Connect with us

Internacional

Este ha sido el costo humano y económico de la guerra entre Rusia y Ucrania a 100 días del comienzo de la invasión

Cien días después del inicio de la invasión rusa en Ucrania, la guerra ha lanzado al mundo una batería casi diaria de escenas desgarradoras: cadáveres de civiles en las calles de Bucha, el bombardeo de un teatro en Mariúpol o el caos en una estación de tren en Kramatorsk tras un ataque con misiles de Moscú.

Estas imágenes cuentan apenas una parte del panorama general del peor conflicto armado de Europa en décadas. A continuación, un vistazo a algunas cifras y estadísticas que, aunque fluctúan y a veces son inciertas, arrojan más luz sobre la muerte, la destrucción, los desplazamientos y las consecuencias económicas de una guerra que no tienen visos de terminar.

El costo humano de la invasión a Ucrania

Nadie sabe realmente cuántos combatientes o civiles han perdido la vida, y las cifras ofrecidas por los funcionarios gubernamentales —que a veces se exageran o reducen por cuestiones de percepción pública— son casi imposibles de verificar.

Los funcionarios, las agencias de Naciones Unidas y otros que se encargan de la sombría tarea de contar los decesos no siempre tienen acceso a los lugares donde hubo muertos.

Por su parte, Moscú ha hecho pública información contada acerca de las bajas en sus filas y en las de sus aliados, pero no ofrece un conteo de víctimas civiles en las zonas que controla. En algunos lugares, como en Mariúpol, una ciudad asediada durante meses que podría registrar el mayor número de muertos de la guerra, las fuerzas del Kremlin han sido acusadas de tratar de encubrir los fallecimientos y de arrojar los cadáveres a fosas comunes, lo que enturbia el balance general.

Con todas estas consideraciones, “al menos decenas de miles” de civiles ucranianos han muerto hasta el momento, afirmó el presidente del país, Volodymyr Zelenski, el jueves en una intervención en el parlamento de Luxemburgo.

Solo en Mariúpol, las autoridades reportaron la muerte de más de 21 mil civiles. En Sievierodonetsk, una ciudad de la región oriental de Luhansk que se ha convertido en el último epicentro de la ofensiva rusa, se han registrado alrededor de mil 500 decesos, dijo su alcalde.

Estas estimaciones incluyen tanto a los muertos por ataques o soldados rusos como a quienes sucumbieron por efectos secundarios como el hambre y las enfermedades, debido al colapso del reparto de alimentos y de los servicios sanitarios.

Zelenski dijo esta semana que su país perdía entre 60 y 100 soldados en combate cada día y que cerca de 500 más resultaban heridos.

La última cifra oficial publicada por Rusia data del 25 de marzo, cuando un general dijo a medios estatales que mil 351 soldados habían muerto y tres mil 825 más resultaron heridos.

Observadores ucranianos y occidentales apuntaron que la cifra real es mucho más alta: Zelenski afirmó el jueves que en el bando ruso habían muerto más de 30 mil soldados, “más de los que la Unión Soviética perdió en 10 años de guerra en Afganistán”. A finales de abril, el gobierno de Gran Bretaña estimó las bajas rusas en 15 mil efectivos.

Rusia “sigue registrando víctimas mortales, pero (…) en menor número”, dijo el miércoles un funcionario occidental que habló sobre asuntos de inteligencia bajo condición de anonimato. Además, estimó que alrededor de 40 mil soldados rusos fueron heridos en combate.

En los enclaves separatistas respaldados por Moscú del este de Ucrania, las autoridades de Donetsk han reportado la muerte de más de mil 300 combatientes, con casi siete mil 500 heridos, además de 477 civiles muertos y dos mil 400 más heridos. En Luhansk, 29 civiles murieron y otros 60 sufrieron lesiones.

La devastación de la guerra

Los incesantes bombardeos y ataques aéreos han reducido a escombros grandes zonas de muchas ciudades y pueblos ucranianos.

La comisión de derechos humanos del Parlamento de Ucrania afirmó que el ejército ruso ha destruido cerca de 38 mil edificios residenciales, lo que dejó a unas 220 mil personas sin hogar.

Casi mil 900 centros educativos, desde jardines de niños hasta escuelas de primaria o universidades, han sufrido daños, y 180 de ellas quedaron totalmente inservibles.

Entre la infraestructura perdida hay 300 puentes para autos y 50 para trenes; 500 fábricas y casi 500 hospitales dañados, según las autoridades ucranianas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) contabilizó 296 ataques a hospitales, ambulancias o personal sanitario en Ucrania en lo que va de año.

Huir de casa por la guerra

La agencia de Naciones Unidas para los derechos humanos, ACNUR, estima que unos 6.8 millones de personas se han visto obligadas a abandonar el país en algún momento durante el conflicto.

Pero desde la remisión de los combates en las inmediaciones de la capital, Kiev, y en otras zonas, y tras el traslado de las tropas rusas al este y al sur, alrededor de 2.2 millones de personas han regresado al país, agregó.

La Organización Internacional para las Migraciones, otra agencia de la ONU, estima que hasta el 23 de mayo había más de 7.1 millones de desplazados internos, es decir, que huyeron de sus hogares pero no del país. Un conteo anterior situaba la cifra en más de ocho millones.

Territorios conquistados en Ucrania

De acuerdo con las autoridades ucranianas, antes de la invasión de febrero, Rusia controlaba alrededor del siete por ciento del territorio del país vecino, incluyendo la península de Crimea, que Moscú se anexionó en 2014, y las zonas controladas por los separatistas prorrusos en Donetsk y Luhansk. El jueves, Zelenski afirmó que las fuerzas rusas tienen ahora el 20 por ciento de la nación.

Aunque las líneas del frente cambian constantemente, esto supone que el Kremlin controla ahora unos 58 mil kilómetros cuadrados adicionales, una zona ligeramente más grande que Croacia.

Las consecuencias económicas en Rusia y Ucrania

Occidente ha respondido a la ofensiva rusa con una serie de sanciones, incluyendo en sectores clave como el gas y el petróleo, y Europa está empezando a desprenderse de su dependencia energética de Moscú.

Evgeny Gontmakher, director académico de European Dialogue, afirmó en un artículo esta semana que Rusia enfrenta actualmente más de cinco mil sanciones selectivas, más que cualquier otro país en el mundo. Se han congelado alrededor de 300 mil millones de dólares en reservas rusas de oro y divisas en Occidente, agregó apuntando que el tráfico aéreo del país pasó de 8.1 a 5.2 millones de pasajeros entre enero y marzo.

La Escuela de Economía de Kiev reportó que más de mil empresas “autosancionadas” han reducido sus operaciones en Rusia.

El índice bursátil ruso, el MOEX, ha perdido casi un cuarto de su valor desde justo antes de la invasión, y cerca de un 40 por ciento desde principios de año. Y el Banco Central Ruso afirmó la semana pasada que la inflación interanual alcanzó el 17.8 por ciento en abril.

Por su parte, Ucrania, reportó un fuerte revés económico: la guerra se ha llevado el 35 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).

“Nuestras pérdidas directas superan hoy los 600 mil millones de dólares”, aseguró recientemente Andriy Yermak, jefe de la oficina de Zelenski .

El país, que es uno de los principales productores agrícolas del mundo, dice que no ha podido exportar alrededor de 22 millones de toneladas de grano. Culpa del retraso en los envíos a los bloqueos rusos o a la captura de puertos claves. Esta semana, Zelenski acusó al Kremlin de robar al menos medio millón de toneladas de grano durante la invasión.

La guerra Rusia-Ucrania en el resto del mundo

Las repercusiones del conflicto se han hecho sentir en todo el mundo: el precio de los productos básicos ha aumentado y la inflación, que en algunos lugares ya había subido antes de la invasión, se ha disparado.

El precio del crudo en Londres y Nueva York se incrementó entre un 20 y un 25 por ciento, lo que ha elevado el precio que pagan los consumidores por los combustibles y por una serie de productos derivados del petróleo.

Los países en desarrollo se están viendo especialmente afectados por el encarecimiento de los alimentos, de la gasolina y de la financiación, según el economista Richard Kozul-Wright, de la Conferencia sobre Comercio y Desarrollo de la ONU.

El suministro de trigo se ha interrumpido en las naciones africanas, que en los años anteriores al conflicto importaban el 44 por ciento de su cereal desde Rusia y Ucrania. El Banco Africano de Desarrollo ha reportado un incremento del 45 por ciento en el precio continental del grano, lo que afecta a todo tipo de productos, desde el cuscús de Mauritania hasta las donas fritas que se venden en Congo.

Con información de AP

Internacional

El 36% de los nuevos votantes latinos en EU no simpatiza ni con demócratas ni con republicanos: organización UnidosUS

Más de un tercio (36%) de los latinos en Estados Unidos que se están registrando por primera vez para votar en unas elecciones presidenciales muestra desinterés por los partidos Demócrata o Republicano, identificándose como independientes o no partidistas, según un análisis divulgado este viernes por la organización UnidosUS.

Es un “gran porcentaje” si se compara con el 18% de los votantes latinos ya establecidos que buscan una tercera opción, precisó la organización, una de las más importantes de la comunidad latina en el país.

Entre los latinoamericanos que se registraron más recientemente, casi la mitad (44,6%) están indecisos, mientras que poco más de una cuarta parte prefieren al presidente Joe Biden o al exmandatario Donald Trump, explicó Clarissa Martínez, vicepresidenta de la Iniciativa de Voto Latino de UnidosUS.

Precisó que un cambio significativo este año será que los nuevos votantes son la fuente electoral “más potente”.

“A menudo se ha dado por sentado a los votantes latinos, y eso se ha reflejado en los niveles de extensión e inversión que reciben. Estos hallazgos ponen un signo de exclamación aún mayor sobre la necesidad de que los candidatos y los partidos involucren a estos votantes de manera temprana y significativa si quieren ganarse su apoyo“, explicó.

UnidosUS resaltó que, dada la juventud de la comunidad latina en Estados Unidos, cada ciclo electoral verá un número significativo de nuevos votantes.

En 2024 se prevé que 17.5 millones de latinos votarán, y uno de cada cinco de ellos lo hará por primera vez en una elección presidencial.

Un 38% de este electorado será nuevo desde el enfrentamiento entre Trump y la exsecretaria de Estados Hillary Clinton en 2016.

La agenda temática de estos nuevos votantes no varía apreciablemente de la de los votantes más establecidos, excepto en la importancia de la atención médica, según el análisis.

Sus tendencias en el partidismo parecen limitarse a una “hemorragia demócrata hacia la independencia y el no partidismo, una característica de larga data aunque creciente entre los votantes más jóvenes y latinos”.

El grupo latino precisó que a Trump no le está yendo mucho mejor que en 2020 entre los votantes latinos registrados. “Pero al presidente Biden le está yendo peor: la erosión demócrata se está acercando a ‘indeciso’”.

Los electores más nuevos tienen 14 puntos menos de probabilidades de identificarse como demócratas (45%) que los votantes más establecidos (59%) y cinco menos de hacerlo como republicanos (18%) que los ya establecidos (23%).

Los datos se obtuvieron de patrones históricos de apoyo a los partidos, información electoral y la investigación de opinión pública de UnidosUS y BSP Research sobre un “realineamiento” de los votantes latinos.

Gary Segura, uno de los fundadores de BSP Research, dijo que aunque es clara la tendencia, “no está tan claro si es episódica o de largo plazo”.

UnidosUS detalló que existe una diferencia significativa entre los registrados a largo plazo y los votantes nuevos desde 2016: son menos demócratas que los votantes más establecidos y apoyan menos al presidente.

Sin embargo, siguen desconfiando en gran medida del Partido Republicano.

Con información de EFE

Continue Reading

Internacional

Suman 900 mil viviendas sin electricidad en Texas

El sureste de Texas amaneció con afectaciones tras el paso de una fuerte tormenta que dejó sin electricidad a unas 900 mil viviendas y negocios en la zona de Houston, al menos cuatro muertos y daños a edificios.

Las autoridades pidieron a la población que no salga a las carreteras, ya que muchas estaban intransitables y se esperaba que los semáforos no funcionaran la mayor parte de la noche.

“Quédense en casa esta noche, no vayan a trabajar mañana, a menos que sean un trabajador esencial. Quédense en casa, cuiden a sus niños”, dijo el Alcalde de Houston, John Whitmire, en una rueda de prensa nocturna.

“Nuestros equipos de emergencias estarán trabajando las 24 horas”.

Whitmire dijo que al menos 2 mil 500 semáforos estaban apagados y advirtió a los posibles saqueadores que “la Policía está en vigor, incluidos 50 agentes estatales enviados al área para evitar saqueos”.

Según el Alcalde, cuatro personas fallecieron a causa del mal tiempo. Al menos dos de los decesos estuvieron causados por la caída de árboles y otro ocurrió cuando los fuertes vientos derribaron una grúa, señalaron funcionarios. Los dos principales aeropuertos de Houston suspendieron temporalmente los vuelos.

La jueza del condado de Harris, Lina Hidalgo, la principal funcionaria electa del condado, dijo que los equipos todavía estaban tratando de determinar la magnitud de los daños y el número de víctimas.

Otros 100 mil clientes se quedaron sin electricidad en Luisiana, frente a un máximo de 215 mil.

Continue Reading

Internacional

Guerra en Gaza es trágica, pero no es genocidio: Israel ante Corte Internacional

Israel fue a dar ante la CIJ, a donde Sudáfrica llevó su denuncia por el genocidio que considera que se realiza en Gaza. Este 17 de mayo el representante del gobierno de Netanyahu ofreció su posicionamiento, el cual se resume así: “En Gaza está ocurriendo una trágica guerra, pero no un genocidio”.

Gilam Noam, funcionario del Ministerio de Justicia de Israel y quien representa a este país ante la Corte Internacional, dio a entender que, en efecto, las fuerzas armadas de su país han cometido excesos en su guerra contra Hamás, sin embargo, dijo, eso pasa en conflictos como el que ocurre en Gaza.

“Como es el caso en todos los conflictos armados, pueden ocurrir incidentes que involucren presuntas violaciones de las normas que regulan las hostilidades”, explicó Noam. Esto es una “realidad que no es única de Israel” porque “ningún Estado es infalible”, justificó.

Desde finales de diciembre del 2023, Sudáfrica acudió ante la Corte de Justicia Internacional para, ante los hechos ocurridos en Gaza, acusar a Israel de genocidio en contra del pueblo palestino.

En su acusación, Sudáfrica señaló que, con el lanzamiento de 6 mil bombas sobre Gaza, tan sólo en la primera semana de ataque, Israel demostró un “patrón” que viola la Convención de Genocidio a la que está suscrito. Y bien, con la denuncia el país africano no busca otra cosa que el cese al fuego, así como imponer medidas provisionales.

En su posicionamiento, Gilad Noam también se defendió de los dichos de Sudáfrica, señalando que el gobierno de este país es un ejemplo de cómo se separaran hechos y circunstancias. Es decir, sí, hay muchas muertes, pero, Israel se está defendiendo.

Israel “está bajo ataque y solo está intentando defenderse y defender a sus ciudadanos”, señaló el funcionario israelí al explicar los ataques en Rafah, ciudad a la que consideran las fuerzas de su país como un “epicentro de actividad terrorista”.

Noam acusó que Sudáfrica lo único que busca con su denuncia ante la CIJ es sacar ventaja militar para Hamás, organización de la que, según, es aliado el país africano. Una acusación que pone en aprietos a la Corte Internacional, ya que, en caso de fallar a favor de Sudáfrica, Israel lo tomaría como un fallo en favor del grupo paramilitar.

No es la primera vez que Sudáfrica se presenta ante la Corte de La Haya y, aunque ha conseguido fallos a su favor, ésta nunca se ha atrevido a ordenar a Israel detener sus ataques y mucho menos imponer medidas restrictivas. De acuerdo con The Guardian, cuando mucho le ha pedido no realizar actos genocidas.

Con información de Sopitas

Continue Reading