente y sur de México en 1985, con epicentro en las costas de Michoacán. Más de 10 mil personas perdieron la vida, miles de edificios colapsaron y la Ciudad de México se transformó en un paisaje de escombros y solidaridad ciudadana.
Trece años después, el mismo día —pero de 2017—, un movimiento telúrico de 7.1 grados, con epicentro entre Puebla y Morelos, estremeció de nueva cuenta la capital. El sismo dejó 369 víctimas mortales y daños estructurales en colonias como Roma, Condesa y Del Valle, reviviendo el trauma aún latente.
Un país en zona de alto riesgo
México se asienta sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las regiones con mayor actividad sísmica y volcánica del mundo. La interacción entre las placas de Cocos y Norteamérica genera una constante liberación de energía que se manifiesta en sismos frecuentes.
En la capital, este riesgo se potencia: construida sobre lo que fue el lago de Texcoco, su suelo blando amplifica las ondas sísmicas. Además, en el subsuelo de la CDMX yacen fallas geológicas activas —Mixhuca, Santa Catarina, Copilco, Barranca del Muerto, entre otras—, relacionadas con los microsismos que se registran con creciente frecuencia. Solo en lo que va de 2025, se han reportado 22 eventos de este tipo.
La prevención como legado
A las 12:00 horas de este día, las alertas sísmicas sonarán nuevamente en toda la República, pero esta vez como parte del Segundo Simulacro Nacional 2025. El ejercicio —que incluirá notificaciones en celulares, altavoces y medios de comunicación— busca fortalecer la cultura de la prevención, uno de los aprendizajes más importantes que dejaron ambos terremotos.
