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Tensión comercial entre Estados Unidos y China se recrudece tras declaraciones de Trump sobre Xi Jinping

Las tensiones económicas y geopolíticas entre Estados Unidos y China vuelven a intensificarse tras una serie de declaraciones del expresidente Donald Trump que han puesto en duda la ya frágil tregua arancelaria alcanzada en mayo.
En una publicación realizada en la madrugada del miércoles en su plataforma Truth Social, Trump expresó su frustración por la dificultad de llegar a acuerdos con el presidente chino, Xi Jinping. “Siempre me ha gustado el presidente Xi de China, y siempre me gustará, pero es MUY DURO y ES MUY DIFÍCIL LLEGAR A UN ACUERDO con él”, escribió alrededor de las 2:17 a.m., hora de Washington.
Sus comentarios se producen en medio de crecientes fricciones bilaterales y sin una confirmación oficial por parte de Pekín sobre una posible llamada entre ambos líderes, la cual la Casa Blanca había adelantado que podría tener lugar a finales de esta semana.
En respuesta, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Lin Jian, aseguró durante una conferencia de prensa que la posición de su país sobre las relaciones con Estados Unidos “es coherente” y reafirmó el compromiso de Pekín con el desarrollo de los lazos bilaterales.
Escalada de restricciones y desacuerdos comerciales
La creciente tensión llega tras una serie de medidas unilaterales adoptadas por la administración Trump. Entre ellas destacan la restricción del envío de componentes clave para motores a reacción hacia China, el bloqueo al acceso de empresas chinas al software de diseño de semiconductores y nuevas limitaciones dirigidas a la tecnológica Huawei.
Adicionalmente, funcionarios estadounidenses anunciaron un plan para revocar visas a estudiantes chinos, una medida que podría agravar aún más el ya deteriorado clima diplomático entre ambos países.
Uno de los puntos más conflictivos en la relación actual gira en torno al comercio de tierras raras, minerales esenciales para tecnologías avanzadas. Según Cory Combs, experto de la firma Trivium China, existen interpretaciones divergentes sobre los compromisos asumidos durante las negociaciones en Ginebra el mes pasado. “Desde la perspectiva de EE.UU., parecía claro que Pekín eliminaría el requisito de aprobación para exportaciones, pero eso no es lo que China entendió que se había acordado”, señaló Combs en declaraciones a Bloomberg TV.
Por su parte, el gobierno chino ha acusado a Washington de implementar nuevas restricciones discriminatorias y ha advertido que tomará represalias si continúan las acciones unilaterales.
Reacciones moderadas en los mercados
A pesar de la tensión diplomática, los mercados financieros mostraron una reacción moderada. El índice bursátil de empresas chinas en Hong Kong redujo sus ganancias al 0.5%, mientras que el índice del dólar Bloomberg cayó un 0.1%. Los bonos del Tesoro estadounidense se mantuvieron estables, con el rendimiento del bono a 10 años en 4.45%.
Una llamada pendiente y pocas señales de acercamiento
Trump manifestó el pasado viernes su intención de hablar pronto con Xi Jinping y afirmó que China había incumplido partes del acuerdo arancelario alcanzado en mayo. Aunque la Casa Blanca ha insistido en que probablemente se concrete una conversación esta semana, Pekín aún no ha confirmado dicho contacto.
Analistas destacan que, aunque Trump ha abogado constantemente por el contacto directo con Xi como vía para resolver los desacuerdos, el mandatario chino ha preferido delegar las negociaciones a sus asesores. Esta postura refleja una estrategia más cautelosa por parte de China, que también enfrenta desafíos internos como la caída sostenida de los precios de la vivienda y la contracción de su sector manufacturero, a pesar del crecimiento registrado en el primer trimestre del año gracias a estímulos económicos.
Trump ha expresado incluso su disposición a viajar a China para reunirse personalmente con Xi, pero hasta ahora no se ha agendado ningún encuentro formal.
En este escenario de crecientes restricciones, desconfianza mutua y sin un canal claro de diálogo entre líderes, la relación entre Estados Unidos y China continúa su curso incierto, con implicaciones potenciales para el comercio global y la estabilidad económica internacional.
