Trump personaliza el ‘Paseo de la Fama’ de la Casa Blanca con críticas e insultos a sus predecesores

Como parte de las continuas remodelaciones en la Casa Blanca, el presidente Donald Trump ha incorporado un nuevo elemento al llamado “Paseo de la Fama Presidencial”: placas biográficas bajo los retratos de los expresidentes. Sin embargo, lejos de ser un tributo objetivo, los textos –redactados en su mayoría por el propio mandatario– contienen duras críticas, burlas e insultos dirigidos a aquellos antecesores con los que mantiene desavenencias públicas.

La placa más contundente es la dedicada a su inmediato predecesor y rival en las próximas elecciones, Joe Biden. En ella se le describe como “Sleepy Joe” y se afirma que fue “por mucho, el peor presidente en la historia de Estados Unidos”. El texto va acompañado de una imagen de una pluma automática, en lo que parece una referencia a las órdenes ejecutivas firmadas por Biden durante su mandato.

Incluso expresidentes tradicionalmente venerados por el ala conservadora recibieron un tratamiento revisionista. En la correspondiente a Ronald Reagan, se asegura que “era un fan del presidente Donald J. Trump mucho antes de la histórica campaña del presidente Trump a la Casa Blanca”, un intento por alinear el legado del cuadragésimo presidente con su propia figura.

Como era de esperarse, la única placa que se salva de cualquier tono crítico o irónico es la del propio Donald Trump. En ella se destaca que “superó” las investigaciones en su contra y dos intentos de asesinato, y se proclama que ha cumplido la promesa de llevar a Estados Unidos a “su época dorada”.

Esta iniciativa se suma a otras remodelaciones recientes, como la construcción de un nuevo salón de baile, y refleja la inclinación de Trump por usar los espacios y símbolos presidenciales para reforzar su narrativa política y descalificar a sus opositores. Los críticos señalan que la medida trivializa la institución presidencial y convierte un espacio histórico en un foro de propaganda personal.