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Hackean celular de Claudia Sheinbaum tras extradición de 29 capos a Estados Unidos, revela The New York Times

El diario The New York Times reveló este martes que el teléfono celular de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue hackeado poco después de la extradición de 29 líderes de cárteles de la droga a Estados Unidos. Entre los narcotraficantes entregados el pasado 27 de febrero destacan figuras notorias como Rafael Caro Quintero, Vicente Carrillo Fuentes y los hermanos Miguel Ángel y Óscar Omar Treviño Morales.
Según el reporte de Natalie Kitroeff, jefa de la oficina del Times en la Ciudad de México, la información sobre el hackeo fue proporcionada por “varias personas familiarizadas con el asunto”. Sin embargo, hasta el momento, la Presidencia de México se ha negado a hacer comentarios oficiales sobre el incidente.
Contexto de la extradición
La entrega de los 29 capos a las autoridades estadounidenses marcó un hito en la cooperación bilateral en materia de seguridad. Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara y buscado por el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985, fue uno de los nombres más destacados en la lista. También se incluyó a Vicente Carrillo Fuentes, líder del Cártel de Juárez, y a los hermanos Treviño Morales, vinculados al grupo criminal Los Zetas.
Este movimiento fue visto como un gesto de fortalecimiento de los lazos entre México y Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, el hackeo al dispositivo de Sheinbaum ha levantado sospechas sobre posibles represalias por parte de organizaciones criminales afectadas por las extradiciones.
Implicaciones del hackeo
Aunque no se han revelado detalles específicos sobre el alcance del hackeo o la información comprometida, el incidente ha generado preocupación en torno a la seguridad de las comunicaciones de alto nivel en México. El hecho de que el teléfono de la presidenta haya sido vulnerado sugiere un nivel de sofisticación técnica significativo por parte de los atacantes.
Hasta ahora, no se ha atribuido oficialmente el ataque a ningún grupo o individuo en particular. Sin embargo, la proximidad del hackeo con la extradición de los capos ha llevado a especulaciones sobre una posible conexión con cárteles de la droga, quienes podrían buscar intimidar o obtener información sensible como represalia.
La Presidencia de México ha optado por mantener un perfil bajo ante el reporte del Times, declinando hacer declaraciones públicas sobre el incidente. Este silencio ha dejado un vacío de información que ha alimentado las conjeturas y el debate en torno a la seguridad cibernética en el país.
