Internacional
Trump y grandes empresas declaran la guerra a las políticas de diversidad, equidad e inclusión

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, respaldado por figuras influyentes como el magnate Elon Musk, ha lanzado una ofensiva contra las políticas de diversidad, equidad e inclusión (conocidas como DEI por sus siglas en inglés). Esta cruzada conservadora, que ha encontrado eco en grandes corporaciones, ha generado preocupación entre expertos y organizaciones defensoras de derechos civiles, quienes advierten que estas medidas podrían dejar desprotegidos a grupos históricamente marginados.
En una de sus primeras acciones, Trump firmó una orden ejecutiva para eliminar las políticas DEI en agencias federales, argumentando que su objetivo es defender los “derechos civiles” de los estadounidenses. Sin embargo, críticos señalan que esta decisión representa un retroceso en la lucha contra la discriminación y la exclusión.
“Trump ha dejado claro que está en contra de las DEI, por lo que muchas entidades se afanan en acabar con ellas u ocultarlas”, explicó Ileen DeVault, experta en políticas de diversidad, en declaraciones a EFE. “La diversidad busca que las instituciones sean más representativas para todos, la equidad significa tratar a las personas de manera justa, y la inclusión garantiza que todas las personas sean partícipes de las instituciones”, agregó.
Una cruzada contra la inclusión
Desde su llegada al poder, Trump ha impulsado una serie de medidas que han generado controversia. Entre ellas, la prohibición de la participación de mujeres trans en deportes femeninos y la exigencia a empleados públicos de eliminar sus pronombres en las firmas de correos electrónicos. Además, según reportes de medios locales, la Fundación Nacional de Ciencias estaría utilizando una lista de palabras clave, como “activismo”, “mujeres” o “LGBT”, para rechazar proyectos que aborden temas relacionados con la diversidad.
Por su parte, la Fundación Americana para la Rendición de Cuentas, una organización conservadora, publicó la llamada “Lista de Vigilancia DEI”, que identifica a empleados federales vinculados a programas de diversidad. Este documento, que ha sido criticado por organizaciones civiles, se enfoca principalmente en mujeres negras y ha sido utilizado para señalar y difamar a trabajadores en redes sociales.
Grandes corporaciones se suman a la estrategia
Aunque la Administración federal solo tiene competencia para eliminar programas DEI en agencias gubernamentales, varias empresas privadas han seguido el ejemplo de Trump. Según el medio Axios, Disney anunció esta semana que pondría fin a sus programas DEI y eliminaría las advertencias en películas que alertaban sobre “descripciones negativas y/o maltrato de pueblos o culturas”.
Otras compañías, como Amazon y McDonald’s, también han suspendido la aplicación de estas políticas en sus espacios de trabajo. Además, Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, levantó restricciones que prohibían el uso de lenguaje ofensivo contra la comunidad LGBTI o la inclusión de mujeres en el mercado laboral. Estas decisiones han sido interpretadas como un gesto de alineación con la agenda del mandatario, quien recibió generosas contribuciones de ejecutivos de grandes tecnológicas durante su campaña.
Organizaciones preparan acciones legales
Ante estas medidas, organizaciones de la sociedad civil han anunciado que tomarán acciones legales para proteger los derechos de grupos vulnerables. “La eliminación de estas políticas reducirá las presiones contra la discriminación por raza y género, lo que podría provocar la resegregación de muchos empleos y ocupaciones”, advirtió Pamela Tobert, experta en políticas de diversidad.
Asociaciones como LAMBDA Legal, dedicada a la defensa de los derechos LGBTI, ya preparan demandas contra la Administración Trump. “La eliminación de la identidad trans a nivel federal tiene consecuencias devastadoras y de gran alcance”, afirmó Samy Nemir, portavoz de la organización.
Para DeVault, el problema radica en que Trump y muchos de sus seguidores “nunca han entendido que la inclusión también beneficia a quienes son blancos y masculinos”. “Parecen creer que solo los que no son blancos y varones tienen identidades”, concluyó.
