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Internacional

¿Quién es Gabriel Boric, el joven presidente electo de Chile que promete un gran cambio?

Con 35 años, Boric deberá interpretar ahora el difícil acto que le encomendaron millones de chilenos: transformar un país que reclama un cambio de rumbo desde el estallido social de 2019.

Pero ¿quién es y cuáles son los hitos de la vida de este líder que surge en el renovado escenario político chileno?

Nacido en 1986 en Punta Arenas, en el extremo austral de Chile, en el seno de una familia de clase media alta con ascendencia croata y española, Boric es el mayor de tres hermanos.

Su padre es ingeniero químico y ha militado en la Democracia Cristiana; su madre es secretaria.

La suya es la primera generación de chilenos que conoce más del régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990) por lo que otros les han contado que por experiencia propia.

Esta es una clave para entender la fractura que hay en la política chilena, que llevó tanto al triunfo de Boric como al desplome de los partidos tradicionales que gobernaron el país sudamericano desde el regreso a la democracia en 1990.

“El gran clivaje político hoy en Chile es generacional: entre la generación que nació en democracia y la más antigua, que vivió la experiencia del golpe de Estado, la dictadura, la transición a la democracia y aprendió ciertas lecciones”, señala Robert Funk, politólogo de la Universidad de Chile.

“Los más jóvenes están ahora por experimentar su propio camino”, le dice Funk a BBC Mundo.

La política y lo que ocurrió en los años de Pinochet eran temas de conversación en la familia de Boric, que es “muy diversa y profundamente democrática”, cuenta su hermano Simón.

Agrega que al hoy presidente electo de Chile también le interesan la poesía, la literatura y la historia, el fútbol y descubrir discos poco conocidos.

Si bien tuvo una formación católica e hizo su primera comunión, Boric se define como agnóstico. “Me fui alejando de la Iglesia, no solamente (por) los casos de abuso, la ostentación…”, explicó en una entrevista en canal 13 de Chile.

Recibió su educación básica y media en The British School de Punta Arenas, donde desde los primeros grados comenzó a mostrar vocación política al pedir el voto de sus pares para ser presidente de curso.

Crecer en un sitio aislado contribuyó a que Boric cuestionara desde muy temprano el centralismo de su país y una “sociedad que fomenta fuertemente el individualismo y poco la unión”, afirma su hermano.

La ciudad de Punta Arenas lo ha marcado siempre. El símbolo de su campaña, de hecho, proviene de allí: un árbol ciprés ubicado en el centro de la ciudad sureña, que el futuro presidente solía trepar cuando era niño.

Cuando se mudó a Santiago en 2004 para estudiar Derecho en la Universidad de Chile, Boric dejó a su novia en el sur y tuvo dificultades para acostumbrarse a la nueva vida capitalina.

El hecho que lo llevó a disciplinarse, según relató en la misma entrevista televisiva, fue un cáncer que le diagnosticaron a su hermano menor, Tomás, quien debió recibir tratamiento en Santiago.

Eso “significó un cambio en mi vida, pero radical”, dijo Boric.

Aunque se mantiene soltero, desde hace dos años y medio está en pareja con Irina Karamanos, una feminista de 32 años con quien hizo algunas apariciones públicas al final de la campaña.

En una entrevista con Don Francisco, Boric reveló que entre ellos se dicen “chofo” y “chofa”, un apodo que proviene de alcachofa. “Nos gustan mucho las alcachofas”, señaló.

Esto provocó que la alcachofa se transforme en otro de sus símbolos.

El ascenso político de Boric ha sido vertiginoso.

Una década atrás era un desconocido para muchos, hasta que en 2011 surgió como uno de los líderes del movimiento estudiantil que tomó las calles demandando del Estado educación de calidad y gratuita.

Entonces transcurría el primer gobierno del derechista Sebastián Piñera, a quien sucederá en marzo como presidente de Chile.

Aquellas demandas estudiantiles recibieron amplio apoyo de la sociedad, según las encuestas, y sacudieron al país.

Un año más tarde, Boric fue electo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), derrotando a una de las figuras más visibles de las protestas, la comunista Camila Vallejo, que se quedó con la vicepresidencia.

Boric, Vallejo y otros dos exdirigentes estudiantiles menores de 30 años (Giorgio Jackson y Karol Cariola) fueron electos diputados en 2013, al obtener cada uno la primera mayoría de votos en sus distritos.

Fueron las primeras señales de la nueva generación política que emergía en Chile.

Cuando se aprestaba a ingresar al Congreso, Boric —diputado independiente por la región de Magallanes— reclamó reformas y apuntó a los partidos tradicionales.

“Quienes van a estar en tela de juicio van a ser el parlamento completo y en particular quienes hoy en día tienen mayorías en él”, le dijo entonces un Gabriel Boric que en esos años lucía el pelo largo y, como hoy, raramente usaba corbata.

Se volcó por completo a la política y nunca se tituló en Derecho pese a haber completado casi toda la carrera: la abogacía, ha explicado, no era su vocación.

Del cuarteto de jóvenes parlamentarios elegido en 2013, Boric era quizás el menos carismático, pero resultó ser el más efectivo.

En medio del estallido social de 2019 se alzó -ahora como diputado reelecto- como una figura aunadora y apoyó el acuerdo del 15 de noviembre para dar una salida política a la crisis y convocar a una Convención Constituyente para escribir una nueva Constitución que reemplace a la actual, heredada del régimen de Pinochet.

Fue un pacto que le valió críticas dentro de sus propias filas y alguna acusación de traición en las calles, pero no lo desanimaron.

Como tampoco lo desmoralizaron los ataques que recibió desde la centro-derecha, que lo acusó de radical por haberse reunido en París con Ricardo Palma Salamanca, condenado por el asesinato del senador chileno Jaime Guzmán en 1991, o por un video donde se lo ve recibir una camiseta con la imagen de éste baleado.

De hecho, en un acto poco común en el mundo político, Boric pidió disculpas por ambos hechos.

Quienes le conocen afirman que esa transparencia para reconocer problemas, carencias o errores propios es parte de su atractivo.

Durante la campaña, por ejemplo, sus adversarios le recordaron que él mismo había admitido hace algunos meses carecer de la “experiencia suficiente” para ser presidente: “Me falta aprender mucho”, dijo.

También admitió antes de las primarias de julio -cuando dio la sorpresa al vencer al comunista Daniel Jadue para ser candidato presidencial del pacto Apruebo Dignidad- padecer un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) que le diagnosticaron cerca de los 12 años y por el cual toma medicamentos.

“Es bueno que en Chile se hable de la salud mental”, afirmó en un debate.

Boric ganó la segunda vuelta como líder de un pacto entre el Frente Amplio —la coalición de izquierda que él mismo contribuyó a fundar en 2017— y el Partido Comunista.

Para vencer en el balotaje, moderó su discurso de cambio radical para buscar el apoyo de las fuerzas de centro.

Pero lo hizo sin desistir de la promesa de transformar el sistema de pensiones, aumentar la presencia del Estado en áreas como la educación y la salud, o atacar la desigualdad con una reforma tributaria que aumente la presión fiscal a los más ricos.

Esa es otra de sus virtudes, afirman sus cercanos: saber adaptarse sin dogmatismos ni maquiavelismos, cuando las transformaciones políticas en Chile parecen ir más rápido que la aguja del reloj.

“Lo que lo vuelve un buen político de estos tiempos es que está más abierto y atento a las señales que vienen que a un plan maquiavélico”, indica Patricio Fernández, convencional constituyente que tiene una relación cercana con Boric desde hace una década.

A su juicio, la cuestión ahora es hasta dónde primará esa capacidad con que el presidente electo ya conquistó tantas batallas en tan poco tiempo.

“Está en juego si se va a imponer su liderazgo, o el de algunos de sus entornos más rabiosos”, le dice Fernández a BBC Mundo.

Igual que cuando subió a aquel escenario siendo apenas un niño preescolar, Boric tiene las miradas puestas en él. Y muchos se preguntan cómo terminará su sorprendente acto político.

Con información de BBC

Internacional

Médicos confirman que Pepe Mujica tiene cáncer de esófago, recibirá radioterapias

Luego de realizarle diversos estudios, ayer, 2 de mayo, quedó confirmado que el expresidente de Uruguay, Pepe Mujica, tiene cáncer de esófago.

Lo anterior fue informado por la doctora de cabecera de Pepe Mujica, quien aceptó que desde que se le detectó, se tenía la alta sospecha de que se trataba de un tumor maligno y, bueno, desgraciadamente los análisis dieron positivo.

Pepe tiene un cáncer de esófago. Eso lo resalto porque nos cuesta a veces ponerle nombre a las cosas y tenemos algún eufemismo con la palabra”, señaló la doctora Raquel Pannone.

La doctora explicó que, además de ser sometido a estudios para confirmar el cáncer de esófago, a Pepe Mujica se le realizaron otras pruebas que permiten ahora decir que la enfermedad no se ha expandido. “No tiene ninguna lesión en otro órgano. Esta lesión esta circunscripta al esófago. No tiene compromiso de otro territorio”.

El pasado lunes 29 de abril, Pepe Mujica informó que se le detectó un tumor en el esófago. Desde ese momento dio a entender que casi era un hecho que se trataba de un cáncer, el cual, debido a su condición, no podía ser tratado con quimioterapias. Esto fue reafirmado por la Dra. Pannone.

En efecto, dada la edad de Pepe Mujica (88 años) y que está diagnosticado con insuficiencia renal, además de tener vasculitis (una enfermedad autoinmune), el tratamiento quirúrgico no es está contemplado y tampoco la quimioterapia. Así que la radioterapia es la opción para el expresidente de Uruguay es la radioterapia.

Pannone aclaró que las otras dos opciones, especialmente la cirugía, sólo son descartadas por el momento y, de hecho, el que su tipo de cáncer sea tratado con radioterapia “es una buena noticia”.

Pepe Mujica comenzará tratamiento en los próximos días y, en una muestra más de su sencillez, a pesar de tener ofertas de hospitales de varias partes del mundo, el expresidente ha decidido atenderse en Uruguay. No sólo porque considera que en su país hay la tecnología suficiente, sino porque prefiere estar cerca de su esposa y sus amigos de la política, la militancia.

Con información de Sopitas

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Internacional

Campaña de Biden lanza anuncio en español sobre el aborto para captar el voto latino

La campaña de Joe Biden, presidente de Estados Unidos, intensificó su lucha por el derecho al aborto con un nuevo anuncio que se emitirá en español e inglés en el que un exmilitar critica al republicano Donald Trump por atentar contra los derechos de las mujeres.

Según adelantó a EFE la campaña de Biden, el nuevo anuncio publicitario que lleva el título de ‘Fuerte’ en español es parte de una nueva inversión de siete cifras dirigida a los votantes latinos con anuncios en televisión, radio y plataformas digitales, con vistas a las elecciones presidenciales de noviembre.

El anuncio, que comenzará a ser emitido este mismo viernes, está protagonizado por César Carreón, un veterano del Cuerpo de Infantería de Marina y carpintero sindical de Las Vegas que luchó en Irak y Afganistán.

“Soy marine. Serví en Irak y Afganistán y reconozco la fortaleza cuando la veo. ¿Un hombre como Donald Trump que le quita libertades a las mujeres y se enorgullece de hacerlo? Eso no es ser fuerte. Si le quiere quitar más libertades a mis hijas, primero se las tendrá que ver conmigo”, dice Carreón en el anuncio.

“Yo estoy con Joe Biden porque él les va a devolver las libertades a mis hijas”, concluye Carreón, que en el anuncio aparece rodeado de sus hijas y también se muestran fotos de su época en el servicio militar.

El anuncio se emitirá en los estados clave para las elecciones de noviembre, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin, Arizona y Nevada, estos dos últimos con importante proporción de población hispana, por lo que podrían resultar decisivos para decidir quién será el próximo inquilino de la Casa Blanca.

 Una apuesta contra el “poder” de los latinos

El senador demócrata Alex Padilla, el primer latino en representar a California en el Senado, consideró que, precisamente, quitar los derechos a las mujeres no le hace a uno “fuerte”, sino que en realidad es una apuesta contra la “sabiduría” y el “poder” de la comunidad latina que le saldrá mal a Trump.

“Quitarles los derechos a las mujeres no te hace fuerte, pero eso es exactamente lo que se esperaría de un aspirante a dictador que ha pasado toda su carrera política intimidando a otras personas”, consideró Padilla, según recoge la campaña en un comunicado.

“Donald Trump está apostando contra la sabiduría y el poder de la comunidad latina. Es una mala apuesta. En noviembre, seremos decisivos en la reelección del presidente Biden y la vicepresidenta Kamala Harris. Ellos son dos líderes que confían en las mujeres, que respetan nuestra comunidad y que luchan todos los días por nuestros derechos”, añadió el senador.

En junio de 2022, el Tribunal Supremo derogó el fallo ‘Roe contra Wade’ que durante medio siglo había protegido los derechos reproductivos de las mujeres y, de esa forma, dio carta libre a los estados para que prohíban el aborto o fijen sus propias normas al respecto.

El aborto podría acabar siendo una de las debilidades de Trump en las elecciones de noviembre, ya que muchos votantes independientes rechazan la intervención del Gobierno en los derechos reproductivos.

La campaña de Biden ha enmarcado la defensa de los derechos reproductivos como una lucha por la libertad y ha responsabilizado a Trump del fin de ‘Roe contra Wade’ porque él nombró a tres de los nueve jueces que acabaron con las protecciones al aborto.

El derecho al aborto ayudó a los demócratas a obtener resultados mejores de lo esperado en las elecciones de medio mandato de 2022 y la campaña de Biden confía en que esto se repita en noviembre.

Con información de EFE

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Internacional

Sufren 70% periodistas medioambientales ataques, amenazas o presiones: ONU

El informe de la ONU, publicado recientemente, revela una alarmante realidad para los periodistas comprometidos con informar sobre temas ambientales y la crisis climática: aproximadamente el 70% de ellos ha experimentado amenazas, presiones o incluso agresiones debido a su labor en favor del planeta. Realizada en marzo, esta encuesta, llevada a cabo por la Unesco y la Federación Internacional de Periodistas, consultó a 905 comunicadores de 129 países.

De este porcentaje, un preocupante dos de cada cinco periodistas sufrieron violencia física como consecuencia directa de su trabajo. Las amenazas y presiones psicológicas también son comunes, afectando al 85% de los comunicadores encuestados, mientras que el 60% reportó haber experimentado acoso en línea. Además, el 41% sufrió agresiones físicas y el 24% enfrentó ataques legales.

El impacto de estas amenazas y presiones va más allá de lo evidente: el 45% de los encuestados admitió haberse autocensurado por miedo a posibles represalias o por temor a poner en peligro a sus fuentes. Esta autocensura es alimentada por la conciencia del 45% de los periodistas sobre los conflictos de intereses de sus empleadores o anunciantes con respecto a los temas ambientales.

Además, el informe revela una disparidad de género preocupante: las mujeres periodistas son más propensas a sufrir ataques por informar sobre estos asuntos.

En palabras de Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, “sin información científica confiable sobre la actual crisis ambiental, nunca podremos esperar superarla”. Es evidente que la protección de los periodistas dedicados a cubrir estos temas es fundamental para garantizar un flujo continuo de información vital para abordar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro mundo.

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