Internacional
Cinco años de la COVID-19: La advertencia de la OMS sobre la “amnesia colectiva” y la preparación para futuras pandemias

Han pasado cinco años desde que la COVID-19 paralizó al mundo, y aunque muchos desean dejar atrás ese capítulo oscuro, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre los peligros de una “amnesia colectiva”. Maria Van Kerkhove, directora interina para la gestión de amenazas epidémicas y pandémicas de la OMS, subraya que olvidar lo ocurrido no solo es irresponsable, sino también un desprecio a las aproximadamente 20 millones de personas que perdieron la vida a causa del virus.
En una entrevista con EFE, Van Kerkhove reconoce que los niveles de alerta han disminuido considerablemente en comparación con los años más críticos de la pandemia, 2020 y 2021. En aquel entonces, se registraban más de 20 millones de contagios y 100,000 muertes semanales, mientras que hoy las cifras semanales rondan los 20,000 casos y menos de 600 fallecimientos. Sin embargo, la experta advierte que estos datos provienen solo de 30 países, lo que significa que la situación global podría ser más grave de lo que reflejan las estadísticas.
Van Kerkhove, quien junto al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, lideró la comunicación global durante la pandemia, insiste en la importancia de recordar tanto los aciertos como los errores cometidos. “La duda no es si habrá otra pandemia, sino cuándo ocurrirá”, afirma. Para ella, la preparación y la cooperación internacional son clave para enfrentar futuras crisis sanitarias.
Lecciones aprendidas y desafíos pendientes
Uno de los mayores logros durante la pandemia fue el desarrollo acelerado de vacunas y tratamientos en un tiempo récord de dos años, un proceso que normalmente lleva décadas. No obstante, Van Kerkhove lamenta la falta de equidad en la distribución de estos recursos, lo que exacerbó el impacto de la COVID-19 en países con menos recursos. “El desafío ahora es garantizar que, en futuras pandemias, los productos médicos lleguen a todos por igual”, señala.
Actualmente, los Estados miembros de la OMS negocian un tratado internacional contra pandemias, que busca establecer reglas claras para la distribución de vacunas, terapias y pruebas diagnósticas. Sin embargo, el proceso enfrenta resistencias, especialmente de países con grandes industrias farmacéuticas que se oponen a compartir sus avances a precios accesibles.
La gripe aviar y otras amenazas futuras
Aunque no se sabe con certeza cuál será el próximo patógeno que desencadene una pandemia, los expertos están especialmente preocupados por los virus de origen zoonótico, como la gripe aviar (H5N1). Este virus ha demostrado una capacidad alarmante para propagarse entre aves silvestres, animales domésticos e incluso mamíferos marinos. En 2024, se detectaron los primeros casos de gripe aviar en ganado vacuno, con contagios entre trabajadores de granjas, lo que ha elevado las alertas.
Otros patógenos bajo vigilancia incluyen los coronavirus, responsables de la COVID-19, y arbovirus transmitidos por insectos, como el zika, el dengue y la chikunguña. Sin embargo, la próxima pandemia también podría surgir de un patógeno aún desconocido, lo que refuerza la necesidad de mantener sistemas de vigilancia robustos y colaboración internacional.
La importancia de la vacunación y la cooperación global
Van Kerkhove también hace un llamado a no descuidar la vacunación contra la COVID-19, especialmente entre los grupos de riesgo, como las personas mayores. En 2024, las tasas de inmunización en estos grupos son alarmantemente bajas, con apenas un 5 % de cobertura. “No podemos bajar la guardia”, advierte.
Finalmente, la experta destaca la importancia de la cooperación global, especialmente en un contexto en el que países como Estados Unidos han reducido su colaboración con la OMS. “Los patógenos no respetan fronteras, y solo trabajando juntos podremos enfrentar las amenazas del futuro”, concluye.
